España, julio de 2023, segundo año de sequía y entramos en la segunda ola de calor del verano, tercera del año: los embalses españoles se encuentran al 46,5 % de su capacidad, un  27% menos que la reserva hídrica media de los últimos diez años. Pese a la mejoría de junio, el primer semestre del año ha habido un 27% menos de precipitaciones respecto al año anterior, que tampoco fue bueno. Centenares de municipios de toda España empiezan a echar en falta agua, si bien no es un problema generalizado, donde ocurre tiene un impacto importante en la vida de los ciudadanos.

“El valle de los Pedroches y la comarca del Guadiato en Córdoba, en Vélez Málaga y algunos de los pueblos de la Axarquía, todos estos municipios tienen cortes de suministro que son parciales o totales. En las zonas costeras, como Rincón de la Victoria, en Málaga o Tarifa, Rota y Chipiona, en Cádiz las duchas y grifos de las playas se han quedado sin agua para ahorrar ante la escasez. Es una primera medida de ahorro”, repasa en una primera oleada de datos Luis Babiano de la Asociación de Operadores Públicos de Agua (AEOPAS).

Este experto ha visto pasar varios años desde esta asociación que representa la gestión pública de los recursos hídricos y ese tiempo se traduce en una menor disponibilidad de agua en nuestro país.  No es una percepción subjetiva, el Ministerio de Transición Ecológica asegura que los recursos hídricos del país han descendido un 12% desde 1980 que, lo que según sus estimaciones supone una merma de la oferta de agua de 1.300 hectómetros cúbicos anuales.

De acuerdo con el informe más reciente de seguimiento de la sequía del Ministerio para la Transición Ecológica, se registraron 26 Unidades Territoriales de Sequía (UTS) en estado de emergencia a finales de mayo. Estas UTS se distribuyeron de la siguiente manera: 7 en la cuenca del Guadiana, 6 en la cuenca del Ebro, 5 en la cuenca del Guadalquivir, 4 en las cuencas Mediterráneas Andaluzas, y 1 en cada una de las cuencas del Tajo, Segura, Tinto, Odiel y Piedras.

“Vamos a reducir los riegos a zonas verdes que realizamos con agua de los pozos y de la red. Y lo mismo con los baldeos de las calles, que llevamos tiempo sin hacerlos pero ahora se suprimen por completo, salvo causas justificadas. Además, hemos restringido el uso de las duchas de las piscinas municipales, que tienen unos 2.000 usuarios diarios” explica Raquel Casado, delegada de Medio Ambiente de la localidad cordobesa de Montilla

En esta localidad se rozan los 40ºC estos días y la semana que viene se prevé incluso que se superen. Estas temperaturas causan que la evaporación del agua aumente, lo que unido a la falta de lluvias y a la mayor demanda que se experimenta en la época estival ha dado como resultado una situación crítica: el embalse de Iznájar, que abastece de agua a los más de 22.000 habitantes, se encuentra al 18% de su capacidad. Por ello, desde el Ayuntamiento de la ciudad han impulsado una serie de medidas con el objetivo de ahorrar un 10% de agua. Si no lo consiguen, el siguiente paso será comenzar a efectuar cortes de agua. 

“Nuestros municipios se enfrentan a un gran desafío debido a la actual situación de sequía, que se prevé que se prolongará a lo largo de los próximos años. La planificación de la gestión del recurso, a través de planes de emergencia eficaces, es la gran prioridad para conseguir una respuesta rápida, coordinada y explicada a la población que no perdonará situaciones tan precarias como las que se produjeron en las sequías de los años noventa”, reflexiona Luis Babiano de AEOPAS. “Además de las medidas tradicionales, la reducción del agua no registrada y de las pérdidas de los sistemas a través de la digitalización deben de convertirse en acciones primordiales dentro de un nuevo modelo participado de planificación del agua”, añade.

En Cártama (Málaga) la situación es parecida. La Junta de Andalucía les mandó hace unos días una carta, destinada a ellos y a una quincena de municipios más, para informarles que estaban en situación de sequía excepcional. Ahora corresponde a cada gobierno municipal tomar las medidas que considere. En el caso de Cártama se ha delimitado el riego de jardines a una vez por semana (y siempre con agua no potable) y se ha prohibido llenar las piscinas y lavar los coches en la calle (sólo se podrá hacer en los sitios acondicionados para ello). Además, se ha eliminado el baldeo de las calles con agua potable, las duchas y los surtidores públicos y las fuentes que no tengan un circuito cerrado. 

Han cortado por lo sano con cualquier uso del agua que no sea “esencial”. “Estamos intentando concienciar a la gente para no desperdiciar nada de agua. Si estas medidas no funcionan, el siguiente paso es empezar con los cortes. Pero esperamos y confiamos que no haga falta llegar a eso”, señala una portavoz del Ayuntamiento, que explica que la situación actual de Cártama, de 25.000 habitantes, es “puntual”. Pero se muestra preocupada por la falta de lluvias en la zona y por las altas temperaturas registradas en los últimos días, donde se alcanzaron igualmente temperaturas casi 40 grados. “Y la semana que viene empieza otra ola de calor”, apunta la misma portavoz.

“La situación no es exclusiva del sur peninsular, en las cuencas internas de Cataluña el número de poblaciones afectadas ya alcanza a 495, más de la mitad de los que existen en Cataluña (947). Esas poblaciones tampoco podrán ahora usar agua para regar jardines, lavar coches y el consumo de agua se limita a 230 litros por día/ habitante, incluidas las actividades económicas y comerciales”, afirma Babiano en su balance.

