Dejando de lado sus nuevas creaciones, Samsung ha querido empezar su puesta de largo en el Mobile World Congress casi pidiendo disculpas. “Los últimos meses han sido muy complicados”, ha afirmado su CMO en Europa, David Lowes. “No hemos sabido responder a los estándares de la compañía”, ha dicho. Interrumpido por un manifestante que protestaba por las políticas de la compañía, Lowes ha mantenido la calma y ha prometido mejorar la seguridad de sus nuevos dispositivos. Mientras hablaba, en la pantalla gigante se proyectaba una imagen de un Note 7 humeante. Toda una declaración de intenciones.

Antes de pasar a sus novedades en el terreno del hardware, Samsung ha querido destacar sus mejoras en las tecnologías 5G. Gracias a una colaboración con Verizon, el gigante surcoreano pretende trasladar estas redes de alta velocidad a todos los hogares a principios del año que viene.

Vuelta a la normalidad

Después de lo que ha vivido en esos meses, estaba claro que Samsung necesitaba un baño de masas para empezar a recuperar algo del músculo perdido con las crisis que ha tenido que afrontar. Y lo ha hecho en este World Mobile Congress de Barcelona. Es cierto que no ha presentado un nuevo Smartphone, algo con lo que se especulaba en las últimas semanas, pero el gigante surcoreano ha vuelto a dejar patente que puede concentrar la atención de la industria cuando uno de sus productos sale al mercado.

Por primera vez, Samsung lanza una tableta enfocada principalmente a los videojuegos

En este caso le ha tocado llevar el peso al nuevo dispositivo de la compañía, la Galaxy Tab S3. Esta nueva generación de tabletas se puede enclavar dentro de la gama Premium y está muy enfocada, quizás por primera vez, al vídeo y a los videojuegos. Los esfuerzos de la compañía por atraer a los gamers son notables, empezando por la calidad de la imagen en la pantalla y acabando por un game launcher para ordenar las aplicaciones de juegos.

La Galaxy Tab S3 tiene una pantalla Super Amoled de 9,7 pulgadas y es capaz de soportar y reproducir vídeos en ultra alta definición. Viene con un lápiz incorporado, el S Pen, para manejar todas las funcionalidades relacionadas con el diseño y las imágenes.

La idea de Samsung es que esta herramienta se parezca cada vez más a un dedo humano y estará incluido en todas las unidades. Además, no necesita conexión ni hay que cargarlo. Para asemejarlo a un lápiz tradicional, el gigante surcoreano ha alcanzado un acuerdo con Staedtler, uno de los mayores fabricantes de lápices de Europa. Este elemento les hará recordar tiempos mejores a los usuarios de la familia Note, pues era uno de sus signos de identidad más reconocibles hasta la malograda séptima generación.

La tableta tiene una cámara en la parte trasera que alcanza los 13 megapíxeles y una frontal que se queda en los cinco megapíxeles, una cifra quizás algo escasa para lo que se puede esperar de la gama más alta de Samsung. La batería dura hasta 12 horas en reproducción intensiva, un tiempo más o menos habitual en la competencia directa de la Galaxy Tab 3.

El enfoque hacia el gaming es evidente, adaptándose así a una generación en la que fenómenos como los eSports están creciendo como la espuma. La Tab 3 tiene cuatro altavoces estéreo gracias a la reciente compra que ha hecho Samsung de Harman, un grupo especializado en sonido tanto en vehículos como en auriculares o altavoces.

Es cierto que la tableta es un avance respecto a las anteriores generaciones, pero parece que Samsung se ha quedado algo corto después de la crisis que ha atravesado en los últimos tiempos con el escándalo del Galaxy Note 7, que le costó a la compañía una buena crisis de imagen y un agujero de alrededor de 5.000 millones de euros en las cuentas. Los usuarios de la marca, y prácticamente todo el mundo tecnológico, está mirando ahora a finales del próximo mes de marzo, cuando Samsung presentará en Nueva York el Galaxy S8, el terminal llamado a devolver a la firma a la primerísima línea.

Realidad Virtual

Samsung también ha hecho una fuerte apuesta por la realidad virtual y ha anunciado una mejorada de su sistema Samsung Gear VR, al que ha añadido un mando de control remoto. De esta manera se extiende la experiencia del usuario, que tiene que preocuparse de menos cosas.

El mando tiene un diseño que se adapta a la mano y que se puede manejar con una sola mano, pero que además responde a los movimientos de otras partes del cuerpo como el brazo o la cabeza. Tiene unas lentes de 42 milímetros y un campo de visión que abarca hasta 101 grados. El Gear VR tiene un sensor que ayuda a corregir las distorsiones evitando así uno de los problemas más comunes de estos dispositivos: la sensación de mareo. Cuenta, además, con puertos USB. Todos los usuarios de, como mínimo, un Galaxy 6 podrán usarlo.

Nuevo miembro en la familia

Samsung también ha presentado al último miembro de la familia: el Galaxy Book. Disponible en dos modelos, de 10,6 y 12 pulgadas, está orientada a un público mucho más exigente. Es una tableta pero con la potencia de un ordenador portátil, muy al estilo del camino abierto por el iPad Pro.

La versión más grande, la de 12 pulgadas, incorpora un procesador intel i5 de séptima generación y contará con 3,1 Ghz de potencia. Por su parte, la versión de tamaño algo más reducido estará impulsada por un procesador Intel Core m3 de 2,8 GHz.

Ambas versiones vestirán un sistema operativo Windows 10, y tendrán un teclado físico algo más grande con funciones táctiles mejoradas, apoyadas también por el S Pen, y con una pantalla Super Amoled en alta definición. Con la llega del Samsung Book la compañía se mete en un terreno que aún no había pisado y que tiene a dos pesos pesados a la cabeza: el iPad Pro y las Microsoft Surface.