La salud de las mujeres se ve especialmente afectada por el cambio climático, por lo que este martes en la Cumbre del Clima celebrada en Madrid se abordaron en un debate la búsqueda de sinergias durante la negociación de la COP25 y su reflejo en los correspondientes acuerdos. En el acto “Taclingk Gender Inequalities in Health and Climate Change”, la directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación, Pilar Aparicio Azcárraga, ha resaltado que en la actualidad se está viviendo "una revolución tanto verde como violeta”.

"Nos encontramos ante una emergencia climática y de salud pública", ha destacado Aparicio, quien ha añadido que el cambio climático afecta a las personas más pobres, sobre todo a mujeres y niños. En ese mismo sentido, la asesora ejecutiva de Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), Cristina Monges ha denunciado que “la mujer sufre mayores niveles de desigualdades, de discriminación y, por ende, padece más el cambio climático”.

Concretamente, ha detallado, “en muchos países en vías de desarrollo, son las mujeres quienes van a buscar agua, de hecho ocho de cada diez horas que se invierten en ir a buscar agua a una fuente segura, lo hacen mujeres, sobre todo niñas”. En su opinión, esto repercute directamente en salud, educación y acceso a servicios y recursos.

Estos motivos, entre otros como aquellos “de carácter religioso y cultural, impiden por ejemplo a las mujeres aprender a nadar. Por tanto, cuando hay inundaciones o fenómenos meteorológicos extremos no pueden actuar". Su vida se ve dificultada "en condiciones cada vez más extremas provocadas por el cambio climático, cuando en momentos de escasez ellas son las últimas en comer, dando lugar a casos de malnutrición”, ha agregado Monges.