Estrés hídrico, ¿la nueva normalidad del agua?

“No estamos en una situación generalizada de estrés hídrico, pero sí hay un estrés hídrico en una parte muy importante del país, en la agricultura, pero el abastecimiento urbano está garantizado hasta el invierno, eso no significa que haya municipios donde hay problemas de abastecimiento en muchos municipios y en más que podrá haber en próximas fechas”, explica Pascual Fernández, presidente de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS). Según su organización esto está motivado, principalmente, según Pascual, en que estos municipios no están integrados en sistemas generales de abastecimiento. 

“El cambio climático está acentuando este problema”, afirma Fernández, que destaca que la sequía de Europa del año pasado fue la mayor en 500 años. Con todo su organización no teme por el consumo humano del agua ya que la legislación es clara y antepone el consumo humano al de los usos agrícolas. Es previsible que el agua sea motivo de más conflictos institucionales y políticos como el de Doñana ya que por calentamiento global la disponibilidad de agua es menor, mientras la demanda agrícola continúa creciente. 

“El abastecimiento a poblaciones en nuestro país supone solo el 12% del consumo de agua, el principal consumidor es el regadío que copa más del 85% del consumo del agua, con la reducción de lluvias ya se riega durante todo el año, por eso estamos ahora a tantos puntos por debajo de la media de los últimos diez años para esta fecha”, afirma  Santiago M. Barajas de Ecologistas en Acción

Un millón de personas que recibe agua de abastecimiento con niveles de nitratos por encima de lo establece la normativa

SAntiago Barajas,, ecologistas en acción

Para este experto los embalses han dejado de ser almacenes de agua para ser “estaciones de transferencia", porque según llega a los embalses se derivan a los regadíos. "España riega por encima de sus posibilidades. Si se reduce el regadío el abastecimiento humano está plenamente garantizado, primero porque es solo el 12% y luego porque la mayoría del agua de consumo humano, un 80% vuelve al sistema hídrico”, asegura Barajas.

Muchos municipios del interior peninsular se ven privados de agua, no solo porque se va al regadío sino también porque la intensificación de los cultivos y la ganadería hacen que se contaminen las fuentes de agua de estos lugares. Es el caso de alrededor de una veintena de municipios de la provincia de Salamanca que no tienen agua potable para sus habitantes porque se ha contaminado por vertidos de herbicidas provenientes de la agricultura.

Se trata de poblaciones como Cantalpino, Encinas de Abajo, Ledesma, y varios pueblos pertenecientes a la agrupación Almenara-Norte. “En España hay cerca de un millón de personas que recibe agua de abastecimiento con niveles de nitratos por encima de lo establece la normativa y la OMS”, asegura el ecologista. Según un cálculo de Ecologistas en Acción, Seo/BirdLife y WWF dos tercios de la superficie de España cuenta con presencia de plaguicidas.

Impacto del turismo

Las restricciones no afectan a los municipios de costa en donde las desaladoras parecen ser la garantía de futuro para abastecimiento de agua como ocurre en Canarias. “Pero esto tiene un coste en emisiones ya que se usa gas”, recuerda Barajas. El Ministerio de Transición Ecológica contempla un plan para la electrificación de las desaladoras con placas solares, si bien gran parte de la desalación va para el regadío. 

“Hay zonas en la costa que no sólo tienen regadío, sino mucho turismo, por ejemplo la zona de la Axarquía tiene el embalse de La Viñuela en el 9% y se debe a las plantaciones de mangos y aguacates”, afirma Santiago Barajas de Ecologistas en Acción. En esta región malagueña se producen cortes nocturnos en los municipios de Vélez-Málaga, El Borge, Almáchar e Iznate.  “El turismo en determinadas zonas puede suponer un consumo importante porque son muchos turistas, el consumo se concentra en unos pocos meses y el consumo por turista es mucho mayor que el de los habitantes locales”, afirma Barajas.

Es posible impulsar un turismo que disfruta y al mismo tiempo conoce la realidad climática de nuestro país  

Luis Babiano (AEOPAS)

El ecologista apunta a los campos de golf que suponen un consumo de agua importante, aunque muchos lo hacen con agua reciclada. “La gente cuando hace turismo gasta más agua que cuando está en su casa. Hay que reducir el consumo de agua en el Turismo hay que racionalizarlo, por ejemplo prohibiendo el consumo de agua en las playas, hay quien dice que es poca agua, pero el problema de este agua es que no tiene retorno, el agua que gastamos en casa el 80% vuelve otra vez al sistema hídrico, mientras que esta se pierde”, asegura.

Según Luis Babiano se calcula “entre 450 y 790 los litros que consume diarios un turista, en función de la estación y de la zona. Estas cifras se calculan considerando el gasto hotelero y restaurador (cocina, lavandería, aseos, piscinas, refrigeración y riego), así como de actividades como el golf, las saunas, los parques temáticos y el gasto municipal en servicios de higiene. El de un ciudadano local está en una media de 127 litros días”. Estos expertos coinciden en que es necesario crear campañas de concienciación para que los turistas reduzcan el consumo de agua.

“Los establecimientos han implementado soluciones para mitigar el consumo. Se trata de opciones sencillas y baratas, entre las que se encuentra la reducción del caudal en grifos y duchas –que suponen un ahorro entre el 40% y 50%– y la implantación de cisternas de doble carga, entre otras medidas. Pero estos esfuerzos deben de ser complementados con mensajes pedagógicos porque es posible impulsar un turismo que disfruta y al mismo tiempo conoce la realidad climática de nuestro país”, afirma Babiano.