En su ahínco por proteger la pelota, el portero de un equipo de fútbol de categoría prebenjamín en Palma de Mallorca olvidó mirar dónde tenía los pies, y se precipitó sobre el balón fuera del área.

Como se puede ver en un vídeo que se ha hecho viral en la red social X, la reacción del guardameta al darse cuenta de su error fue, primero, ofrecerle el balón al árbitro, José García Ferrer, y después echarse a llorar desconsoladamente, consciente de que acababa de cometer una infracción "imperdonable" para un portero.

Sin embargo, la reacción que tuvo el colegiado sorprendió a todos los presentes: el árbitro, al ver la reacción del niño, comenzó a consolarle. En lugar de expulsarle o mostrarle tarjeta amarilla, trató de tranquilizar al jugador, que también recibió el apoyo tanto de sus compañeros de equipo como de sus rivales.

Además, comprendió que la doble franja blanca pintada sobre el terreno pudo confundir al portero, por lo que decidió no pitar ni siquiera falta en su contra. Devolvió el balón al equipo contrario y el partido prosiguió con normalidad.