Las tropas rusas han tomado la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa, informó el regulador nuclear estatal de Ucrania, y añadió que el personal de la planta controla el estado de los bloques y garantiza su correcto funcionamiento, recoge Efe. La central sufrió un incendio esta madrugada durante los bombardeos por parte de Moscú.

Las Fuerzas Armadas de Ucrania confirmaron esta madrugada que el incendio registrado tras un bombardeo ruso en la central nuclear de Zaporiyia, a orillas del río Dniéper, fue extinguido y que no había ni víctimas ni heridos.

"A partir de las 06.20 horas -hora local-, el incendio en el edificio de entrenamiento de la central nuclear de Zaporiyia en Energodar se ha extinguido. No hay víctimas", han destacado en un informe en su perfil oficial de Facebook.

Con respecto a los combates sobre territorio ucraniano, las Fuerzas Armadas ucranianas han advertido de que "el ocupante podría llevar a cabo provocaciones armadas en la frontera para involucrar a Bielorrusia en la guerra contra Ucrania".

El ejército ruso atacó en la madrugada la central nuclear de Zaporiyia. Se trata de la mayor instalación nuclear de Ucrania y de Europa, con seis reactores activos. El fuego de artillería ha provocado incendios en edificios administrativos y destrozos en las instalaciones, aunque las autoridades gestoras de la central aseguran que no hay riesgo de emisiones radioactivas.

El primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró este viernes que pedirá una reunión especial del Consejo de Seguridad de la ONU en las próximas horas ante las acciones del presidente ruso, Vladimir Putin, que "podría amenazar directamente la seguridad de toda Europa". Una decisión que ha tomado tras reunirse con el líder ucraniano, Volodimir Zelenski, y ha hecho hincapié en que el Reino Unido hará "todo lo posible para garantizar que la situación no se deteriore aún más".

Zelenski, que también habló por teléfono con Joe Biden a raíz de la toma de la central nuclear, acusa a Rusia de "querer repetir Chernobyl" e incide en la amenaza que ello supone para la seguridad de todo el continente. "Alertamos a todo el mundo sobre el hecho de que ningún otro país excepto Rusia ha disparado jamás contra centrales nucleares. Es la primera vez en nuestra historia, la primera vez en la historia de la humanidad. Este Estado terrorista recurre ahora al terror nuclear", ha señalado. "Si hay una explosión, es el fin de todo", ha añadido.

Durante la noche se han producido combates directos entre fuerzas ucranianas y rusas dentro del propio complejo de la central, que genera más del 25% de la electricidad de todo el país. Rusia lleva intentando el asalto a la instalación durante dos días, en los que ha encontrado resistencia militar y civil. La población de Energodar llegó a levantar barricadas en las carreteras de acceso al municipio y a la planta nuclear, que el Ejército ruso dispersó con fuego real.

Los bomberos que trataron de acceder en un primer momento al incendio fueron repelidos con disparos por parte del ejército ruso. Posteriormente, pasadas las dos de la madrugada, les fue permitido el paso, según informó el responsable de la Administración Militar de la región de Zaporiyia.

No ha habido aumentos de la radiación en Zaporiyia

"El Ejército ruso está disparando desde todas las posiciones hacia la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa. Ya se ha provocado un incendio. Si estalla, será 10 veces peor que Chernobyl. Rusia debe cesar el fuego inmediatamente, permitir la entrada de los bomberos y establecer una zona segura", escribió el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, a medianoche.

Mapa sur de Ucrania

Los sistemas de seguridad de las plantas nucleares en general, y de la de Zaporiyia en particular, hacen prácticamente imposible un desastre como el de Chernobyl en 1986. La desconexión de los reactores es inmediata en casos de riesgo, y una vez apagados la prioridad es mantener la refrigeración del núcleo para evitar una posible fusión.

En ese sentido, el proceso es mucho más alargado en el tiempo y necesita de una interrupción continuada durante días para suponer una amenaza real. La propia protección estructural de las plantas nucleares hace imposible que disparos, artillería o incluso misiles balísticos provoquen un daño sustancial que afecte a los reactores.

En ese sentido, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha informado en su cuenta de Twitter que "no se han registrado cambios en los niveles de radiación en el emplazamiento de la central nuclear" y que está en contacto con las autoridades ucranianas para controlar la situación.