Es una revolución que hace tiempo que toca a nuestra puerta. Es tecnológica, de gestión de datos que crecen de modo exponencial al ritmo que lo hace la Inteligencia Artificial y la digitalización de la economía. Detrás de cualquier uso de Internet, de la Inteligencia Artificial o del simple envío de un correo electrónico hay un servidor que lo hace posible y lo almacena. Sistemas cada vez más complejos y relevantes que las empresas ya no poseen en sus instalaciones y que dejan en manos de imponentes centros de datos con cientos de servidores en los que, de algún modo, se procesa y guarda la vida digital de empresas y ciudadanos. El futuro de la Inteligencia Artificial y su impacto centrará el VIII Congreso Internacional de Inteligencia Artificial que El Independiente celebrará el próximo 3 de octubre en Alicante.
Actualmente, la capacidad instalada en los alrededor de un centenar de centros de datos operativos en nuestro país es de 178 MW. La demanda de servicios como estos no dejará de crecer y las costuras de nuestro sistema hace tiempo que no dan más de sí. La red eléctrica está saturada y autorizar el acceso de nuevos clientes a los que suministrar energía se hace cada vez más complicado.
La lista de espera para poder engancharse es larga. El sector estima que existe una demanda para alcanzar una potencia instalada en centros de datos de hasta 737 MW en 2026, cuatro veces más que al cierre del año pasado. Sin embargo, este crecimiento que ya se visibiliza en forma de proyectos y anuncios de nuevos centros de datos en nuestro país, se enfrenta a la dificultad de no ser viable por falta de capacidad de la red de transporte y distribución eléctrica española.
Ya el año pasado, el 41% de las solicitudes de energía realizadas por centros de datos fue rechazada y otro 56% se dejó en estudio. De este modo, apenas una pequeña parte de los 19,3 GW solicitados por el sector pudo ser correspondido. “Existe un ‘cuello de botella’ que está frenando o retrasando la conexión de nuevos proyectos”, señalan desde SpainDC, la asociación que agrupa a los centros de datos en España.
Mejoras en la red eléctrica
El informe de demanda e impacto de los centros de datos en España, que Spain DC ha elaborado junto a Accenture, prevé que en nuestro país se dispararán los servicios de ‘multicloud’ o de uso de la ‘nube’. La previsión es que se alcance incrementos del 20% anual y que además cada vez se requerirán una mayor flexibilidad y procesamiento de datos por la irrupción de la IA y los sistemas 5G con velocidades ultrarrápidas que deberán prestarse con una baja lactancia o demora en todo el proceso.
El Gobierno ultima ya un plan para el próximo lustro en el que plantea una actualización y modernización de la red y del marco regulatorio. La planificación dada a conocer prevé inversiones por un importe de 13.590 millones de euros hasta 2030 y de ellos una parte importante irá destinada a resolver los problemas de entrada de los centros de datos proyectados en nuestro país. Pese a suponer una mejora, se antoja que será insuficiente. El Ejecutivo ya ha avanzado que el plan reserva a los ‘data centers’ una ampliación de potencia concedida de 3,8 GW, apenas una cuarta parte del total de la solicitada el año pasado.
La demanda de energía y acceso a la red procedente de los centros de datos llega de sectores como las comunicaciones, medios y tecnología, que reclaman el 21% de la demanda, seguido por los servicios financieros, que suponen el 17% o la Administración pública, con un 18%. El comercio representa el 10%. En nuestro país se generan cada año 1,53 Exabytes (EB) de datos, una cantidad importante pero que apenas representa el 4,9% del total de datos que se generan en Europa.
La elección de España como un lugar apropiado donde instalar este tipo de centros para procesan y almacenar datos viene favorecida por diversos aspectos. Uno de ellos es su ubicación geográfica. Situada entre tres continentes, las conexiones submarinas procedentes de América y África suponen una puerta de acceso importante a Europa y desde allí a Asia. Además, la importante capacidad de generación de energías renovables también irrumpen como un elemento clave para la implantación de estas instalaciones, a lo que se suma la buena red de fibra óptica con la que cuenta nuestro país.
58.000 millones en inversiones hasta 2030
En el conjunto del planeta el año pasado el consumo de datos se cuantificó en 163 exabytes y se calcula que en 2027 esa demanda alcance los 393 exabytes. En Europa el consumo alcanza los 34,3 exabytes y de ellos apenas 1,5 corresponden a España. Se trata de un crecimiento exponencial en el volumen de datos y que requerirá de una ampliación del número de centros de datos y de la capacidad de estos para absorber el proceso de transformación digital masiva y global que se seguirá intensificando.
La industria de los datos se ha convertido en un elemento clave de la economía española. Se estima que en los próximos cinco años las inversiones en torno a estas instalaciones superará los 58.000 millones de euros en el mejor de los escenarios, según estimaciones de Spain DC. Madrid, con un 54%, y Barcelona con algo más del 18% concentran la mayor parte de este mercado. En los últimos años otra comunidad autónoma ha irrumpido, Aragón, que aglutina ya el 10% de los proyectos y actividad en torno a los centros de datos.
El consumo de energía se incrementa pero también el temor a que en un país con tensión hídrica vea comprometido un recurso vital como el agua. Los centros de datos necesitan importantes cantidades de agua para refrigerar sus servidores, en funcionamiento las 24 horas de día. El sector recuerda que en nuestro país la mayoría de ‘data centers’ cuentan ya con sistemas de refrigeración basados en circuitos cerrados de agua. O incluso que ni siquiera emplean agua para evitar el recalentamiento de sus servidores sino sistemas de enfriamiento por aire, el llamado ‘free colling’. Se trata de un mecanismo que aprovecha las temperaturas frías del aire exterior para refrigerar estancias.
El sector se ha comprometido a llevar a cabo un ejercicio de transparencia y a comunicar públicamente los consumos de recursos que suponen el funcionamiento de los centros de datos. Algunas compañías han reconocido ya los consumos de agua que requerirán sus proyectos en España. Meta, por ejemplo, ha proyectado un centro de datos en Talavera de la Reina con una potencia instalada de 246 MW y que estima que requerirá un consumo de agua anual de 505 millones de litros, o lo que es lo mismo: más de 200 piscinas olímpicas. El centro de datos que Amazon plantea en Aragón, de 84 MW, consumirá 36,5 millones de litros; el de Microsoft en Meco (Madrid), de 58,8 MW de potencia instalada, necesitará 24,4 millones de litros al año y el previsto en Algete (Madrid) -32 MW- de 34,6 millones de litros. La disparidad de consumos viene determinada por el tipo de instalación, por su ubicación y por el sistema de refrigeración empleado en cada caso.
Te puede interesar
Lo más visto
Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registrado