Los aficionados del Real Madrid celebraron con un sabor agridulce su victoria en la final de Champions. El equipo blanco ganó su decimocuarta copa en un ambiente donde a las afueras del estadio de París, situado en el barrio de Saint-Denis reinaba el caos. Disturbios, delincuencia, agresiones, robos de móviles, entradas y pasaportes y asaltos se sucedieron en los accesos y las inmediaciones del recinto, dejando en evidencia no solo la falta de acción de la Policía francesa y la nula organización por parte de la UEFA, que ha encargado un informe independiente para esclarecer lo sucedido, sino el acuciante problema de seguridad que vive la capital.

París cuenta con el número más alto de asaltos y agresiones, con 8.503 en 2021, mismo año en el que registró la tasa más alta de robos sin violencia en el país, con 49,7 víctimas por cada 1.000 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos de Francia. Por su parte, las ciudades de Marsella y Nantes registraron el año pasado cifras muy elevadas de atracos a mano armada.

Más allá de la capital, estas son algunas de las zonas más peligrosas de Francia:

Saint-Denis (París)

La comuna, conocida por su multiculturalidad, está ubicada al norte de la periferia de París y alberga el Stade de France, escenario de disputa de la Copa de Europa y uno de los focos de los atentados de Bataclan en 2015, que dejaron 130 muertos. Con unos 100.000 habitantes, el nivel de inseguridad en esta zona es más que conocida entre los franceses y cuenta con la tasa de pobreza más elevada de todo el país y el porcentaje más alto en cuanto a robos con arma.

Un cóctel de exclusión, pobreza, personas en situación irregular, droga y crimen hace que Saint-Denis sea la zona más convulsa de la capital y se recomienda no visitarla de noche y, en caso de hacerlo, que sea en grupo. Además, la segregación y la alta presencia de población musulmana preocupa a las autoridades francesas por ser caldo de cultivo de terroristas.

Quartiers Nord (Marsella)

La ciudad más peligrosa de Europa es conocida por su puerto y su belleza mediterránea, pero también por la corrupción y la violencia desbocadas en sus calles por los ajustes de cuentas, el narcotráfico y el crimen organizado. La segunda urbe de Francia alberga los llamados Quartiers Nord, barrios del norte que se encuentran aislados del resto con tasas de pobreza disparadas donde reina la ley del más fuerte.

De todos ellos, destaca el barrio de La Castellane, donde el abandono estatal ha propiciado un aumento de inseguridad, hasta el punto que las operaciones policiales son especialmente delicadas en esta zona: en 2015, el ex director de Policía local sobrevivió a un tiroteo mientras viajaba en su vehículo durante una operación antidroga. Los barrios de Les Rosiers, Los Flamants y Bon Secours también son áreas delicadas, junto con los distritos de Air Bel y de Bellevue.

L'Ariane (Niza)

La capital de la Costa Azul ha reforzado en los últimos años la presencia policial para esquivar la fama de ciudad insegura que podría arruinar su campaña turística. Pero lo cierto es que los datos son tajantes: Niza cuenta, junto con Marsella, con la tasa más alta de asaltos y agresiones por cada 1.000 habitantes, según datos del Ministerio de Interior francés.

Los barrios más inseguros se encuentran, al igual que el resto de las grandes urbes, en la periferia, y tiene una especial mala reputación L'Ariane, una urbanización al noreste cuya principal preocupación en materia de seguridad es la lucha contra el narcotráfico. También hay zonas del centro de la ciudad que se han convertido en puntos sensibles de delincuencia, sobre todo por la noche, como el barrio de Saint Roch.

Villeurbanne y Vaulx-en-Velin (Lyon):

Aunque la tercera ciudad más poblada se encuentra en mejor posición respecto a Marsella o París y se la considera, en general, bastante segura, es la segunda con la tasa de robos sin violencia más alta (5,2 víctimas por cada 1.000), después de París. Las estadísticas señalan a Vénissieux, Vaulx-en-Velin y Villeurbanne como las comunas colindantes con peores índices de seguridad (las tres sumaron en total 2.170 asaltos el año pasado).

Dentro de la metrópoli de Lyon, se recomienda evitar los distritos 7, 8 y 9, con barrios como Gerland y la Duchère, este último considerado el más afectado por el nivel de violencia y atracos.

Saint Herblain (Nantes)

El centro de la ciudad industrial y portuaria situada al noroeste del país no supone un gran problema para la seguridad excepto por la gran presencia de carteristas. Las tasas de criminalidad son altas en cuanto a robos, pero a nivel general no son alarmantes en comparación al resto de las principales urbes. No obstante, los casos de violencia sexual se han duplicado desde 2010 y la percepción de inseguridad ha aumentado.

En la parte occidental del distrito se encuentran varias comunas afectadas por la violencia del narcotráfico, como Saint Herblain, o Rezé, al suroeste.