Previsiblemente Joe Biden y Donald Trump enfilarán la nominación en las convenciones del verano tras el Supermartes. El actual presidente y su antecesor ya se enfrentaron en 2020 y tanto uno como otro son dos candidatos prescindibles. Tanto demócratas como republicanos deberían haber buscado otras opciones para refrescar el panorama político en Estados Unidos, cada vez más polarizado.

Gane quien gane en las presidenciales del próximo 5 de noviembre, justo en ocho meses desde el Supermartes, apenas hay esperanza en que haya unidad y mucho menos entusiasmo. Los estadounidenses estarán regidos por un hombre de 78 años (Trump) o por uno de 82 (Biden).

De momento esta semana seremos testigos de la celebración del Supermartes, la jornada en la que 15 estados celebran primarias y se elige un tercio de los delegados de las convenciones, exactamente 874 de los 2.429 republicanos (el 36%). Los demócratas eligen a más de 1.400.

Votan Alabama, Alaska, Arkansas, California, Colorado, Maine, Masschusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont y Virginia. También lo harán en un territorio, Samoa Americana.

Fue en los años 80 cuando un gran número de estados adelantaron sus primarias en el calendario para aumentar su influencia. El cambio fue impulsado por los estados del sur. Desde 1988 del Supermartes sale un claro favorito. Quien gane el Supermartes este año tiene prácticamente asegurada la nominación en el verano, si bien son los delegados los que tienen la última palabra. Y un año como este 2024 no se descarta nada.

Biden y los votos 'no comprometidos'

En las filas demócratas el presidente Joe Biden solo tiene como rival a Dean Phillips, empresario acaudalado que fue elegido congresista por Minnesota en 2019. No tiene ninguna opción frente a Biden, pero Phillips refuerza un mensaje que ya ha calado en los estadounidenses: Biden es demasiado mayor para ser presidente y padece lapsus constantemente.

Biden se enfrenta más que a un contendiente que le pueda hacer sombra en su partido a quienes le reprochan su posición de apoyo sin fisuras a un gobierno israelí que está librando una guerra contra Hamás, después de que perpetrara la masacre del 7 de octubre, que ya se ha cobrado más de 30.000 víctimas mortales.

Hamás, además de matar a más de 1.200 israelíes y algunos extranjeros, se llevó a más de 240 rehenes, desde bebés hasta ancianos. Hubo una primera liberación a cambio de el triple de presos palestinos, pero aún queda un centenar de personas en manos de Hamás y el gobierno no parece tener un plan de salida honrosa para ellos.

A pesar de las advertencias lanzadas a Israel y de haber aprobado este domingo el envío de ayuda a Gaza por vía aérea, Biden es percibido entre su electorado árabe y musulmán como un presidente que secunda a Israel, incluso cuando el gobierno está en manos de extremistas y su respuesta a la masacre de Hamás no tenga una hoja de ruta clara y esté produciendo miles de víctimas.

Por ello, Biden se topó en Michigan, un swing state con una relevante población árabe y musulmana, con quienes preferían no comprometer su voto y mantener esta posición en la Convención donde se designa al candidato. Lograron sobrepasar el 14% de votos "no comprometidos". Toda una llamada de atención a Biden, si bien esa comunidad que se siente agraviada por el establishment estadounidense lo que se plantea es si ir o no a votar.

Las encuestas reflejan cada vez más cómo Biden no despierta entusiasmo entre los demócratas. Según una encuesta reciente, de The New York Times y Siena College, solo el 28% de los demócratas expresaron entusiasmo por la candidatura de Biden y un 38% dice que no debería haber sido el candidato. En la media de las encuestas en todo el país, Trump aventaja en cinco puntos a Biden.

Trump se enfrentó a Biden en noviembre de 2020 y se negó a aceptar su victoria. Intentó impedir que el Congreso, reunido en sesión conjunta, diera validez a los votos de los estados. El Supremo decide este lunes sobre su inmunidad para ser juzgado. Uno de los casos es por el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. Biden ganó en los estados y en el voto popular en 2020. Así se vengaba de Hillary Clinton, derrotada por Trump en 2016, si bien la ex secretaria de estado ganó en voto popular al magnate neoyorquino.

"Históricamente, cuando el presidente no bendice la iniciativa de otro contendiente, está en el derecho de optar a un segundo mandato. Biden no quería renunciar. La única persona que tiene una proyección nacional es Kamala Harris, pero no tiene mucho apoyo. Aunque la última palabra la tienen los delegados en la Convención del verano, en realidad es previsible lo que va a pasar. Dudo que los delegados elijan a otro. Y aunque Biden aceptara que fuera otro ya no hay tiempo. El partido está dividido, aunque no tanto como los republicanos", sostiene Robert Matthews, investigador del Seminario de Investigación para la Paz de Zaragoza y profesor jubilado de la New York University.

Las elecciones de medio mandato legitimaron a Biden para presentarse por segunda vez"

carlota garcía encina, r.i. elcano

Biden cuenta a su favor con el hecho de que es el único demócrata que ha vencido a Trump. Según Carlota García Encina, investigadora principal en el Real Instituto Elcano de Madrid, "las elecciones de medio mandato legitimaron a Biden para presentarse por segunda vez. Y otro desencadenante fue cuando Trump confirmó su candidatura. Biden ha sido el único que le ha logrado derrotar".

José Antonio Gurpequi, director del Instituto Franklin en la Universidad Alcalá de Henares, reconoce que "habría sido mejor para el Partido Demócrata elegir a otro candidato más fresco, pero ¿a quién? La vicepresidenta Kamala Harris ha sido ningueada. Ha estado desdibujada. El rumor sobre Michelle Obama siempre está ahí".

Nikki Haley, primera victoria en Washington DC

En las primarias del Partido Republicana Trump se enfrentaba a una amplia competencia, pero todos han ido rindiéndose. El abandono más sonado fue el del gobernador de Florida, Ron De Santis, el pasado 22 de enero. Desde ese momento la única competidora es Nikki Haley, que representa a los moderados, que aún los hay, dentro del Partido Republicano. Se da por hecho que el Supermartes confirmará que Trump enfila rumbo hacia la Casa Blanca.

Los escollos legales en forma de cuatro juicios por causas diversas, entre ellas su papel e el asalto al Capitolio, no inciden en la determinación de los seguidores de Trump. El ex presidente ha vencido de forma inapelable en todos los estados que han celebrado primarias o caucus. Y volverá a imponerse este Supermartes, según los sondeos.

La incógnita sería saber qué hará Nikki Haley, quien este domingo ha cosechado su primera victoria en Washington DC. Es un triunfo simbólico, ya que solo se decidían 16 delegados. Haley ha ganado por un 66% frente al 33% de Trump.

No hay una crisis democrática en EEUU sino una crisis partidista"

robert matthews

"Si Trump se impone claramente, habrá que ver qué hace Haley. ¿Apoyará a Trump? El ex presidente cuenta con una base importante pero hay también un sector de los republicanos que no le apoya. Haley pone en evidencia las debilidades de Trump. Hay una resistencia moderada en el partido", apunta García Encina. Según Gurpegui, "Haley nos recuerda que hay un partido republicano más allá de Trump. Estas elecciones son importantes porque si gana Trump, habrá trumpismo para rato. Sería un gran cambio en el Partido Republicano".

Matthews es pesimista, ya que cree que, aunque ganara Biden, "los votantes de Trump pensarán que es el deep state el que lo ha hecho y sentirán un agravio más profundo que nunca. No hay una crisis democrática en EEUU sino partidista. La derecha aprovecha para crear la crisis. La división es muy extrema".