Desde hace una década, sabemos que las gallinas y las avestruces son lo más parecido a un dinosaurio aviar que nos queda hoy (vienen del mismísimo T-Rex). Sin embargo no nos sirven para imaginarnos cómo eran los vuelos jurásicos, por razones obvias. Se han encontrado restos de grandes aves primitivas extintas y emplumadas (arqueópteros), a medio camino entre dinosaurios y pájaros que quizás planeasen. Sin embargo, sí que tenemos un ejemplar actual cuya manera de desplazarse se parece a cómo lo hacían los pequeños dinosaurios, eso sí, sin plumas: el murciélago. No es un ave, como no lo eran algunos dinosaurios voladores. Desde 2015 sabíamos de los llamados scansoropterígidos, con alas membranosas. Ahora acaban de presentar una nueva especie similar, lo que confirma que el vuelo jurásico se parecía bastante al de nuestros actuales murciélagos nocturnos y menos al de las películas.
En la película Jurassic World (Colin Trevorrow, 2015) hay una escena en que terosaurios fuera de control atacan a los humanos que visitan el parque. Los terosaurios fueron saurópodos del Mesozoico, los primeros en volar. Aunque en el filme aparecen con sus características membranas, es imposible que con ese tamaño de alas fueran capaces de levantar con sus garras a humanos, desplazándose en vuelo con ellos como carga. Su vuelo no se correspondería tanto con ese potente batir de alas. Especialmente, si hablamos de especies pequeñas como la descrita por este equipo chino de investigadores. |Vídeo: Mario Viciosa / Nature
Los detalles de un fósil de la especie scansoriopterygid con alas de murciélago, encontrado en Liaoning (China), se acaban de presentar en Nature. Este espécimen, que data de hace aproximadamente 163 millones de años, proporciona datos que sugieren que los dinosaurios están estrechamente relacionados con las aves que experimentaron diferentes estructuras de alas cuando empezaron a volar.
"Tiene alas membranosas, un aparato de vuelo que antes era desconocido entre los terópodos pero que es utilizado tanto por los linajes pterosaurio como por el de los murciélagos", explican los autores. Hay que tener en cuenta que los murciélagos son los únicos mamíferos con vuelo activo que quedan en la actualidad.
Los scansoropterígidos forman un grupo de diminutos dinosaurios (no superaban los 200 gramos) que generalmente se reconstruyen como trepadores de árboles con plumas, con garrar y dedos muy largos. En 2015 se descubrió uno –bautizado como Yi qi– que resultó diferente. Además de las plumas, Yi qi tenía lo que parecen ser alas de membrana sostenidas por un estiliforme hueso largo y puntiagudo de la muñeca. Este tipo de ala de ha sido utilizada por sus descendientes que no son dinosaurios voladores, como los murciélagos y los pterosaurios (los de la película), pero antes era desconocida entre los dinosaurios terópodos (como el T-Rex o los propios scansoropterígidos).
Min Wang y sus colegas describen ahora un scansoropterígido llamado Ambopteryx longibrachium, que tiene alas membranosas y un estiliforme, similar a Yi qi . Sin embargo, varias características distinguen al Ambopteryx de su primo Yi, incluido un hueso más ancho de la extremidad anterior, una cola corta que termina en vértebras fusionadas y brazos más largos que sus patas.
Los autores muestran que los cambios en la estructura de las alas evolucionaron en fechas en que se produjo la división entre los scansoropterígidos y los linajes de las aves, ya que los dos experimentaron diferentes caminos para llegar al aire. Sugieren que las alas membranosas y las extremidades anteriores alargadas presentes en los scansoropterígidos probablemente supusieron cortos vuelos. Eso ocurrió antes del predominio posterior de las alas emplumadas en sus descendientes.
"El vuelo evolucionó de forma independiente en vertebrados pterosaurios, aves y murciélagos", explican los autores en su artículo. "Cada cual tiene una configuración diferente de los elementos óseos y las estructuras epidérmicas que forman las alas. Mientras que los primeros registros fósiles de pterosaurios y murciélagos son escasos, la evidencia creciente (principalmente de China) de dinosaurios no aviares y aves del Jurásico Medio-Superior y Cretácico Inferior ha permitido unir lentamente las piezas de los orígenes de vuelo aviar".
"Nuestros análisis muestran que los cambios en la arquitectura del ala evolucionaron cuando se dividieron los scansoropterígidos del linaje aviar". La evolución los llevó por caminos muy diferentes para volverse voladores. Las plumas se demostraron más eficaces para volar en esos pequeños tamaños. Y, de ahí, el éxito de las aves en la historia evolutiva.
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