Oumuamua es desde 2017 el primer objeto interestelar conocido del Sistema Solar y uno de los grandes misterios de la Astronomía de los últimos tiempos que ha dado pie a pensar que pertenecía a una civilización extraterrestre lejana. La razón por la que se pensó que era una nave u objeto con tecnología propia es porque su movimiento no era regular, sino cambiante, estaba acelerando.  

Tiene 800 metros de longitud y es de color rojizo, fue detectado por el Observatorio Haleakala de Hawai (EE.UU.), por eso se llama Oumuamua, que en hawaiano significa explorador. Una nueva teoría puede haber dado con la explicación de por qué este explorador de nuestro sistema solar acelera

Según un modelo desarrollado por Jennifer Bergner y Darryl Seligman de la Universidad de California la aceleración de Oumuamua se atribuye a la liberación de hidrógeno molecular atrapado en el interior del objeto. Este hidrógeno se ha formado mediante el procesamiento energético del hielo rico en agua cuando el cuerpo pasaba cerca del Sol, y posteriormente se libera del objeto, curvando ligeramente su trayectoria a través de nuestro Sistema Solar. 

En el estudio publicado en Nature estas reacciones han sido demostradas en trabajos experimentales, mostrando que el hidrógeno molecular es producido y posteriormente expulsado bajo tales condiciones.

Explicación de la aceleración de Oumuamua.
Explicación de la aceleración de Oumuamua.

El astrónomo Marco Micheli responsable del NEOCC, el centro de la ESA para calcular las órbitas de asteroides y cometas y sus probabilidades de impacto en la Tierra, ha opinado sobre esta investigación en Nature. Según Micheli la propuesta de los autores es compatible con nuestra comprensión actual de cómo son los cuerpos  interestelares, y no supone que contengan material exótico que no esté presente en los cometas en los cometas que se originan en el Sistema Solar. 

“Al mismo tiempo, la idea de que estos objetos extraños se parecen mucho a nuestros cometas lleva a una pregunta obvia: ¿por qué no vemos fuerzas no gravitacionales similares en los miles de cometas que hemos observado hasta ahora en nuestro Sistema Solar?”

El propio Micheli responde a esa cuestión señalando que la explicación de Bergner y Seligman radica en que el mecanismo que describen es un superficial, en el sentido de que el calor del Sol sólo penetra en una pequeña capa cercana a la superficie del objeto. Esto significa que, cuanto mayor sea el objeto, menos dominante es el efecto. “Con un diámetro de unos 100 metros, Oumuamua es mucho más pequeño que los cometas normales, que suelen tener un tamaño de varios kilómetros, por lo que el efecto de superficie es más pronunciado en Oumuamua que en la mayoría de los cometas observados”, afirma.