Medio Ambiente

Dentro del cráter del volcán de Cumbre Vieja: "Hace dos días por aquí salía la lava a borbotones"

David Calvo, vulcanólogo de Involcan, relata a El Independiente cómo ha sido la primera expedición al cráter del volcán canario

Imágenes del interior del cráter del volcán de Cumbre Vieja

Imágenes del interior del cráter del volcán de Cumbre Vieja Involcan

Un equipo de expertos del Instituto Volcanológico de Canarias, el Involcan, ha accedido este miércoles por primera vez al cráter principal del volcán de Cumbre Vieja, después de que no se haya registrado actividad en las últimas 48 horas.

Han sido cuatro científicos del Involcan las primeras personas en pisar ese terreno inhóspito de la isla de La Palma, un lugar por el que hasta hace unas pocas horas salía la lava, los gases y las cenizas con violencia.

Tras dejar el coche en una pista cercana, se han ataviado con máscaras y botas, han cogido los aparatos para hacer sus mediciones y han andado cerca un kilómetro hacia el cráter.

No podemos tener ningún despistado en el grupo porque esto requiere concentración absoluta"

David calvo

"Nos hemos encontrado lo que esperábamos, mucho dióxido de azufre, bastante dióxido de carbono y temperaturas muy altas en el suelo. Es lo habitual en un lugar por el que salía lava a borbotones hace dos días", señala a este periódico el vulcanólogo David Calvo, uno de los cuatro intrépidos que han participado en la expedición. "Pero para nosotros es un día en la oficina, no es el primer cráter activo que visitamos en estas condiciones. Los hemos visto incluso peores".

En todo momento han estado en comunicación con la base por si hubiera un repunte de la sismicidad. "En ese caso nos avisan para que salgamos corriendo", cuenta. "Nosotros vamos con mucho tiento y cuidado porque es terreno inexplorado. Uno va delante observando si hay grietas o zonas de calor con fracturas y el resto tenemos que seguir detrás. No podemos tener ningún despistado en el grupo porque esto requiere concentración absoluta".

El volcán se apaga

La señal de tremor, un indicador del movimiento de la lava bajo la superficie, está parada desde la noche del lunes y desde entonces no se han registrado emisiones de lava ni ceniza. Además, no hay rastro de dióxido de azufre, lo que quiere decir que tampoco hay lava en la reserva para salir a la superficie.

El comité científico que sigue la emergencia corrobora que todos esos signos, junto con la reducción de la sismicidad y la ausencia de deformaciones del terreno, indican que la erupción se está agotando, pero se ha dado diez días de plazo para declararla finalizada, si se mantienen así todos esos parámetros.

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