Desde que los humanos empezaron a pensar el cielo estrellado se ha convertido en una enorme fuente de interrogantes. De lo que hemos visto en el cielo, y de lo que nos ha sugerido en la Tierra trata Universo: Explorando el Cosmos (Phaidon) un volumen con trescientas imágenes que recorren la fascinación de la humanidad por el espacio exterior.

Un recorrido que traza una línea, en la inmensidad de los interrogantes que nos llegan desde el espacio, desde las pinturas de los prehistóricos, pasando por manuscritos del medievo, hasta la tecnología más avanzada disponible por los sapiens, como puede ser el telescopio espacial Hubble. El trazado no es sólo científico, sino también cultural, ya que son múltiples las formas de expresión con las que hemos respondido a los estímulos de las estrellas.

El espectro cultural abarca desde el misticismo religioso hasta la obra de Warhol pero, sobre todo, cubre cómo el cielo ha estado presente en todas las civilizaciones, como las precolombinas o la islámica. Entre las imágenes del libro hay algunas que se han convertido en auténticos iconos de la historia de la humanidad como la huella de Buzz Aldrin en la superficie lunar tomada en 1969.

La tierra desde la Luna

La tierra desde la Luna

Otra importante imagen recogida en el volumen es la primera foto de la Tierra tomada desde el espacio, esta junto a la foto de nuestro planeta desde la superficie lunar tuvieron un importante impacto en el imaginario colectivo y significaron una importante toma de conciencia de la fragilidad del planeta azul que por entonces vivía el nacimiento de los movimientos ecologistas.

Hitos de la astronomía

Las imágenes reunidas en Universo están contextualizadas con un accesible ensayo de Paul Murdin, uno de los astrónomos más importantes de Reino Unido, que ha trabajado por todo el mundo y para instituciones que van desde el Gobierno británico hasta la Royal Astronomical Society.

Las obras de arte se complementan con una cronología astronómica que abarca un periodo de 13.800 millones de años, desde el Big Bang hasta el descubrimiento realizado este año por el telescopio Spitzer de la NASA, que detectó siete planetas del tamaño de la Tierra en la constelación de Acuario. Dicha cronología incluye los grandes hitos  tecnológicos que han permitido la observación de objetos en el cielo nocturno desde la invención del telescopio en 1609.