Escribimos estas líneas a pocos días de iniciar nuestro regreso a España. Aún al calor de la conmemoración del 8 de Marzo, Día de la Mujer, queremos recordar a Josefina Castellví, la oceanógrafa, bióloga y escritora que en 1984 fue la primera mujer española en participar en una expedición a la Antártida.

Las integrantes del AccionaTeam hemos escrito una carta a esta científica de primer orden y a la que debemos en gran medida que hoy estemos escribiendo estas líneas desde el continente helado.

Muchas gracias por haber abierto camino en el hielo más antiguo del mundo.
Muchas gracias por tu coraje, tu perseverancia y tu curiosidad apasionada.
Muchas gracias por haber comenzado tantos años dando las campanadas al son de glaciares colapsando, lejos de tu casa, pero cerca de los tuyos.
Muchas gracias por tu liderazgo, tu compañerismo y tu compromiso.
Muchas gracias a ti Josefina y a todas las pioneras que como tú han luchado para hoy podamos ir a la universidad, licenciarnos, ser independientes y desarrollar una carrera profesional.
Muchas gracias por haber puesto la semilla en el suelo más inhóspito, en el lugar imposible, en el más frío y lejano. Es urgente que nuestra sociedad cambie y se den las condiciones para que estas semillas crezcan libres y fuertes, para que las niñas de hoy puedan llegar a dónde quieran, para que mañana no sea noticia que mujeres científicas van a la Antártida, al Ártico o Saturno.
Muchas gracias por tu fuerza infinita.
Moltes gracies, Josefina.

Al hilo de este recuerdo, queremos también poner en sobre la mesa que las mujeres son uno de los colectivos más impactados por el cambio climático. Sin ir más lejos, la desertización hace que el agua esté cada vez más lejos de los poblados y resulta que son las mujeres quienes llevan a cabo la tarea de ir a buscar agua; cada vez tienen que recorrer más kilómetros, más lejos de sus aldeas con el riesgo de ser violadas en el camino, cuando no asesinadas.

Cuando hay desastres provocados por la naturaleza, el porcentaje de mujeres muertas es siempre más elevado que el de hombres, ya que en general, son ellas las que están a cargo de niños y también de los ancianos. Ellas nunca abandonan y al final lo pagan con la muerte. Además, tienen menor acceso a la educación, cuando llegan estas catástrofes no saben ni nadar..

La perspectiva de género es esencial para luchar contra esta realidad. Y las científicas tenemos un papel imprescindible en esa batalla.