La misión espacial DART de la NASA ha despegado este miércoles desde la Base de Vandenberg (California), en un cohete Falcon 9 de SpaceX. Su objetivo es viajar hasta un asteroide, impactar en él y desviarlo de su trayectoria. No es un asteroide peligroso para nosotros, pero podría serlo, por lo que sería necesario desviarlo. Esta es la hipótesis del experimento de la misión DART, un pequeño impacto de una nave sobre un cuerpo celeste, a mucha distancia de la Tierra, puede desviarlo miles de kilómetros de su ruta. Si la Tierra estuviera en esa ruta, saldría de su camino y no impactaría con ella. 

El objetivo de DART son dos cuerpos celestes que rotan uno alrededor del otro, el más grande tiene 800 metros y se llama Didymos y el cuerpo pequeño que es su satélite, Dimorphos, tiene 180 metros. Sobre éste último impactará DART.

Del éxito de la misión DART depende, en gran medida, la supervivencia de los humanos en nuestro planeta. Desde que sabemos que los dinosaurios desaparecieron de la faz de la Tierra por causa del impacto de un meteorito miramos de reojo al espacio, pero fue 1994 cuando el cometa Shoemaker-Levy 9 impactó con Júpiter cuando lo vimos claro. 

En ese momento asistimos, en directo, a la colisión y vimos el peligro ante nuestros ojos. Desde ese momento las agencias espaciales de Estado Unidos (NASA), de Europa (ESA) y de Japón (JAXA) trabajan en el desarrollo de estrategias de defensa planetaria. La NASA lanza ahora la misión DART (Double Asteroid Redirection Test o prueba de redirección de asteroide doble) en la que se pondrá en práctica una de las estrategias desarrolladas.

“Había necesidad de hacer experimentos específicos para prepararnos en el caso de que un asteroide pasará a ser un peligro para la Tierra, cosa que no ocurre en este momento. Aunque es frecuente la entrada de meteoritos en la Tierra son siempre muy pequeños. Cuando hablamos de defensa planetaria estamos hablando de asteroides o cuerpos celestes que podrían generar daños a gran escala”, explica Mariella Graziano, Directora ejecutiva de estrategia y desarrollo comercial de Sistemas de Vuelo y Robótica de Espacio de GMV.

Graziano y su equipo están dentro del programa HERA de la ESA que junto con DART de la NASA son dos misiones complementarias de defensa planetaria. En 2024 la ESA lanzará la misión HERA que tiene como fin llegar de nuevo a este sistema binario y hacer fotos del cráter que ha dejado DART y evaluar cuánto se ha desviado por el impacto. GMV está encargada del sistema de navegación y control de HERA.

Tuit de la NASA con el vídeo del lanzamiento del DART.

“Son dos misiones muy independientes, si DART no va bien HERA tiene valor por sí misma. Pero en su conjunto van a ser un avance enorme en la defensa planetaria”, asegura Graziano. En estas misiones se va a probar mucha tecnología nueva y se va a ver la capacidad de realizar operaciones de cercanía a objetos celestes sin masa, como la de Dimorphos sobre la que impactará DART. “Esto no se ha hecho nunca y es útil no sólo para la defensa planetaria sino para otras aplicaciones como el control de la basura espacial”, afirma. 

Las lecciones de esta misión son muchas, si tiene éxito se sabrá qué hacer frente a un asteroide de este tamaño, pero queda mucho por investigar. “Si viene un objeto hacia la Tierra del tamaño del Everest, habría que pensar bien qué hacer, en situaciones normales esta técnica es muy prometedora. Nos estamos preparando y no hay un peligro real, esto sirve para hacer ver a los políticos para que vean este problema a nivel mundial, esto no lo puede solucionar un país, esto es un problema para todos.

Impactos en la Tierra

Chicxulub, el meteorito que acabó con la presencia de los dinosaurios en la Tierra hace 66 millones de años, dejó una huella de 25.000 kilómetros cuadrados en la península de Yucatán, en México. Además del meteorito que acabó con los dinosaurios tenemos muchas evidencias de antecedentes en impactos de asteroides en la Tierra. El cráter Vredefort en Sudáfrica revela un impacto de hace 2.000 millones de años. Es el cráter visible más antiguo que hay en la superficie de la Tierra y tiene 300 kilómetros de diámetro.