El consumo de cocaína en España está por encima de la media europea. Según el último observatorio de la UE, el 2,8% de los jóvenes españoles entre 15 y 34 años consume esta sustancia, por encima de la media comunitaria del 2,4%, aunque por debajo de otros países como el Reino Unido (5,3%), Países Bajos y Dinamarca (3,9%) o Francia (3,2%).

La Guardia Civil, en su perfil oficial de Twitter, se ha hecho eco de un gráfico en el que se detallan los trece agentes químicos habitualmente presentes en una raya de cocaína, la manera más habitual de consumir esta droga esnifada.

La pureza de la cocaína que se distribuye generalmente entre consumidores es de entre un 60 y un 92%, mezclada con ingredientes químicos de todo tipo.

Entre ellos hay químicos como la fenacetina (analgésico retirado del mercado en los años 80 que puede causar serios daños al riñón y al hígado), la ciclofalina (que produce temblores, nerviosismo, depresión o fatiga), anfetaminas o sosa cáustica (que puede llegar a causar la muerte).

Las rayas de cocaína también llevan habitualmente pesticidas como la estricnina (estimulador del sistema nervioso) y detergentes como el borax (también utilizado como detergente, antiséptico, fertilizante y plaguicida).

La cocaína consumida también presenta habitualmente efedrina (broncodilatador que favorece la depresión, el delirio y las alucinaciones), talco, tiza y anestésicos como lidocaína y procaína.