La cumbre del clima, COP28, que se celebra en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) ha empezado con buen pie. El Fondo de pérdidas y daños destinado a los países más vulnerables empieza a tomar forma con los 100 millones de dólares que los emiratíes y los alemanes han puesto sobre la mesa para su puesta en marcha. La presidencia española de la UE ha anunciado que los países miembros aportarán, al menos, 225 millones de euros a este fondo. El Banco Mundial será quien tenga en dinero de este fondo, temporalmente.

El fondo se acordó por primera vez durante la COP27, celebrada en Sharm El Sheikh, Egipto, y entra en funcionamiento a partir de hoy tras el acuerdo alcanzado por los países.

El presidente de la COP28 el Sultan al Jaber ha destacado la "velocidad con la que el mundo se unió para poner en funcionamiento este fondo en el plazo de un año desde que las Partes [los países que participan en la cumbre] lo acordaron en Sharm El Sheikh no tiene precedentes”.

Emiratos Árabes Unidos y Alemania han prometido cada uno aportar 100 millones de dólares al nuevo fondo, mientras que Estados Unidos, Reino Unido y Japón también han anunciado sus compromisos de contribuir.

Por qué se necesita este fondo

Las emisiones que causa el calentamiento global están vinculadas a la actividad económica de los humanos desde la revolución industrial. Esto quiere decir que los países que más desarrollo económico han sido los más contaminantes históricamente. Se da la circunstancia de que los países del sur global son los que más se están viendo afectados por el cambio climático y a los que se les exige que abandonen su dependencia del petróleo y el gas cuando tienen muchas necesidades económicas. "Pérdidas y daños" apunta a las compensaciones que deben recibir los países en desarrollo que más sufren los impactos de esta crisis, de la que no han sido responsables.

Según un estudio publicado esta semana por la Universidad de Delaware, las pérdidas y daños causados por el cambio climático costarán alrededor de 1,5 billones de dólares en 2022. Los países del sur global han perdido una media del 8,3% del PIB debido a los impactos del cambio climático.

"Durante demasiado tiempo, las comunidades que menos responsabilidad han tenido en provocar la crisis climática han sido las que más han sufrido sus consecuencias. Este acuerdo es un primer paso fundamental para garantizar que estas comunidades empiecen a recibir el apoyo que necesitan desesperadamente, aunque es un fondo que se queda corto para lo que realmente necesitan y que se merecen", ha destacado Tracy Carty, experta en políticas globales de Greenpeace Internacional.

Por su parte Pa'olelei Luteru, presidente de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), considera que "el trabajo está lejos de haber terminado. Después de que se haya acelerado en la COP28, no podremos descansar hasta que este fondo esté adecuadamente financiado y empiece a aliviar realmente la carga de las comunidades vulnerables. El éxito empezará cuando la comunidad internacional pueda apoyar adecuadamente a las víctimas de esta crisis climática, con un acceso directo y eficaz a la financiación que necesitan urgentemente", ha declarado.