Este lunes un nuevo estudio publicado en la revista Nature advierte de que la economía mundial podría llegar a perder, de media, el 19 % de los ingresos totales de aquí a 2049 a causa del cambio climático. Para calcularlo el equipo de investigadores utilizó resultados empíricos de las temperaturas y las precipitaciones (incluyendo la variabilidad y los registros extremos) de más de 1.600 regiones de todo el mundo a lo largo de los últimos 40 años.

"Los daños comprometidos se deben principalmente de la temperatura media, pero si se tienen en cuenta otros componentes climáticos las estimaciones aumentan en aproximadamente un 50% y crece la heterogeneidad regional", recogieron los autores en el informe. "Estos daños ya superan los costes de mitigación necesarios para limitar el calentamiento global a 2 °C, que se sextuplicarán en el corto plazo y luego divergirán fuertemente dependiente de las emisiones", añaden.

No obstante, no todos los países se verán igual de afectados. Y es que los autores sostienen que, aunque todas las regiones se verán "comprometidas" aquellas con los ingresos más bajos sufrirán más este impacto. En concreto, las mayores pérdidas se registrarán en latitudes más bajas, en regiones con menores emisiones históricas acumuladas y menores ingresos actuales. Y, por contra, en las latitudes muy altas las reducciones de la variabilidad de la temperatura aportan beneficios.

"Se prevé que los países con los ingresos más bajos y las emisiones históricas más bajas sufran una pérdida de ingresos un 61% mayor que la de los países de ingresos más altos y un 40% mayor que la de los países con mayores emisiones, lo que sugiere que un mayor calentamiento exacerbará los efectos de la injusticia climática", señala el informe.

En el caso de España, si tenemos en cuenta todas las variables climáticas, la mayoría de nuestro territorio podría perder hasta un 20% de sus ingresos, aunque en la zona sur la cifra podría elevarse hasta el 25% de pérdidas (figura de arriba). Si tenemos en cuenta solo los impactos derivados de los cambios en la temperatura media anual casi toda España podría perder hasta el 20%. Sin embargo, el impacto de las precipitaciones anuales, el número anual de días húmedos y las precipitaciones diarias extremas sería muchísimo menor en nuestro país.

"Los autores de este trabajo muestran claramente que la transición a fuentes de energía sostenibles es significativamente menos costosa que el coste que ya estamos 'comprometidos' a soportar por nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en el pasado, por lo que nos habría ido mucho mejor si no hubiéramos retrasado tanto la acción climática", explicó Ilan Noy, catedrático de Economía de las Catástrofes y el Cambio Climático de la Universidad Victoria de Wellington (Nueva Zelanda), en declaraciones a SMC.

"En general, sin embargo, este tipo de enfoque de modelización no es adecuado para sacar conclusiones sobre los costes del cambio climático a nivel local. Este enfoque no tiene en cuenta las peculiaridades locales de nuestras actividades económicas. Pero el hecho de que no podamos concluir mucho de este trabajo sobre el impacto local no resta valor a su mensaje principal: que debemos converger rápidamente hacia un mundo de cero neto. Al fin y al cabo, el argumento para que nosotros (y todos los demás en el mundo) trabajemos hacia el cero neto no es que nuestras acciones importen a nivel local, sino que urgen por su impacto global", añadió Noy.

Por su parte, Ana Iglesias, investigadora en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios Medioambientales (CEIGRAM) de la Universidad Politécnica de Madrid, considera que se trata de un estudio "excelente y riguroso", que aporta información complementaria a trabajos previos y de acuerdo a los mejores estudios actuales.

"Podría tener importantes consecuencias para [ayudar a] formular nuestros planes de adaptación a nivel estatal y también local, teniendo en cuenta la ética y la justicia medioambiental. Pero también hay que tener en cuenta la incertidumbre en las posibles respuestas de la sociedad respecto al consumo, sobre todo de energía", remarcó la experta.