En marzo estuvo en Mariúpol. Ahora ha ido a Jersón y Lugansk. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha visitado epor sorpresa estas dos regiones del este de Ucrania, parcialmente ocupadas por sus tropas, con el fin de conocer el estado de la ofensiva. También se ha trasladado a zona de guerra el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que ha estado en Avdiivka, en Donetsk, este martes.

Putin se ha desplazado a la zona "para escuchar un reporte de la situación del Comandante de las Fuerzas Aéreas, el coronel general Mijail Teplinski, el comandante del grupo de tropas Dniéper, el coronel general Oleg Makarevich y otros líderes militares", según ha informado Tass y reproduce Europa Press.

Rusia trata de tomar Bajmut, en Donetsk, donde las fuerzas ucranianas están defendiendo hasta el último centímetro de tierra. Llevan desde mayo combatiendo. Según la Inteligencia británica, Rusia ha desplazado tropas desde otras zonas de Donetsk para terminar de cercar Bajmut. A su vez, el Kremlin se prepara para hacer frente a la contraofensiva de Ucrania, que parece retrasarse hasta el verano.

En la batalla de la propaganda hay que entender la visita de Putin. "Es importante que conozca vuestra opinión sobre cómo se está desarrollando la situación, escucharos e intercambiar información", ha dicho el líder ruso, que ha felicitado a los soldados por la reciente Pascua ortodoxa.

Es el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien se ha desplazado en numerosas ocasiones al frente, incluido Bajmut, para dar ánimos a los combatientes. Este martes ha agradecido su labor a las tropas en Adviidka, una de las localidades más castigadas en el este de Ucrania.

Más tarde, el mandatario ruso se ha trasladado a Lugansk para mantener contactos con los militares de la Guardia Nacional Vostok, y en su cuartel general ha recibido información del coronel general Alexander Lapin y otros altos cargos.

Es la primera visita de Putin a Jersón o Lugansk, después de que en marzo visitase la ciudad de Mariúpol y la península de Crimea. Donetsk y Lugansk son el epicentro de un conflicto desde 2014, que se extendió a nivel nacional tras la orden de Putin de lanzar una ofensiva militar contra Ucrania.

Putin anunció en septiembre la anexión de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, todas ellas ocupadas parcialmente en el marco de la invasión, una decisión respaldada a principios de octubre por el Parlamento ruso. El anunció llegó tras una serie de referendos criticados por la comunidad internacional por su falta de garantías.