"El mejor año de mi vida. Ganamos la Presidencia. La mujer de mi vida. Argentina campeón del mundo", tuiteó el 18 de diciembre de 2022 Nicolás Petro Burgos, primogénito de Gustavo Petro Urrego, presidente de Colombia desde el 7 de agosto pasado. Este 2023, sin embargo, lleva camino de ser el peor de sus 36 años de existencia. La Fiscalía General de la Nación ha abierto una investigación contra él después de que ex pareja Day Vásquez lo haya acusado de recibir dinero de ex narcotraficantes a quienes habría dicho que iba destinado a la campaña presidencial.

En realidad, Nicolás Petro lo quería para pagar una casa con piscina privada de más de 300 metros cuadrados en Barranquilla, donde lleva afincado varios años. También su ex le relaciona con la adjudicación de cargos a dedo. La procuradora Margarita Cabello abrirá una investigación.

A su vez, Juan Fernando Petro, hermano del presidente, también es objeto de una indagación de la Fiscalía, abierta el 23 de enero. Habría recibido dinero de narcotraficantes en prisión a los que habría prometido ser incluidos en el proyecto de Paz Total del jefe del Estado. El presidente ha dejado caer a los dos y se ha apartado todo lo que ha podido de ellos, hasta el punto de que su hermano le acusa de haber sometido a los suyos "al escarnio público".

Gustavo Petro, que en varias ocasiones dijo que sus hijos nunca actuarían como otros vástagos corruptos, ha sido contundente. "Mi compromiso con Colombia y los colombianos es lograr la paz y quien quiera interferir en ese propósito, o sacar provecho personal de este, no tiene cabida en el Gobierno, incluso si son miembros de mi familia". El presidente ha pedido a la Fiscalía General que adelante "todas las investigaciones necesarias y determine posibles responsabilidades". Qué lejos queda ese 19 de junio cuando los Petro, padre e hijo, celebraban la victoria en la segunda vuelta de las presidenciales.

Tres esposas, seis hijos

De ahí el enfado de Juan Fernando, que ha hecho piña con su sobrino Nicolás, hijo de la primera esposa de Gustavo Petro, Katia Burgos. Nació Nicolás cuando su padre estaba en la cárcel por sus actos como militante del movimiento guerrillero M-19. Licenciado en Derecho por la Universidad Pontificia Bolivariana, tiene un máster en Gobierno y Gestión Pública para Latinoamérica en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

Cuando su padre fue alcalde de Bogotá, entre 2012 y 2016, actuaba como su escudero. Luego tomó rumbo propio al intentar ser gobernador del Atlántico en 2018. Fue derrotado pero obtuvo un escaño como diputado regional. No siempre aplaude los actos de su padre: este año le reprochaba que hubiese comprado nuevos aviones de combate, por ejemplo.

El presidente tiene otros cinco hijos de sus tres matrimonios. Andrés, refugiado en Canadá y ausente en la toma de posesión de su padre, y Andrea son hijos de su segundo matrimonio con Mary Luz Herrán. Verónica Alcocer, su tercera esposa, ha sido su pareja desde hace dos décadas y juntos compartieron la campaña a la Alcaldía de Bogotá y las dos presidenciales, en 2018 y 2022. Con ella tiene a Sofía y Antonella y ha adoptado un hijo de Verónica, también llamado Nicolás.

Momento crítico para Gustavo Petro

Este escándalo emerge en el peor momento para Gustavo Petro. El 28 de febrero el presidente anunció la salida del gobierno del ministro de Educación, el popular Alejandro Gaviria; la ministra de Cultura, Patricia Ariza; y la titular de Deporte, María Isabel Urrutia, la ex medallista que ha firmado contratos millonarios que investigará la Fiscalía General.

Con Gaviria, el más relevante de los tres, las discrepancias versan sobre la reforma de sanidad. Ex ministro de Sanidad con Juan Manuel Santos, Gaviria se ha enfrentado a la actual titular, Carolina Corcho. Gaviria llevaba tiempo insistiendo en "la complejidad de las reformas sociales" que más allá de los eslóganes son, a su juicio, difíciles de poner en marcha.

Ha vuelto a emerger el Petro polarizante. Crea un escenario complicado para el futuro del país"

carlos malamud, real instituto elcano

"Su coalición, que parecía estar funcionando de forma adecuada, empieza a tener problemas de coordinación. Ha vuelto a emerger el Petro polarizante. Crea un escenario complicado para el futuro del país", indica Carlos Malamud, investigador principal en el Real Instituto Elcano. Para Malamud, si Petro ha dado la orden de proceder en el caso de su hijo y de su hermano a la Fiscalía General es porque "algo hay". Y Petro no tiene dudas: "Antes que la familia está su idea de pasar a la historia como el gran transformador de Colombia".

Tío y sobrino se declaran inocentes

Los dos, tío y sobrino, se declaran inocentes. Nicolás Petro, diputado del departamento del Atlántico, ha dado a conocer un comunicado en el que anuncia que sus abogados se han puesto en marcha y niega ni siquiera conocer a Santa López Sierra y El Turco Hilsaca. Según su versión, todo es una maniobra de su ex, que busca su "destrucción personal y política" una vez que él rompió la relación tras enamorarse de otra mujer, Laura Ojeda. De momento no ha renunciado a su acta.

