Décimo día de guerra en Ucrania. Al menos 351 civiles ucranianos han muerto y 707 han resultado heridos como consecuencia de la «operación militar especial» que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunciaba el pasado 24 de febrero, según el último balance actualizado del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, publicado este sábado. Putin señalaba entonces que la intención era «desmilitarizar» Ucrania, que se ceñiría a pacificar el Donbás sin intención alguna de ocupar el país. Pero al son de su voz se confirmaban bombardeos sobre las bases militares en las ciudades de Kyev, Járkiv, Mariúpol, Kramatorsk y Odesa.

Y la guerra no cesa. Diez días después, el mundo es testigo del éxodo de millones de refugiados de Ucrania a los países vecinos mientras la dura ofensiva del Kremlin avanza en el sur del país con el objetivo de conectar el Donbás con Crimea y llegar hasta Odesa, donde se prepara un ataque anfibio, por mar y tierra que deje a Ucrania asfixiada. Y todo, tras el anunciado alto el fuego de cinco horas de Rusia para abrir dos corredores humanitarios en Mariúpol y Volnovaja, acordado el jueves en las negociaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana, que se reanudaban este fin de semana y que, el asesor presidencial ucranio, Oleksiy Arestovych, junto al teniente de alcalde de la localidad, Sergei Orlov, denunciaba este sábado que «no se respeta».

Nuestros civiles están listos para escapar, pero no pueden hacerlo bajo los bombardeos"

Sergei Orlov

Apenas unas 400 personas lograban ser evacuadas de la ciudad ucrania mientras en Kiev, los ciudadanos aguardan el posible avance del convoy de vehículos militares rusos, detenido desde hace días por problemas logísticos. Así lo confirmaba el teniente después de que las autoridades locales de Mariúpol, donde las fuerzas rusas tienen bloqueado el puerto, anunciaran este sábado que suspendían la evacuación: «Es una locura. No hay alto el fuego en Mariúpol y no hay alto el fuego a lo largo de la ruta designada. Nuestros civiles están listos para escapar, pero no pueden escapar bajo los bombardeos», ha lamentado en declaraciones a la BBC.

En este sentido, el presidente ruso ha afirmado que las fuerzas rusas prácticamente han eliminado la infraestructura militar de Ucrania, en los diez días desde que comenzó la intervención armada en ese país, que califica de «decisión difícil»: «Lo primero que hicieron (los militares rusos) fue destruir toda la infraestructura militar. Bueno, no toda, pero parcialmente, principalmente almacenes con armas, municiones, aviación, sistemas de defensa antiaérea. Para destruir los sistemas de defensa antiaérea se requiere de cierto tiempo: hay que encontrarlos y después golpear. Prácticamente, este trabajo se ha completado», ha señalado Putin durante una reunión con mujeres de tripulaciones de vuelo de aerolíneas rusas, difundida por la televisión pública.

El mandatario sostiene que las sanciones de Occidente son parecidas a una «declaración de guerra» y defiende como «absolutamente correcta» la decisión de invadir Ucrania a la vez que confirma que no tiene previsto decretar la ley marcial en el país. Putin se ha referido también a la posible creación de una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, tal y como lleva días insistiendo a la OTAN el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, y ha dicho que cualquier otro país que intente cerrar el espacio aéreo ucraniano será declarado por Moscú como «un participante en las hostilidades». 

Mientras tanto, TVE y la Agencia Efe se suman a cadenas como BBC, CNN y Bloomberg, las alemanas ARD y ZFD y la italiana RAI, que no informarán desde Moscú después de que el regulador de las telecomunicaciones ruso, Roskomnadzor, prohibiera el viernes el acceso a Twitter y Facebook, así como a varios medios occidentales, por «difusión sistemática de desinformación» sobre lo que el Kremlin llama «operación especial para la protección de las repúblicas de Donetsk y Lugansk». En paralelo, las dos cámaras del parlamento ruso aprobaron el mismo día un proyecto de ley que prevé penas de cárcel de hasta 15 años por difundir información sobre la guerra que no se ajuste a lo que el Kremlin considera cierto: «Mientras se analiza la situación creada para los profesionales de RTVE por la aprobación de la citada norma, RTVE continuará ofreciendo la máxima información posible sobre la situación en Rusia y en Ucrania, como lleva haciendo desde el inicio de la invasión rusa», señala RTVE en un comunicado.