El engaño es una táctica fundamental utilizada por los militares para derrotar a los enemigos. Una de las formas más eficaces de burlar al adversario es mediante el uso de señuelos. Con ello se desviar la atención del enemigo de los objetivos reales de por ejemplo un contraofensiva, para inducir a error sobre la ubicación de tus fuerzas o para labores de adiestramiento de tus soldados. 

La guerra de Putin en Ucrania no está exenta de esta artimaña histórica. Inflatech es una  empresa Checa especializada en crear tanques, lanzamisiles, aviones y todo tipo de señuelos militares hinchables. No pueden hablar de sus clientes, no pueden asegurar que Ucrania está utilizando sus productos contra Rusia, pero sí han dado el dato de que el crecimiento de su facturación ha crecido un 30%.  Los señuelos hinchables son  versátiles y eficaces y las fuerzas militares de todo el mundo los utilizan cada vez más.

"Nuestros señuelos se utilizan para entrenamiento o para engañar al enemigo en una situación de combate real", afirma Victor Talanov, portavoz de Inflatech. Están diseñados para ser ligeros, fáciles de desplegar y para ser eficaces en el engaño al enemigo. Estos señuelos pueden desplegarse de forma rápida y sencilla, y todos los procesos, incluido el anclaje y el inflado, sólo llevan entre 5 y 15 minutos. Esto los hace ideales para su uso en situaciones de combate rápidas en las que el tiempo es esencial. Además, los señuelos militares hinchables son ligeros, pesan entre 30 y 120 kg por unidad y pueden ser manejados por una o dos personas.

Señuelo de la empresa Inflatech.
Señuelo militar de Inflatech.

"Las firmas ópticas, IR (térmicas) y de radar están integradas en el señuelo y se incluyen por defecto", explica el representante del fabricante. Esto significa que el señuelo parece y se comporta como un objetivo militar real y emite calor, lo que dificulta enormemente su detección por parte del enemigo.

Pero la gran ventaja de los señuelos militares hinchables es su rentabilidad. "Nuestros señuelos son mucho más baratos que un misil que los alcanzara", afirma el representante. "Con un precio aproximado de 30.000 y 80.000 euros son una forma rentable de engañar al enemigo y proteger objetivos militares reales". Esto en un contexto de guerra prolongada como la de Ucrania el uso de los señuelos cobra más sentido cuando los misiles guiados hasta estos vehículos de mentira multiplican su coste. 

Los señuelos militares hinchables son personalizables, y los fabricantes pueden crear modelos rápidamente para satisfacer las necesidades específicas de sus clientes. "Podemos crear rápidamente un nuevo modelo", afirma el portavoz de Inflatech. Esto significa que pueden adaptar los señuelos para satisfacer los requisitos específicos de diferentes fuerzas y situaciones militares".

Los rusos también utilizan este ardid ya que han mostrado en ferias armamentísticas sus recursos militares de mentira como aviones de combate inflables del modelo MiG-31 y sistemas de misiles simulados del modelo S-300. 

Carro Sherman de mentira de la II Guerra Mundial.
Carro Sherman de mentira de la II Guerra Mundial.

El uso de estas técnicas de engaño no es algo nuevo. En la Segunda Guerra Mundial fue determinante para la victoria aliada. En la costa de Dover en Inglaterra crearon un ejército de mentira con hinchables y otros materiales e hicieron creer que desembarcarían en Pas- de-Calais donde los alemanes concentraron 150.000 hombres dejando la costa de Normandía menos vigilada.