La primera previsión de llegada de la lava al mar fue muy optimista. Se cometió el error de considerar que la velocidad de la lava mientras bajaba por la ladera iba a ser constante y no lo fue. El lunes empezó a decelerar y lejos de llegar al mar a las 20.00 como se dijo inicialmente se frenó e inició una lenta extensión de su ancho. Según el Comité Director de la crisis en estos momentos la lava avanza a 4 metros por hora y anoche recorrió sólo 15 metros.

Frente a una colada delgada y rápida el volcán de La Palma está dejando una colada cada vez más grande y bastante lenta lo que hace que sea más destructiva en cuanto a bienes materiales. Como se puede apreciar en la imagen facilitada por Copernicus, programa europeo de seguimiento y monitorización de emergencias, el crecimiento del área afectada se ha ralentizado en la dirección al mar.

Mapa de avance de la lava con información de Copernicus. R.O.
Mapa de avance de la lava con información de Copernicus. R.O.

En la última información disponible el área afectada se ha incrementado de 103 a 153 hectáreas. La parte positiva de la lentitud de la lava es que ha permitido a los bomberos, en colaboración con los técnicos de Instituto de Volcanología de Canarias (Involcan), intentar a salvar viviendas frente a la lava realizando actuaciones puntuales en en terreno a efectos de desviar la lava. Operaciones en su mayoría infructuosas pero que han permitido salvar algunas viviendas. De momento las viviendas destruidas suman cerca de 200 pero algunas previsiones apuntan a que pueden llegar al millar.

La otra parte positiva de la lentitud de la lava es que los vecinos de Todoque, donde la colada está ahora arrasando todo a su paso, tienen tiempo hasta las 21 horas de hoy para salvar los enseres y bienes que estimen de sus propiedades.

Las nuevas previsiones de los técnicos fijan la duración de la erupción del volcán entre 24 y 84 días, con una media de 55 días, o lo que es lo mismo, podría seguir expulsando lava al menos hasta noviembre o incluso llegar a diciembre.