Reino Unido ha entregado múltiples misiles de crucero Storm Shadow a Ucrania, lo que da al país agredido por Rusia una capacidad de ataque de largo alcance en la contraofensiva que prepara contra las fuerzas leales al Kremlin. Así Reino Unido se convierte en el primer país que facilita misiles de largo alcance, que pueden llegar a golpear Crimea o territorios ocupados por Rusia en el Donbás.

El ministro británico de Defensa, Ben Wallace, ha informado en el Parlamento sobre esta transacción, que fue previamente anunciada por la CNN. "Es la mejor oportunidad de Ucrania para defenderse de la continua brutalidad de Rusia, especialmente de los ataques deliberados contra la infraestructura civil ucraniana, contrarios al derecho internacional", ha dicho Wallace en su intervención ante los Comunes. "Ucrania tiene derecho a defenderse".

El Storm Shadow, que ha sido desarrollado desde 2002 por Francia y el Reino Unido, es un misil de crucero de largo alcance con capacidades furtivas. El equivalente francés se llama SCALP-EG. Tiene un alcance de más de 250 kilómetros. Ucrania ha pedido insistentemente ATACMS fabricados en Estados Unidos, con un alcance superior, unos 300 kilómetros. Cada uno cuesta más de 2,2 millones de euros.

MBDA Missile Systems, la empresa europea que fabrica el misil, indica que el Storm Shadow es un "arma de ataque" capaz de "ser operada de día y de noche en cualquier condición meteorológica". Cuenta con un avanzado sistema de navegación para garantizar la precisión.

"Tras el lanzamiento, el arma desciende a una altitud que se adapta al terreno para evitar ser detectada... Al acercarse al objetivo, su buscador de infrarrojos a bordo compara la imagen del objetivo con la imagen almacenada para garantizar un ataque de precisión y daños colaterales mínimos".

Garantías para no usarlas en Rusia

El gobierno ucraniano habría garantizado que estos misiles solo se emplearán dentro del territorio ucraniano y no en Rusia. Se entiende que Crimea es territorio ucraniano, ya que fue anexionado ilegalmente en 2014.

Hay expertos que consideran que los Storm Shadow son game changers (armas decisivas) como fueron los HIMARS en la primera fase de la guerra. Hasta ahora los misiles proporcionados a Ucrania llegaban a los 70 kilómetros.

El anuncio del ministro británico coincide con unas declaraciones del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, sobre la esperada contraofensiva de primavera. Zelenski ha dicho que los ucranianos necesitan "algo más de tiempo" para permitir que toda la ayuda occidental llegue al país. "Si actuamos ahora, perderíamos a mucha gente. Eso es inaceptable. Por eso tenemos que esperar". Aún están de camino algunos tanques y vehículos blindados.

Según la Revista Ejércitos, es posible que estas dudas sobre el arranque de la contraofensiva se deban, más que a la llegada de nuevo material, al llamado "rozamiento". Es decir, dificultades de distinto cariz, desde cuestiones logísticas a la adaptación al nuevo armamento, el terreno o el clima. Es lo que diferencia la teoría de la guerra de la realidad. Quizá también haya un exceso de expectativas una vez que se ha diluido el factor sorpresa.

En todo caso, los Storm Shadow serán de gran ayuda a Ucrania. Reino Unido ya se adelantó al decidir el envío de 14 tanques Challenge 2. Poco después, varios países europeos aprobaron la entrega a Ucrania de los Leopard 2, entre ellos España, y Estados Unidos dijo que contribuiría con tanques M-1 Abrams. Sin embargo, hasta ahora se ha mostrado reacio a entregar misiles de largo alcance. Tanto Washington como Londres han asegurado que seguirán ayudando a Ucrania, sea cual sea el resultado de la contraofensiva, en un intento de aligerar la presión sobre Kiev.

Retroceso ruso en Bajmut

Los ucranianos, mientras tanto, siguen resistiendo e incluso forzando el retroceso de las tropas rusas de Bajmut. Dmitry Peskov, portavoz del presidente ruso, ha reconocido que "la operación militar especial" en esta localidad de Donetsk "continúa". Ha asegurado que no tiene duda de que se capturará y se mantendrá "bajo control".

El general al mando de las fuerzas terrestres ucranianas, Oleksandr Syrskyi informó de la retirada de las unidades rusas de algunas partes de Bajmut, que permitió el avance de dos kilómetros del ejército ucraniano en el suroeste de la ciudad. El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, criticó al ejército ruso por haberse echado atrás. "Nuestro ejército está huyendo", dijo en relación a la 72ª Brigada.

En un mensaje en Telegram, Prigozhin reconoció que las operaciones ucranianas estaban cosechando "un éxito parcial". Insistió en que el ejército regular ruso había "abandonado cientos de metros, casi sin luchar". Los reproches del llamado chef de Putin al Ministerio de Defensa son constantes. Además de quejarse de falta de munición, reprocha al ejército regular que no combate con la misma entrega que sus mercenarios.