Es una decisión esperada y previsible. El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha declarado inconstitucional de forma unánime que el ex presidente Donald Trump (2017-2021) quede fuera de las primarias republicanas en Colorado, que se celebran este martes. De esta forma el máximo órgano del poder judicial en EEUU, en el que hay tres jueces designados en el mandato de Trump de un total de nueve, deja despejado su camino como aspirante a candidato del Partido Republicano a la Presidencia en las elecciones que se celebrarán el próximo 5 de noviembre.

"Concluimos que los Estados pueden inhabilitar a las personas que ocupen o intenten ocupar cargos estatales", dice la sentencia. "Pero los Estados no tienen ningún poder en virtud de la Constitución para hacer cumplir la Sección 3 con respecto a los cargos federales, especialmente la Presidencia".

"Por las razones expuestas, la responsabilidad de hacer cumplir la Sección 3 contra los titulares de cargos y candidatos federales corresponde al Congreso y no a los Estados", añade la sentencia en respuesta a la demanda de seis votantes de Colorado. "Por lo tanto, la sentencia del Tribunal Supremo de Colorado no puede mantenerse".

En un post en Truth Social, su red social favorita, Trump ha escrito, en mayúsculas: "¡¡¡GRAN GANANCIA PARA AMÉRICA!!!"

El dictamen del máximo tribunal, que se anunció la víspera del Supermartes, fecha clave en el camino a la Casa Blanca, va a afectar también a denuncias similares que han interpuesto los estados de Illinois y Maine. Muchos medios estadounidenses han comparado esta decisión con la que adoptó el Supremo en el año 2000 cuando dio por ganador a Bush hijo frente a Al Gore en el polémico recuento de Florida.

Este 5 de marzo votan 15 estados y un territorio. En total, se elige al 36% de los delegados republicanos, de modo que se da por hecho que quien gane será el elegido en la convención del verano. Igual sucede con los demócratas, aunque en ese caso es aún más claro que será el presidente Joe Biden quien compita.

A vueltas con la enmienda 14ª, sección tercera

Los jueces del Supremo, seis designados bajo mandatos republicanos y tres con demócratas, consideran que la enmienda 14ª, sección tercera, no supone una luz verde para que los estados, como es el caso de Colorado, impidan al ex presidente competir por la nominación.

A finales de diciembre el Supremo de Colorado inhabilitó a Trump para ocupar un cargo público y en consecuencia ser candidato en este estado por haber participado en la "insurrección" del 6 de enero de 2021, es decir, por instigar el asalto al Capitolio.

La decimocuarta enmienda, adoptada en 1868, se refiere a la igualdad de protección y otros derechos. El objetivo de la sección tercera, relativa a la inhabilitación para ejercer cargos públicos, era impedir que los rebeldes confederados pudieran gobernar el país que habían intentado partir en dos. Este texto de la Constitución dice lo siguiente:

"No podrá ser senador o representante en el Congreso, ni elector de presidente y vicepresidente, ni desempeñar cargo alguno, civil o militar, en Estados Unidos o en cualquier estado, quien, habiendo prestado previamente juramento, como miembro del Congreso o como funcionario de Estados Unidos, o como miembro de la legislatura de cualquier estado, o como funcionario ejecutivo o judicial de cualquier estado, de apoyar la Constitución de los Estados Unidos, haya participado en insurrección o rebelión contra la misma, o prestado ayuda o consuelo a sus enemigos. Pero el Congreso podrá, por el voto de las dos terceras partes de cada Cámara, eliminar tal inhabilitación".

Alguno de los jueces argumentó en los alegatos del 8 de febrero que sería un caos si cada estado pudiera descartar a los aspirantes, dando a entender que les moverían razones ideológicas. Pero no es así.

Lo que sucedió el 6 de enero de 2021 fue tan surrealista que si no lo hubiéramos visto retransmitido por las grandes cadenas de televisión no lo creeríamos. El presidente saliente alentó a sus seguidores a que impidieran que el Congreso reunido en sesión conjunta confirmase la victoria de Joe Biden. Incluso el vicepresidente de Trump, Mike Pence, se negó a secundarlo.

La decisión no fue una sorpresa, ya que durante los alegatos, el pasado 8 de febrero, la mayoría de los jueces del Supremo se mostraron escépticos y reacios a dar tal poder a los estados. "Creo que la cuestión a la que hay que enfrentarse es por qué un solo estado debe decidir quién llega a ser presidente de Estados Unidos", dijo durante la vista la jueza Elena Kagan, uno de los miembros progresistas del tribunal, a un abogado de quienes pidieron la inhabilitación de Trump.

Pero en una opinión concurrente el lunes, Kagan y los otros tres jueces designados por presidentes demócratas, Sonya Sotamayor y Ketanji Brown Jackson, escribieron que no estaban de acuerdo con la conclusión de cinco jueces conservadores de que "una inhabilitación por insurrección solo puede ocurrir cuando el Congreso promulga un tipo particular de legislación de conformidad con la Sección 5 de la Decimocuarta Enmienda."

De acuerdo con estos magistrados, "al hacerlo, la mayoría cierra la puerta a otros medios potenciales de aplicación federal (...) No podemos unirnos a una opinión que decide cuestiones trascendentales y difíciles innecesariamente, y por lo tanto sólo concurrimos en la sentencia".

La conclusión es que Trump gana una partida importante en el Supremo. Y lo hace justo en vísperas de un Supermartes que se anticipa que confirmará sus aspiraciones. Queda por ver qué hará su contrincantes, Nikki Haley, que tan solo ha logrado imponerse en Washington DC. Si Haley no pide el voto por Trump, será porque espera que en algún momento la candidatura de Trump se ponga en cuestión.