Si sueñas que te hundes en el agua significa que sientes un enorme desequilibrio emocional, según una búsqueda rápida en Google. No hace falta creer en la onirología para entender que la portada de Hit me hard and soft, el nuevo disco de Billie Eilish, refleja un profundo sentimiento de agobio e incluso abandono. Aunque en algunas de sus letras pretenda vindicarse, sigue arrastrando ese tono que le hizo tan famosa.

La joven artista de 22 años publica su tercer trabajo de estudio este viernes. Una apuesta que comienza con el tono de What was I made for? para seguir con algo totalmente nuevo en energía, sonido y literatura. Incluso cuesta entender, al principio, por qué ha querido empezar así cuando tiene canciones originales y atractivas más adelante.

El resultado total es, en cambio, un delicado trabajo de producción que, además, es divertido por primera vez en la carrera de la intérprete. Hay temas, como Lunch que sin duda captarán la atención de sus fans y de las radios, y otros como The Diner, en donde su ironía arrasa al ponerse en la piel de uno de sus acosadores. La propia Billie se ha dado cuenta de que hay vida más allá de la angustia y ofrece una versión de sí misma que aún resulta desconocida. "No se puede ser vulnerable todo el rato", dice en una entrevista con Zane Lowe.

Triángulo amoroso con Jesse Rutherford y Devon Lee Carlson

Y, como esperaban sus seguidores y ella ya había adelantado, es un disco sáfico, es decir, habla de que le gustan las mujeres. Lo hace, sobre todo, en Lunch aunque es una línea argumental habitual durante el álbum, bastante cohesionado en letras y en tonalidades. Pero una de las cosas que más sorprende es ver cómo se suma a la era de las canciones de venganza y pone a parir a un ex. En concreto, parece que se refiere a Jesse Rutherford, vocalista de The Neighbourhood, con quien rompió en mayo de 2023. Le llama incluso mediocre en L’amour de ma vie. De él asegura que, aunque alguna vez creyera que le quería, nunca estuvo enamorada de él... entre otras perlas.

Además, también confirma el triángulo amoroso que unas fotografías adelantaron el pasado mes de octubre en Wildflower. Es decir, cuando Billie Eilish salió de la fiesta de Halloween de Kendall Jenner de la mano de Devon Lee Carlson, ex de Rutherford. Según cuenta, él hablaba ella con devoción, diciendo que era quien más le conocía y que era perfecta. Pero eso solo las unió más. “Deberías haber visto cómo pasó, no te lo creerías. ¿Sabes lo que le dije mientras tenía mi mano en su hombro? Eras muy mediocre y las dos estamos encantadas de que se haya acabado ya”, canta en la séptima canción del disco. Y termina diciendo que las dos son muy guapas. Lo que queda en el aire es si llegó a pasar algo entre ambas mujeres.

Una atmósfera envolvente

Billie Eilish es una favorita de Hollywood. Ya se comentaba durante los Oscar, estaba claro que el premio a mejor canción sería para la artista (y sería su segunda estatuilla) porque tiene un talento especial para enamorar a la Academia. Su voz, aguda y femenina pero profunda y misteriosa, es solo uno de los ingredientes mágicos que están además espolvoreados por esa ingenuidad bruta y agria de una juventud demasiado autoconsciente.

Como Olivia Rodrigo, Billie también canta sobre el ansia de hacerse mayor. En el caso de esta última siente que los 21 se le han echo eternos, quizás estaba deseando cantar 22 de Taylor Swift. Sin duda, esta última les pondría a ambas su tema Nothing New, que va justo sobre lo contrario: el pánico a hacerse mayor.

Este periódico estuvo escuchando Hit me hard and soft en un acto organizado por Universal en los cines Cinesa Atmos. En un primer momento hubo rumores de que si no había sacado ningún single y el prestreno era en la gran pantalla es que habría una película musical, al estilo Jennifer Lopez o Beyoncé. Pero no fue así. La intención era que se pudieran escuchar todos los matices de una producción cuidada al máximo con los altavoces que recrean una atmósfera en ocasiones asfixiante. Con lo cual, encajaba a la perfección con la portada del álbum.

Una nueva forma de trabajar

Billie Eilish, que en sus tres discos ha trabajado con su hermano Finneas, asegura en una entrevista con Apple Music que en Hit me hard and soft trabajaron de manera diferente. En trabajos anteriores no hacían una canción hasta que terminaban la anterior, por lo que podían pasar meses entre un tema y otro.

Es decir, a nivel narrativo se perdía parte de la emoción por producirse esos vacíos entre una parte de la historia y la otra. En este último han preferido apostar por la emoción: en el momento en el que se empieza a perder el pico de creatividad ese tema se deja aparcado. Hasta que vuelva a apetecer retomarlo.

Por eso el resultado final es una mezcla de los ritmos más característicos de Billie Eilish, el sintetizador, la cadencia y los juegos de tempo para dar vida a esa sensación de que la música te arrastra como la marea.

Y comentan con orgullo que en esta ocasión no esperaron a que la discográfica les pidiera que se pusieran a trabajar en un nuevo disco. Simplemente lo hicieron. Pero se aprecia en Billie cierto cansancio: tanto es así que menciona en dos ocasiones que se siente como un pájaro enjaulado. No es ningún secreto que la fama le produce ansiedad, aunque ahora admite estar feliz. Sin duda, en el álbum (con el que viene a España en 2025) se nota.