La guerra ha estallado en Israel tras un ataque de Hamás sin precedentes con miles de cohetes, contra ciudades como Tel Aviv y Jerusalén, e incursiones de terroristas en territorio hebreo. Israel ha declarado este sábado el estado de guerra y ha movilizado a sus reservistas tras la oleada de ataques aéreos desde Gaza, que ha dejado al menos 100 muertos y más de 900 heridos. Hay rehenes israelíes, más de 50 soldados y civiles, según Hamás, que los ha exhibido en sus redes sociales. En Gaza ya han perdido la vida 198 personas por la respuesta israelí.

No se había visto nada igual en los últimos 16 años, desde que Hamás tomó el control de la franja de Gaza. Coincide esta incursión que ha sorprendido a los israelíes con el 50 aniversario de la Guerra del Yom Kippur. Israel ha prometido una respuesta histórica. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha declarado: "Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. Esto no es una operación, ni un escalada, sino una guerra". Y ha añadido: "El enemigo pagará un precio inimaginable por lo que ha hecho".

Las Fuerzas de Defensa de Israel han anunciado que comienza la Operación Espadas de Hierro contra Hamás que comporta la movilización de 10.000 reservistas. Al menos una treintena de aviones de la Fuerza Aérea están bombardeando objetivos de la organización terrorista en Gaza, en total 17 bases militares y cuatro centros de operaciones, según fuentes del Ejército israelí. Al menos 160 personas han muerto, según fuentes médicas en Gaza.

Hamás ha aprovechado el Shabat para lanzar esta operación. Es lo mismo que ocurrió en la Guerra de Yom Kippur, cuando el ataque combinado de fuerzas de Egipto y Siria sorprendió a Israel en un momento vulnerable. El fallo de la Inteligencia israelí es mayúsculo y se relaciona con las divisiones entre el gobierno y las fuerzas de seguridad en un año políticamente convulso.

En esta ocasión Hamás ha lanzado miles de cohetes a la vez que unos 300 terroristas se infiltraban en Sderot y otras 13 localidades israelíes, también en jornada festiva, según Haaretz. Algunos han llegado en parapente. A su paso disparan contra los civiles, de modo que las autoridades israelíes han pedido a la población que no salga de sus hogares. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, ha declarado el estado de emergencia.

Nada más comenzar los ataques, el comandante del ala militar de Hamás, las Brigadas Ezzedin al Qassam, Muhamad al Deif, ha anunciado el comienzo de la operación militar denominada Diluvio de Al Aqsa en respuesta a la constante desacralización de la Explanada de las Mezquitas por parte de los israelíes así como de meses de violencia contra la población palestina en Cisjordania.

Hay imágenes de militares secuestrados por los terroristas. En un video se ve cómo arrastran a un soldado asesinado, y en otro una mujer de las Fuerzas Armadas isralíes cae en manos de un grupo de milicianos.

El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, ha sentenciado: "Hamás ha cometido un gran error esta mañana. Israel ganará esta guerra". En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel han asegurado que "los terroristas pagará un alto precio por sus acciones". Este sábado es día sagrado en Israel y el último de las vacaciones de Simchat Torah. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, se ha reunido con su gabinete de seguridad.

Sobre la unidad infiltrada de Hamás, fuentes de seguridad israelíes se han limitado a apuntar hasta el momento que el grupo habría iniciado un enfrentamiento a tiros con las fuerzas israelíes en la ciudad israelí de Sderot, en el sur del país, que ha dejado por ahora un número indeterminado de víctimas.

Los medios de comunicación palestinos informaron de que varios israelíes habían sido capturados por combatientes y fuentes de Hamás difundieron imágenes de vídeo en las que aparentemente se veía un tanque israelí destruido, según informa Reuters.

Estos combates han tenido lugar en medio de una andanada de proyectiles de Hamás sobre poblaciones israelíes; dos horas de fuego de cohetes, unos 2.500 según fuentes palestinas, que comenzó en torno a las 06.00 de esta mañana. Sería la mitad de proyectiles que los lanzados en todo el verano de 2014. Las alarmas se ha activado en ciudades como Jerusalén, Tel Aviv y Beersheba. En Tel Aviv se ha visto ardiendo al menos un edificio.

"El enemigo ha desecralizado Al Aqsa y se ha atrevido a atacar el Mausoleo del Profeta. Estaban advertidos", ha hecho saber el comandante palestino en un comunicado recogido por la agencia de noticias palestina Maan, antes de recordar a los "cientos de mártires y heridos debido a los crímenes de la ocupación".

El comandante ha lamentado que las demandas s de Hamás para efectuar "intercambios humanitarios" han sido rechazadas y "las violaciones en Cisjordania continúan todos los días".

Asimismo, y en una porción de su comunicado recogida por The Times of Israel, el comandante de Hamás aprovecha para pedir a los árabes israelíes "que se levanten en armas contra Israel", en una parte del mensaje destinado a una comunidad asolada por meses de extrema violencia entre sus clanes mientras la población lamentaba la pasividad del Gobierno israelí a la hora de contener este derramamiento de sangre. Hamás recibe ayuda iraní y rusa.

"Hoy, el pueblo está recuperando la revolución y reviviendo la Marcha del Retorno", ha dicho Al Daif antes de instar "a los árabes en Jerusalén y dentro de Israel, en el Negev y Galilea a prender fuego a la tierra bajo los pies de los ocupantes".

En respuesta, el Ejército de Israel ha iniciado un ataque aéreo contra múltiples objetivos de Hamás en la Franja de Gaza. Es la guerra. De nuevo. Desde que el grupo islamista se hizo con el control de la franja en 2007, se han producido cuatro guerras y varias conflagraciones.

En el telón de fondo, el acercamiento entre Arabia Saudí e Israel, muy preocupante para Irán. Hizbulá, vinculado a Irán, ha elogiado la operación de Hamás y ha dicho que es un mensaje a los países que buscan la normalización de relaciones con Israel.