Este martes la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ha publicado las primeras fotografías tomadas por la misión espacial Euclid. Son sólo cinco imágenes a todo color, pero suponen un gran salto. Porque, tal y cómo explicó la propia agencia europea, "ningún telescopio había sido capaz de crear imágenes astronómicas tan nítidas cubriendo una porción tan grande del cielo y llegando tan lejos en el universo oscuro".

Cabe recordar que el objetivo de Euclid es capturar imágenes de un tercio del cielo. A partir de ahí, medirá la posición y la distancia de miles de millones de galaxias, algunas de las cuáles están a una distancia de hasta 10.000 millones de años luz. Y con esos datos se creará un mapa tridimensional, que será "el mayor y el más preciso jamás realizado del universo", según explicaron desde la ESA.

"Nunca antes habíamos visto imágenes astronómicas como estas, que contuvieran tanto detalle. Son aún más hermosas y nítidas de lo que podríamos haber esperado, mostrándonos muchas características antes invisibles en áreas conocidas del universo cercano. Ahora estamos listos para observar miles de millones de galaxias y estudiar su evolución a lo largo del tiempo cósmico", explicó René Laureijs, Científico del Proyecto Euclid de la ESA.

La información que se extraiga de esas fotografías servirá para arrojar luz sobre el 95% del universo que a día de hoy sigue siendo desconocido. El modelo cosmológico estándar nos dice que está compuesto en un 70% de energía oscura y en un 25% de materia oscura. Pero esto sigue siendo todo un misterio. Por eso la ESA decidió poner a prueba el modelo con el lanzamiento de esta misión.

"Si tuviéramos que definir Euclid en una frase corta y sencilla sería que vamos a cartografiar el universo para hacer un mapa 3D de su estructura a gran escala. El objetivo es poner en escrutinio el modelo cosmológico actual para ver si es correcto o encontramos uno mejor", explicó Guadalupe Cañas, Investigadora Postdoctoral en Cosmología de la ESA, en la presentación de la misión que tuvo lugar en junio. "Queremos descubrir la naturaleza de la materia oscura y, sobre todo, de la energía oscura, que pensamos que es la responsable de que el universo se esté expandiendo de manera acelerada", añadió.

Para comprender por qué se está produciendo esa aceleración cósmica es preciso observar el pasado. Y cuanto más lejos se mire en el universo, más atrás en el tiempo estamos mirando en realidad. En ese sentido, Euclid también podrá ayudar a entender cómo ha evolucionado la estructura a gran escala y qué importancia ha tenido en todo el proceso la energía oscura.

"Lo que hace especial la visión de Euclid es su capacidad para crear una imagen visible e infrarroja notablemente nítida de una gran parte del cielo en una sola visita", explicaron desde la ESA en un comunicado este martes. "Las imágenes publicadas hoy muestran esta capacidad especial: desde estrellas brillantes hasta galaxias tenues, las observaciones muestran la totalidad de estos objetos celestes, sin dejar de ser extremadamente nítidas,, incluso cuando se acercan a galaxias distantes", añadieron.

Participación española en la misión

La misión fue lanzada el pasado 1 de julio desde la estación de Cabo Cañaveral de Florida (EEUU) en un cohete Falcon 9 de Space X. Tiene un coste aproximado de 1,2 mil millones de euros, y en principio está previsto que tenga una duración de seis años, aunque podría prorrogarse más tiempo. Con todo, Euclid ayudará a responder dos preguntas trascendentales: ¿Cómo se originó el Universo y de qué está compuesto? ¿Y cuáles son las leyes fundamentales de la física?

La nave orbita en torno al punto de Lagrange 2, donde también se encuentran los telescopios espaciales Gaia y James Webb, que se ubica a una distancia media de 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta. Es decir, cuatro veces más lejos de la Tierra que la Luna. Un lugar "ideal" para observar el universo, donde la atracción gravitatoria entre la Tierra y el Sol está prácticamente equilibrada, lo que provoca que sea muy estable.

Desde allí, Euclid capta la energía solar para abastecerse de energía y al mismo tiempo apunta su telescopio hacia el espacio profundo. Las primeras semanas se destinaron simplemente a poner a prueba todos sus componentes e instrumentos. Pero una vez ese proceso se completó, Euclid comenzó a cartografiar el universo oscuro.

Euclid es una misión construida y operada por la ESA con ayuda de la NASA. En el consorcio han participado más de 2000 científicos de 300 institutos de 13 países europeos, Estados Unidos, Canadá y Japón. La ESA seleccionó a Thales Alenia Space como contratista principal para la construcción del satélite y su módulo de servicio y a Airbus Defence and Space para desarrollar el módulo de carga útil, incluido el telescopio. Y por su parte, la NASA proporcionó los detectores del espectrómetro y fotómetro de infrarrojo cercano.

Nuestro país también ha formado parte del Consorcio que ha impulsado la misión desde su origen, y también ha participado en el desarrollo instrumental del proyecto y contribuirá a la explotación científica. Así, varias instituciones españolas, entre las que se encuentra el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), han trabajado durante más de once años en esta misión colaborando en el diseño, construcción y validación de la electrónica de control de uno de sus dos instrumentos a bordo