La bomba de relojería la activó Day Vásquez, quien cual Shakira en una entrevista con la revista Semana cantaba los tejemanejes de su ex, el hijo mayor del presidente, a quien su ex nuera habría informado a principios de febrero. Sin embargo, Gustavo Petro no procedió hasta pocas horas antes de que se publicaran las explosivas declaraciones. Day Vásquez ha dicho en los medios colombianos que el presidente se mostró "decepcionado" con su hijo y "preocupado" por la posibilidad de que este escándalo le salpicase.

Day Vásquez, que se casó por lo civil en 2019 con el primogénito de Gustavo Petro, el único de seis sus vástagos en política, estuvo en la jura del presidente el pasado 7 de agosto. Apenas dos meses después, Nicolás Petro rompía la relación, según ha confesado la madre de la joven.

El presidente se mostró "decepcionado" con su hijo y "preocupado" por la posibilidad de que el escándalo le salpicase

El 'Hombre Marlboro' y el 'Turco'

En la entrevista con Semana, Day Vásquez prueba con 1.600 páginas de whapp, que corresponden a conversaciones que mantuvieron entre enero de 2021 y enero de 2023, sus acusaciones contra Nicolás Petro Burgos. Vásquez denuncia que Nicolás Petro recibió 600 millones de pesos colombianos (unos 120.000 euros) del ex narcotraficante Samuel Santander (Santa) Lopesierra, conocido como el Hombre Marlboro por sus días como zar del contrabando de alcohol, tabaco y mercancías ilegales en La Guajira.

Relacionado con una red de lavado de dinero, estuvo extraditado dos décadas en EEUU. Fue concejal y diputado en los 80 y senador en 1994. En diciembre de 2022 anunció que iba a poner en marcha un nuevo proyecto político en La Guajira. El Hombre Marlboro habría dado los 600 millones para la campaña de Máximo Noriega a la gobernación del Atlántico a cambio de que le respaldaran en su objetivo de lograr la alcaldía de Maicao, en La Guajira.

También el hijo del Alfonso (Turco) Hilsaca Eljaude le habría dado al primogénito de Gustavo Petro 400 millones de pesos colombianos (unos 80.000 euros). El Turco Eljaude, con varias investigaciones en curso por concierto para delinquir y homicidio, se ha enriquecido con contratos de obras relacionados con la energía.

A su vez, Nicolás Petro solía encontrarse con frecuencia con ministros y funcionarios de alto rango, a quienes pedía "cupos" (puestos de trabajo). La ex nuera del presidente alude al ministro del Interior, Alfonso Prada, quien habría facilitado diez "cupos" a Nicolás Petro. Prada ha negado que haya facilitado estos empleos. Asimismo mantuvo encuentros en los que trató de hacer lobby con los titulares de Minas y Energía (Irene Vélez), Salud (Carolina Corcho) o el ex ministro de Educación Alejandro Gaviria. Todos reconocen los encuentros pero no facilitar prebendas.

Millones de pesos en 'dinero sucio'

En las conversaciones Nicolás Petro se muestra muy preocupado por poner a buen recaudo las enormes cantidades de dinero a su disposición. Ese "dinero sucio", como lo llama Day Vásquez que acaba de pedir protección por amenazas a su familia, estaba depositado en una caja fuerte en al casa que compartían cuando eran pareja. Le ayuda en las transacciones su primo, Camilo Burgos. En ningún caso pone esos fondos a disposición de la campaña, ni se aprecia que informe a su padre. Su objetivo es embolsarse el dinero para adquirir una casa con todo tipo de lujos en Villa Campestre, Barranquilla.

Casa de diseñador en tres niveles con piscina privada, terraza mirador y jardín interior"

En la descripción de la compañía inmobiliaria Metro Cuadrado, se decía: "Casa innovadora. Casa de diseñador de tres niveles con piscina privada, terraza mirador y jardín interior en el conjunto residencial con mayores zonas verdes en el sector". El precio de venta era de 2.500 millones de pesos colombianos (unos 500.000 euros) y la pareja ya había adelantado más de la mitad del importe. Durante un tiempo vivieron allí de alquiler con opción a compra. Los 3.000 euros al cambio del sueldo como diputado no le llegaban para estos lujos a Nicolás Petro.

No es la primera vez que Nicolás Petro está en el foco mediático por sus polémicas alianzas políticas. El 5 enero de este año salieron a relucir unas fotos con Musa Abraham Besaile Flórez, hijo de un ex senador procesado por el caso de parapolítica (relaciones con paramilitares). Días más tarde se difundieron las imágenes de una fiesta en casa de Katia Burgos, su madre, a la que acudió Jorge Gerlein, hijo del ex congresista conservador Jorge Alberto Gerlein y sobrino del senador Roberto Gerlein. Y en diciembre de 2022 fue sancionado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) por irregularidades en su campaña a la gobernación del Atlántico.

A principios de este año su hermana Andrea Petro dijo: "Hay que tener claro que como familia presidencial tenemos la imagen de mi papá y la de un país. Tenemos que dar ejemplo". Nicolás Petro y su tío Juan Fernando han puesto en juego la credibilidad de un presidente que prometió cambios radicales en la forma de hacer política. Como señala el columnista Vladdo en El Tiempo de Bogotá, "a pesar de sus reiteradas promesas de cambio, el Pacto Histórico se adaptó demasiado rápido a las formas tradicionales de hacer política, empezando por las jugaditas, la alianzas non sanctas y los millones". Al presidente solo le queda la opción de romper con la sangre de su sangre.