España no está cumpliendo los objetivos de descarbonización, en 2022 las emisiones de gases de efecto invernadero de España aumentaron en un 9%, lo que representa un aumento del 5,7% en comparación con las emisiones del año anterior. Estas emisiones son el 34,1% del total de las emisiones del país, con un 2,3% procedente del sector de la aviación y el resto de sectores energéticos, industriales y cementeros, entre otros. Los sectores difusos, como el residencial, la agricultura, el transporte y la calefacción, representan el resto, un 66%.

Son datos del Descarbonización 2023 del Observatorio de Sostenibilidad. “En el año 2022 España emitió un 9% más de toneladas de CO2 en el mercado de carbono y las emisiones de CO2 asociadas a la producción de energía aumentaron un 24% y las de la aviación un 108%”, explica a El Independiente Fernando Prieto director del Observatorio de Sostenibilidad. “Todos los datos señalan que España no se está descarbonizando. La economía debería estar bajando sus emisiones con una tasa del 7% anual según Naciones Unidas, cuanto más tarde se tomen medidas más esfuerzos y más costoso será”, añade. 

España está obligada a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como firmante del Acuerdo de París para poder limitar el calentamiento global por debajo de 2°C en comparación con los niveles preindustriales y esforzarse por limitar el aumento de la temperatura a 1,5°C.

El aumento del 24% en las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción de energía significa que no se ha producido un avance significativo en la descarbonización en 2022.

Variación de la emisiones por comunidad

En el año 2022, la producción de energía en España estuvo fuertemente influenciada por la sequía, lo que resultó en una disminución del 40% en la generación hidroeléctrica. En respuesta, las centrales de gas aumentaron su producción en un 53% y las centrales de carbón en un 56%, lo que a su vez generó un aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero.

A pesar de algunos avances positivos, como el aumento de la penetración de las energías renovables eléctricas, en particular la energía fotovoltaica, se observan impactos ambientales y territoriales significativos. Aunque las proyecciones indican una disminución del consumo de combustibles para 2023, con una reducción del 3% en productos petrolíferos y del 18% en gas natural, la situación sigue siendo complicada debido a la persistencia del uso de ciclos combinados y carbón, la prolongación de la sequía que afecta la producción de energía hidroeléctrica y el aumento del transporte.

Las emisiones de las diez principales empresas representan el 60,5% del mercado de carbono y el 20,5% del total de emisiones. Además, las 20 primeras empresas son responsables del 72,5% del mercado de carbono y del 24,5% del total de emisiones del país. Si se consideran las 50 principales empresas, éstas son responsables del 86,0% del mercado de carbono y del 29,1% de las emisiones totales del país en 2022. Estos datos sugieren que las empresas tienen una responsabilidad importante y diferenciada en la lucha contra el cambio climático.

“La descarbonización es un imperativo global por encima de cualquier contingencia, tenemos soluciones innovadoras y tecnologías para descarbonizar la economía, apliquémoslas sin más excusas y dilación”, afirma Juan A. Avellaner del Observatorio de Sostenibilidad.