Europa es el mayor mercado mundial en el turismo de esquí. El viejo continente aglutina alrededor del 50% del total de estaciones del mundo, y más del 80% de aquellas que reciben más de 1 millón de turistas al año. Y en cuanto a visitantes no se queda atrás: recibe el 60% de todos los que se registran a nivel mundial (un 43% de ellos sólo en los Alpes).

En 2019, antes de la llegada del covid, nuestro continente recibió 209 millones de visitas de esquiadores. Diversos informes apuntan a que todas estas cifras generaban un volumen de negocios superior a 30.000 millones de euros anuales. Pero, una vez más, todo esto podría estar en riesgo por el cambio climático.

Hasta ahora se habían realizado diversos informes que estudiaban este tema a escala local o nacional. Pero un nuevo estudio publicado este lunes en la revista Nature Clima Change ha cuantificado el impacto del calentamiento global en las estaciones de esquí, y ha evaluado la huella medioambiental de la innivación, la fabricación de nieve artificial para contrarrestar este fenómeno.

El nuevo estudio ha recopilado datos tras realizar un análisis exhaustivo de 2.234 estaciones de esquí en 28 países europeos. Y según explican, en un escenario en el que el planeta se calentara 2ºC por encima de los niveles preindustriales el 53% de las estaciones se enfrentarían a un riesgo "muy alto" de falta de nieve. Si el aumento de temperatura fuera de 4ºC, el 98% de las pistas se verían muy afectadas, aunque habría "grandes variaciones regionales". 

Fabricar nieve artificial

"Las estaciones de esquí dependen de una capa de nieve fiable y predecible, lo que las hace muy vulnerables al cambio climático. Y una forma en que pueden responder a estos cambios es invertir en fabricación de nieve artificial, lo que podría garantizar un suministro confiable de nieve durante algunas partes del año en algunas áreas", explicaron los investigadores.

La falta ocasional de nieve siempre ha sido contemplada por los operadores de estaciones de esquí debido a la fuerte variabilidad interanual meteorológica. Así que prever con qué frecuencia y en qué medida nevará se convirtió en una gran preocupación. Pero ahora el impacto del calentamiento climático puede amenazar de manera clave la sostenibilidad económica del sector.

Para evaluar los impactos de la fabricación de nieve artificial, los autores analizaron estaciones de esquí que utilizan habitualmente este recurso. Y concluyeron que, suponiendo que la fabricación de nieve puede extenderse al 50% del área de una estación de esquí, el porcentaje de las pistas en riesgo por el cambio climático podría reducirse, pero sólo hasta cierto punto. El 27% seguirían amenazadas con una subida de 2°C respecto a niveles preindustriales, y el 71% se verían afectadas si el aumento fuese de 4ºC.

Pero a cambio la fabricación de nieve aumentaría la demanda de agua y electricidad (y de las emisiones de carbono relacionadas). "Aunque representa una fracción modesta de la huella de carbono global del turismo de esquí, la innivación es inherente a la actividad turística del turismo de esquí y representa algunos de los retos clave en el nexo entre el cambio climático, la adaptación, la mitigación y el desarrollo sostenible", aseguraron los investigadores.

El impacto de la fabricación

Hay múltiples factores que intervienen en la fabricación de nieve: el clima local (solo puede hacerse si la temperatura permanece suficientemente baja), el medio ambiente local (recursos hídricos, ecosistemas locales, etc), el funcionamiento socioeconómico más amplio del turismo de esquí en las zonas de montaña y la influencia del turismo de esquí en el clima a través de la emisión de gases de efecto invernadero.

Cabe recordar que el turismo global (no solo el turismo de esquí) es responsable del 8,1% de las emisiones de gases de efecto invernadero, siendo el 49,1% de esta contribución responsabilidad de los transportes. "El turismo influye fuertemente en los sistemas socioecológicos locales y regionales, sosteniendo los medios de vida de la gente, pero también afectando la biodiversidad y el uso de los recursos", se recoge en el estudio.

Sin embargo, los autores destacan que estas predicciones sobre la producción de nieve se basan en supuestos simplificados. Y en particular, sobre la cobertura y la demanda de recursos de la producción de nieve, y sus hallazgos no deben considerarse definitivos. Pero, aún así, consideran que son muy útiles para comenzar a estudiar este fenómeno en profundidad.

"Evaluar la medida en que los cambios pasados y futuros en el clima afectan a las operaciones de las estaciones de esquí en toda Europa es fundamental para diseñar vías de desarrollo significativas para este sector clave de la industria turística europea , particularmente en el contexto del Pacto Verde Europeo", explicaron los investigadores.

Esto no sólo se refiere a la adaptación al cambio climático, sino también a la mitigación, y debe tener en cuenta las presiones sobre el medio ambiente y los recursos locales, como el agua y la energía. Por ello, el turismo de esquí se enfrenta a "retos de sostenibilidad complejos e interrelacionados en el contexto del cambio mundial".

"La cuantificación de los efectos a largo plazo del cambio climático y de los riesgos relacionados con el suministro de nieve al turismo de esquí europeo exige que se tenga en cuenta no solo la evolución de los factores de impacto climático (aumento de la temperatura, disminución de la cubierta de nieve) y los riesgos conexos (la frecuencia de inviernos cálidos y/o escasos de nieve), sino también su combinación con la exposición (ubicación geográfica, rango de elevación) de estaciones de esquí individuales y la vulnerabilidad individual y colectiva de las estaciones de esquí", concluyó el estudio.