Marruecos sigue recuperándose tras un potente terremoto de magnitud 6,8 que sacudió a los alrededores de Marrakech poco antes de la medianoche de este sábado. Mientras tanto, en España comenzó a circular un bulo sobre unas “fotos del terremoto de Marruecos”, que te hackean el móvil en 10 segundos. No es la primera vez que se aprovechan las grandes tragedias para difundir información falsa. 

“Van a subir unas fotos del terremoto de Marruecos por WhatsApp. El archivo se llama Ondas Sísmicas CARD, no las abras ni veas, te jaquea el teléfono en 10 segundos y no se puede detener de ninguna manera. Pásale el dato a tus familiares y amigos. NO LO ABRAN. También lo dijeron por TV", decía la cadena del mensaje reenviado por Whatsapp. 

Sin embargo, no es la primera vez que los usuarios detectan este tipo de mensajes en sus grupos de familia o amigos. La última vez se trataba del supuesto terremoto de Cariaco (Venezuela) en agosto de 2023, que ya desmintió en su momento VerificaRTVE. Con las frases exactas, lo único que cambia es el nombre del supuesto archivo. 

Sin embargo, en estas fechas no se registró ningún seísmo en esta localidad venezolana. Tampoco existió un archivo que hackeaba el dispositivo móvil en cuestión de segundos. Según aseguran varios expertos, se trata de bulo que aprovechas las situaciones de emergencia para colar un mensaje falso. 

El mismo mensaje de Whatsapp con diferente nombre del archivo

Asimismo, durante la pandemia de COVID-19, también se viralizaron este tipo de cadenas por WhatsApp. Los nombres de los archos hacían referencia a distintos países, como “México lo hizo”, "India lo está haciendo" o "Argentina lo está logrando". Sin embargo, ni el el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ni las autoridades correspondientes tenían constancia de estos supuestos archivos maliciosos.

"No se sabe quién es el remitente, no enlaza a ninguna fuente oficial, invita a la redifusión del mismo y contiene el factor alarma o urgencia a realizar una acción si no se quiere tener una consecuencia", aseguró el INCIBE en unas declaraciones a VerificaRTVE.

Un hecho con el que coincide Lorenzo Martínez, director de Securízame, la consultoría en proyectos de seguridad informática. El experto aseguró a El Independiente que este tipo de prácticas se lleva haciendo durante mucho tiempo a través de diferentes canales de comunicación. 

“Antiguamente se hacía con correo electrónico. Luego pasaron a la mensajería instantánea de Microsoft Messenger. Cuando había una catástrofe, para aprovechar cierto morbo se lanzaba una serie de mensajes que sí podrían ser nocivos para los dispositivos móviles. Lo solían hacer a través de un PDF o un documento”, añadió Martinez. 

Procesos muy complicados que requieren tecnología cara 

Sin embargo, aunque las cadenas de Whatsapp siguen la misma estructura, sus efectos no son tan dañinos. Se debe a que se trata de una herramientas muy caras, que están a disposición de muy pocas personas o gobiernos, como es el caso Pegasus. Además, suelen dirigirse a figuras de poder que podrían tener información sensible. 

“Que al abrir una foto te vayan a hackear el teléfono es francamente complicado. Nadie se va a gastar el dineral que vale hacer esto en comprometer el teléfono de una persona normal y corriente. Eso se emplea en base a los llamados grupos de ataque Estado, es decir, entre gente muy poderosa”, puntualizó el experto en seguridad informática. 

Para minimizar las posibilidades que esto pase, Martínez recomienda actualizar los dispositivos al día siempre y cuando estas vengan de proveedores oficiales como Apple y Android. Además, los ciudadanos deberían tener en sus teléfonos solamente las aplicaciones que utilizan de manera habitual. Se debe a que a mayor cantidad de apps, mayor es la superficie de exposición para que los terceros puedan aprovecharse de ello.

Por lo que no, las “fotos del terremoto de Marruecos” no pueden hackear el móvil en 10 segundos. Mientras tanto, continúan en las zonas afectadas las tareas de búsqueda de supervivientes. Se trata del peor seísmo en 123 años en el país vecino, que se ha cobrado al menos 2.122 vidas y ha dejado más de 2.400 heridos.