La Carrasca de Lecina (Huesca), la encina milenaria que este miércoles ha sido elegida Árbol Europeo del Año, ha cambiado la vida de los trece habitantes de esta localidad aragonesa del municipio de Bárcabo, que se reivindica ya como destino turístico natural y como aglutinadora de un corredor que una dos de los considerados pueblos más bonitos de España: Alquézar y Aínsa.

"Sin saberlo, la Carrasca ha conseguido unirnos más a todos, y hemos convocado una reunión de cara a las próximas semanas para abordar un proyecto en común", ha considerado la alcaldesa de Lecina-Bárcabo, Carmen Lalueza, según informa la asociación impulsora de la iniciativa en un comunicado.

El ya famoso árbol ha ganado el concurso ‘Tree of the Year (donde ha competido junto a ejemplares de otros trece países) y ha obtenido 104.264 apoyos, el número más alto en la historia del concurso.

El proceso, después de que la Carrasca fuera nombrada Árbol del año en España, contagió de ilusión a todo el pueblo, pero también al resto de Aragón y a muchos rincones del país.

Es la primera vez que un árbol de España obtiene este título europeo, que se entrega cada año y cuyo nombre se ha dado conocer desde Bruselas en un acto virtual que ha sido seguido desde la plaza de Lecina, con nervios y emoción a partes iguales, por los vecinos, en una jornada histórica para este pueblo del Alto Aragón.

Vecinos que, al conocer la noticia, exclamaban frases como: "Ahora se sabe que Lecina existe, incluso dónde está y que humor no nos falta” o “Como Eurovisión parece que nunca lo ganamos, al menos en árboles hemos dado el do de pecho” y que ni en sus mejores sueños imaginaban, según decían el cariño que les ha llegado de tantos lugares.

Los nervios de las últimas semanas, esperando el veredicto, se han convertido en alegría colectiva.

La eurodiputada socialista Isabel García, quien impulsó la candidatura, ha compartido con los vecinos este momento y ha asegurado que "se ha superado cualquier expectativa". Se ha mostrado orgullosa también de que los aragoneses hayan conseguido "dar más visibilidad este año al concurso”.

A su juicio, esta encina "se ha convertido en emblema de todos los pequeños pueblos que se esfuerzan por salir adelante un día sí y otro también", a la vez que "demuestra que la España Rural tiene mucho que decir en el ámbito europeo durante los próximos años, ligada a una nueva forma de hacer turismo que puede revitalizar estas zonas".