Ciencia y Tecnología

Hacia un mundo impreso en 3D

Un equipo de ciéntificos crea piel humana con una bioimpresora 3D.

Un equipo de ciéntificos crea piel humana con una bioimpresora 3D. EFE

Gutenberg, que no inventó la imprenta, sí que fue un pionero de la impresión en tres dimensiones (3D). Conocía el oficio del metal y se encargó de modelar los primeros tipos móviles, es decir, cada uno de los caracteres que permitían componer y estampar después los textos.

Hoy vivimos una nueva era en la que se puede modelar casi cualquier cosa de manera barata y casi doméstica con un programa de CAD. No estamos ante una nueva imprenta (el mundo, claro, ya cuenta con objetos tridimensionales). Estamos "ante una nueva manera de producirlos", de democratizar una parte de la realidad tangible. Así habla para El Independiente Salvador Pérez Crespo, Experto Tecnológico Senior en Telefónica Innovación.

Vamos camino de volver a fabricar nuestras herramientas. Ser artesanos

Un día, todo nuestro mundo saldrá de una impresora. Ese es uno de los mantras que promete la nueva ola de la impresión 3D. Ya hoy es posible fabricarse un coche a base de piezas impresas. Que una impresora haga nuestras propias monturas de gafas conforme a nuestros rasgos faciales.

También prótesis óseas o manos biónicas a medida. Incluso se trabaja en futuras lentes impresas. Algunos de estos avances se pueden ver en la exposición que esta semana ha inaugurado el Espacio Fundación Telefónica de Madrid.

Desde unos 150 euros, podemos tener una impresora 3D en casa. Con un software adecuado, se puede crear casi cualquier cosa con alta precisión. ¿Volveremos a ser artesanos?

Modelo femenina con ropa impresa en 3D
Ropa impresa en 3D

"Realmente parece que vamos en ese camino", asegura Pérez Crespo. "Hace muchos años nos fabricábamos nuestras propias herramientas. Con la Revolución Industrial aparecieron las fábricas y todo se hace de manera centralizada. La impresión 3D permite volver a ese proceso de fabricar aquellos elementos cotidianos que usamos y, sobre todo, personalizarlos".

El reto está también en los materiales. Hasta ahora, la mayoría de impresiones 3D se realizan en polímeros (moléculas muy grandes), plásticos o resinas. En menor medida, metal, cemento y, desde hace poco, vidrio. Eso ha relegado la mayoría de las impresiones al mundo del prototipado.

Aunque para Pérez Crespo, "lo que está parando la generalización del 3D son cosas como que al imprimir tiene que haber una automatización que no existe para limpiar los restos, transportar el producto o integrarlo en otros procesos industriales. También mejoraría que fuéramos capaces de mezclar materiales [en una misma impresión]". En este sentido, las impresoras están aún en la fase del blanco y negro por analogía con las de tinta.

Un cuerpo autorreplicante para la inteligencia artificial

Parece claro que, de seguir por este camino, la impresión 3D puede suponer un importante "cambio económico". Y también social. "La inteligencia artificial juega un gran papel y vamos a tener que colaborar con ella; ser capaces de integrarnos con otros objetos probablemente nos asusta, pero será algo que ocurra en el futuro".

De algún modo, ¿estamos dando una llave a las redes neuronales artificiales para tener su propia entidad e identidad física? "De algún modo, y en teoría, sí. Aunque suena a futuro lejano. Tienes la parte de la inteligencia artificial que puede replicar tu yo humano y con la impresión 3D también la física, que puede replicar tu yo físico. Me resulta muy lejano, pero no deja de ser algo que está dentro de lo posible".

Los 10 principios de la impresión 3D

  1. Más complejo no es que salga caro
  2. La variedad es gratis
  3. No necesita ensamblaje
  4. La espera y el almacenamiento tienden a cero
  5. Diseños y texturas infinitos
  6. No hay que ser experto
  7. Producción compacta y portátil
  8. Menos pérdidas y residuos
  9. Nuevas combinaciones de materiales
  10. Réplicas exactas

Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete aquí

Te puede interesar