La Semana Santa llega con una nueva ola de contagios creciendo prácticamente en toda Europa. Pese a la llegada de las vacunas y las normas de control, en algunos países como Francia o Alemania la curva está volviendo a adoptar una forma peligrosa.

Por eso, la gran mayoría de los países ha endurecido las medidas para estas fechas -las últimas vacaciones del calendario antes de los meses de verano- con la esperanza de que los contagios no se disparen en las próximas semanas. Hasta el momento, en Europa han habido casi 40 millones de contagios y han fallecido 903.000 personas. Así se vivirá la Semana Santa en las principales capitales europeas:

BERLÍN, PRÁCTICAMENTE SIN VIDA SOCIAL

Alemania pedirá una prueba PCR negativa a todas las personas que aterricen en sus aeropuertos

La capital alemana inició una desescalada a mediados de marzo con la reapertura de algunos comercios no esenciales como peluquerías, tiendas de bricolaje, museos y otras instituciones culturales. Sin embargo, la hostelería y el ocio permanecen cerrados desde noviembre. Solo pueden servir a domicilio.

El aumento del número de casos en los últimos días ha llevado a la canciller Angela Merkel a pedir a sus ciudadanos que extremen las medidas de precaución. La incidencia acumulada no ha dejado de subir en las última semana y se sitúa ya en en 135 contagios por cada 100.000 habitantes. "Hay señales claras de que la tercera ola será peor todavía que las dos primeras", señaló el viernes el presidente del Instituto Robert Koch (RKI) de virología de Alemania, Lothar Wieler. "Todos los indicadores apuntan a que la situación en las próximas semanas empeorará".

Para tratar de frenar la curva, Alemania anunció que pedirá una PCR negativa en sus aeropuertos a todos sus pasajeros. Hasta el momento sólo se pedía para los viajeros que llegaban de las llamadas "zonas de riesgo".

EN ROMA NO SE PUEDE NI PASEAR

Italia ha decretado un confinamiento domiciliario durante los tres días festivos nacionales

La situación en Italia también es preocupante, ya que la incidencia prácticamente se ha doblado en el último mes. Ante esa situación, las autoridades del país decidieron que durante los días festivos solo se podrá salir de casa para cosas esenciales. Las calles de Roma y de todo el país estarán vacías. Los comercios y la hostelería, cerrados. Aún así, la incidencia del país está en 239 casos por cada 100.000 habitantes. La de Roma, en 218. Y otras ciudades como Turín superan los 355.

En Italia llevan sin bajar de 250 muertos diarios desde noviembre y durante la última semana ha habido más de 400 fallecidos cada 24 horas. Ante esa situación, las autoridades prohibieron la movilidad entre regiones y también viajar al extranjero.

Sin embargo, el país sí podía recibir turistas, lo que le valió una oleada de críticas al Gobierno de Mario Draghi. Hasta tal punto que este martes se decidió imponer una cuarentena de cinco días y la obligatoriedad de dos tests negativos a las personas que quieran visitar el país en las vacaciones de Semana Santa.

LONDRES, LA EXCEPCIÓN

El alto ritmo de vacunación permite a las islas iniciar una tímida desescalada

Reino Unido sufrió una ola durísima durante las Navidades, pero no ha parado de bajar la curva desde mediados de enero. Desde mediados de febrero en ningún día se han superado los 10.000 contagios y llevan casi un mes con menos de 200 muertos diarios. Las estrictas normas de confinamiento y cierres de locales comerciales todavía continúan, pero esta semana ya se están relajando algunas medidas.

Desde este lunes, la orden de permanecer en el domicilio se ha levantado y, como consecuencia, dos núcleos familiares o grupos de seis personas tienen permitido reunirse en exteriores siempre que mantengan el distanciamiento físico. Además, las instalaciones deportivas, como las pistas de tenis o de golf, han reabierto sus puertas, igual que ha vuelto la posibilidad de practicar deporte de grupo en el exterior.

"A pesar de las relajaciones de hoy, todo el mundo debe seguir las reglas, acordarse de las manos, la cara, la distancia y acudir a vacunarse cuando sean reclamados", recordó no obstante el primer ministro británico, Boris Johnson. Las medidas más esperadas no llegarán sin embargo hasta después de la Semana Santa: las terrazas de los restaurantes y pubs reabrirán el 12 de abril.

PARÍS, SIN OCIO Y CON LAS UCIS SATURADAS

Francia marcó el lunes el récord de personas en cuidados intensivos, con casi 5.000

En Francia no paran de crecer los contagios, el número de muertes y la presión hospitalaria. Las unidades de intensivos se encuentran al 93 por ciento de su capacidad, y en la región de París están al 123 por ciento. Además, el lunes se marcó el récord de personas en cuidados intensivos en el país, con 4.974 pacientes en las UCIS.

El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció ayer nuevas medidas, tal y como le venía reclamando el sector sanitario. Desde el sábado se extenderán a todo el país las restricciones a los desplazamientos que se llevan aplicando desde hace casi dos semanas en casi una veintena de departamentos. Los ciudadanos no podrán moverse entre regiones y tampoco a más de 10 kilómetros del domicilio, 30 con motivo justificado.

También se cerrarán los colegios por tres semanas. El toque de queda se mantendrá entre las 19:00 y las 06:00 horas, se cierran la hostelería y los comercios no esenciales y las empresas deberán fomentar el teletrabajo.

Como novedad, Macron avanzó ayer que se está barajando una posible 'agenda de reapertura' de cara a las vacaciones de verano. "Autorizaremos bajo ciertas condiciones la apertura de terrazas y elaboraremos entre mediados de mayo y principios de verano un calendario de reapertura gradual para la cultura, el deporte, el ocio, los eventos y nuestros cafés y restaurantes", prometió el dirigente galo durante una comparecencia desde el Elíseo.

PORTUGAL, SIN MOVILIDAD INTERNA

Sin embargo, al igual que en España, los turistas podrán circular libremente

Portugal afronta una Semana Santa que será clave para determinar el ritmo de su plan de desescalada, que arrancó el pasado día 15 tras dos meses de confinamiento estricto. Por el momento, apenas han recuperado la normalidad centros de preescolar y primaria, peluquerías y librerías, y el resto de comercios y actividades se retomarán el 5 de abril, después de la Semana Santa.

Durante los días festivos, los portugueses no podrán salir de su municipio sin justificación. El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, comprende en parte el hartazgo de la población, pero pidió precaución. "Las personas tienen que entender por qué es fundamental que vaya bien la Pascua, es fundamental para ellas. Yo sé que están cansadísimos, que están hartos, que quieren irse de vacaciones, todo eso es comprensible", advirtió este fin de semana.

La frontera terrestre con España permanecerá cerrada, pero a sus aeropuertos podrán llegar turistas extranjeros, lo que ha generado una gran polémica como en otros países europeos. Portugal, actualmente, es uno de los países que escapa a la nueva oleada del virus en Europa: tras el gran pico de finales de enero, cuando llegó a registrar casi 17.000 casos diarios, hoy registra poco más de 600.