La inteligencia artificial ya puede ser nuestra compañera para hacernos los viajes más fáciles cuando visitamos países en los que no tenemos posibilidades de comunicarnos porque no conocemos el idioma. Esto es lo que hace el dispositivo de Vasco Electronics, el Vasco V4, que es capaz de traducir 76 idiomas por voz y 108 por foto. Hemos querido comprobar su utilidad en distintos estands de Fitur con lenguas muy distintas del castellano.

En Vasco Electronics, que se llaman así por el navegante Vasco de Gama -al ser una empresa especializada en servicios tecnológicos para el turismo y los viajes- usan unos servidores con inteligencia artificial con modelos de aprendizaje automático que mejoran la calidad de la traducción. “En la traducción hay varios procesos en los que interviene la inteligencia artificial, como el reconocimiento de voz automático, la traducción automática que se realiza en nuestros servidores y la locución automática que también tiene algo de IA”, explica Tomasz Stiomski, responsable de producto de la empresa polaca.

Ante el descomunal reto de traducir todos los idiomas del mundo la empresa utiliza varios proveedores para el aprendizaje de idiomas. “Se hace una formación a la inteligencia artificial por parejas de idiomas, por ejemplo polaco y español, que se van mejorando con las actualizaciones automáticas del dispositivo. Se recopilan los datos de los idiomas, se entrena el modelo y luego lo usas en el dispositivo”, explica Stiomski. 

Hasta diez empresas proveen a su IA de idiomas y mejoras, tres empresas participan en la traducción automática y cinco realizan la alocución de texto a voz de las traducciones. “Lo que abarcamos es gigantesco, sería imposible hacerlo como una empresa sola”, asegura el responsable de producto.

Roaming por el todo el mundo

El dispositivo ya se usa en las oficinas de turismo de Cracovia, Polonia, país de donde procede la empresa. “Resulta muy útil para atender a personas que no sabemos sus idiomas”, asegura Aga Wil de Turismo de Polonia. El Vasco V4 no necesita de acceso a internet por parte del usuario porque ya lleva incorporada un tarjeta SIM que garantiza el acceso a la traducción. “El usuario no tiene que pagar por uso de datos ya ”, explica Fernando Santonja, director regional en Sur de Europa de Vasco Electronics.

La tarjeta que incorpora su dispositivo utiliza la tecnología 4G para conectar con los servidores que realizan la traducción. “Nos conectamos a la red que más cobertura tenga de manera que la traducción sea lo más rápida posible. En zonas urbanas no hay ningún problema, en algunos espacios rurales con menos cobertura puede tardar un poco más en dar la traducción”, afirma Stiomski. “Es completamente gratis gracias a nuestros acuerdos con los operadores de telefonía local de todo el mundo”, añade. 

Las traducciones requieren de los procesos de inteligencia artificial y no se pueden hacer sin conexión, necesitan acceder a sus servidores. El acceso con la SIM funciona sin coste en cerca de 200 países de todo el mundo.

En Japón nos atiende Manolo Fukuda que habla tanto español como japonés, la traducción es, de nuevo, satisfactoria. Hacemos preguntas sencillas sobre turismo dónde ir, qué ver y la traducción es correcta. “Es un dispositivo muy útil, en especial en países como Japón en donde hay muy poca gente que hable inglés y donde los idiomas no tienen nada que ver con el español”, confiesa.

Quienes han viajado a Japón cuentan la cantidad de veces que se han enfrentado a un menú en el que no se entiende nada, no sabes lo que pides ni el servicio puede explicarte qué pedir. El Vasco V4 permite hacer fotos a carteles o cartas de restaurante y lo traduce al español en el momento, este servicio es posible para 108 idiomas.

Para resolver situaciones sencillas estos dispositivos son muy útiles, otra cosa es que tengas un problema en el país

Ángel García, traductor de griego

En Fitur el dispositivo traduce a gran velocidad, lo probamos en el estand de Serbia donde una responsable de turismo de Belgrado nos indica dónde podemos salir por la noche. La respuesta es satisfactoria. En el mostrador de Grecia nos atiende Ángel García, traductor de griego, es escéptico pero comprueba su funcionamiento. “Creo que para resolver situaciones sencillas estos dispositivos son muy útiles, otra cosa es que tengas un problema en el país y tengas que ir a la comisaría, por ejemplo”, afirma. Cree que la IA todavía no le va a quitar el trabajo. “De momento”, deja caer la coletilla. "De momento, a nosotros tampoco", le contestamos.