Meteorología

La calima: qué es y qué riesgos tiene para la salud

Se está notando el efecto de la calima en Madrid, Andalucía, Murcia y más zonas del centro y sureste peninsular

Ciudad de Murcia roja por la calima

EFE

Un manto naranja se cierne sobre las principales ciudades de España. La calima entró ayer por el sur del país y hoy ya se ha extendido al resto de la península debido a las fuertes rachas de viento provocadas por la borrasca 'Celia'.

Cielos de tono rojizo y una especie de niebla que dificulta la vista. La calima es un fenómeno atmosférico caracterizado por el desplazamiento de partículas de polvo en suspensión procedente del desierto de Sáhara. El viento y las lluvias de esta semana son las que están haciendo que el aire del norte de África llegue a nuestro país, primero por Andalucía y Murcia, como ocurrió ayer, y hoy de forma generaliza por el país, especialmente en el centro y sureste. Según ha informado la Agencia Estatal de Metereología (AEMET), este viento cálido ha llegado a superar los 20ºC en algunas zonas de la península.

Mala calidad del aire y riesgo para la salud

La llegada de la lengua de polvo en suspensión ha elevado a la categoría de "extremadamente desfavorable" la calidad del aire en amplias zonas del país, por los altos niveles de concentración de las partículas PM10, que pueden afectar seriamente a la salud.

En diferentes estaciones de control de las provincias de Murcia, Alicante, Almería, Madrid, Albacete, Guadalajara, Segovia, Ávila y Burgos, entre otras, la calidad del aire es "extremadamente desfavorable".

Y es que este polvo anaranjado puede acarrear problemas para la salud por su composición. Sus partículas son capaces de entrar por las vías respiratorias y si se acumulan pueden provocar problemas respiratorios, como bronquitis.

También puede ocurrir que una persona con una enfermedad respiratoria note un empeoramiento de la misma mientras permanezca la calima. Por ello, se recomienda reducir toda la actividad al aire libre o posponerlas para cuando la calidad del aire sea buena o razonablemente buena, así como el uso de protección adecuada para los trabajos que deban ser realizados al aire libre.

Para grupos de riesgo y personas sensibles se recomienda evitar la estancia prolongada al aire libre, seguir el plan de tratamiento médico y acudir a un servicio de urgencias si el estado de salud empeora.

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