Es un reputado observador de los acontecimientos que han modelado Jordania. También ahora que Donald Trump ha esbozado su plan para vaciar Gaza y expulsar a cerca de dos millones de palestinos de la Franja de Gaza. Mohamed Halaiqah ha sido ministro de Industria y Comercio, Economía y viceprimer ministro del reino hachemita. Y su análisis es clave
“Desde su independencia en 1946, Jordania ha estado navegando por mares difíciles”, señala Halaiqah en una entrevista con El Independiente mientras la sucesivas crisis de países vecinos ha tenido que digerir el reino de Abdalá II. “Es la situación geopolítica de Jordania. Tenemos que gestionar nuestros asuntos con dificultad tratando de navegar entre todas estas crisis en la región. Tenemos escasez de recursos naturales, energía y agua, lo que se suma a nuestros desafíos. Hemos conseguido mantenernos estables. Sin conflictos internos, sin guerras civiles. Jordania sigue siendo estable, segura, con una infraestructura institucional razonablemente buena”, apunta.
Pregunta.- ¿Es el plan de Trump para Gaza una amenaza a la estabilidad de Jordania?
Respuesta.- En primer lugar, no creo que sea un plan. Incluso en el caso de que consiguiera lo de Gaza, que no es posible, ¿qué haría con Cisjordania, que está bajo asedio y ataques feroces de las fuerzas israelíes? El supuesto plan es una fantasía creada en la cabeza de Trump y que ha lanzado para probablemente forzar a sus diferentes socios en la región a llegar con una alternativa. No es aplicable ni legal ni tiene ninguna dimensión política o humana. Lo más alarmante es que un plan así venga del presidente del país más fuerte del mundo del que Jordania es aliado cercano. No vamos a aceptar esto y apoyamos la postura del rey. Tenemos suficientes refugiados, palestinos, libaneses, iraquíes y sirios que aún no han regresado. Jordania tiene que estar preparada para el peor escenario. No creo que el plan vaya más allá. Vaciar Palestina y disolver la cuestión palestina es algo muy muy serio. Es una amenaza para nuestra seguridad nacional.
Vaciar Palestina y disolver la cuestión palestina es algo muy muy serio. Es una amenaza para nuestra seguridad nacional.
P.- Y, mientras, en Cisjordania se prepara una anexión por parte de Israel...
R.- Están haciendo algunas partes de Cisjordania invivibles para que la gente se traslade a Jordania. Según filtraciones en la prensa, Trump ha prometido a los israelíes darles el área C, que es el 61% de Cisjordania. 3 millones de palestinos serían exprimidos en un área pequeña. Están destruyendo como hicieron en Gaza. Es un peligro real para Jordania.
P.- La economía jordana es muy dependiente de ese apoyo de Washington. ¿Preocupa algún tipo de represalia?
R.- No lo llamaría dependencia. La ayuda militar y financiera es significativa. Representa alrededor del 6% de nuestro presupuesto, que es mucho. La situación en la región no ha permitido un gran crecimiento económico. Tenemos que importar para cubrir nuestras necesidades energéticas. Nuestro coste es alto y la gente realmente vive en una situación muy difícil. La pobreza es alta. El desempleo es alto. Así que estamos pagando un precio por la situación regional y por la escasez de ayuda árabe y, de nuevo, probablemente por algunas políticas económicas internas. Pero, pase lo que pase, no podemos permitirnos aceptar este plan, aunque el precio sea dejar de recibir ayuda financiera de Estados Unidos. La gente entiende muy bien que este plan sería el fin de la causa palestina y nosotros no formaremos parte de ello.
P.- ¿Cuál puede ser el plan alternativo?
R.- Jordania, Egipto y Arabia Saudí están a la cabeza. El plan será duro de digerir para Hamás y la resistencia en Gaza. Tendrán que ceder. Probablemente le pedirán a Hamás que se desarme y que sus líderes abandonen Gaza. Los dirigentes árabes no son muy entusiastas con el islam político. Definitivamente dirán no a la expulsión de la población de Gaza y mostrarán su disposición a poner en marcha un plan para la reconstrucción de Gaza, que necesitará algo de dinero y tiempo, pero si recordamos la Segunda Guerra Mundial, muchas ciudades europeas fueron destruidas y la reconstrucción se hizo sin desplazamientos. Probablemente los líderes árabes tendrán que pensar de manera creativa y ver cómo pueden satisfacer las ambiciones de expansión de Trump y Netanyahu.
P.- ¿Cuál es la relación de Jordania con Hamás?
R.- Hay algunos contactos entre bastidores. Han estado aquí en Jordania. Fueron expulsados hacia Qatar hace más de 20 años. Hay cierta competencia cuando se trata de cuestiones de seguridad, pero no hay ningún contacto oficial. Jordania ha participado activamente en la relación diplomática y humanitaria con Gaza. El rey ha realizado giras por las capitales occiedntal para explicar la situación que han sido un éxito. Tenemos dos hospitales en Gaza y tres en Cisjordania. Jordania es probablemente el único país en el que su capital y ciudades principales han sido testigos de manifestaciones continuas en apoyo de Palestina y Gaza.
P.- Una de las claves del plan es quién va a gobernar Gaza...
R.- Los árabes sugieren que la Autoridad Palestina gobernara, los israelíes lo rechazaron y Hamás definitivamente lo rechazaría. Pero Hamás ha dicho que no le interesa gobernar Gaza. Alguien sugirió, y yo estaba entre ellos, la reactivación de la Organización para la Liberación de Palestina, que aglutina a todas las facciones. Hamás formaría parte de esa estructura y no se le pediría que reconociera a Israel, porque la OLP ya ha reconocido a Israel. Tomaría el control de Gaza, pero probablemente esto no sea factible en los plazos previstos.
Creo que lo más probable sería una administración egipcia con el apoyo de algunos estados. No sería gobernar sino llevar la gestión de los asuntos durante un periodo en el que la gente pueda pensar tranquilamente en una solución. A Hamás le interesa un plan que ofrezca perspectivas para un Estado palestino. Así que si hay un camino factible, creíble y garantizado, el grupo estaría dispuesto a cooperar y a dejar las armas y cortar sus relaciones con Irán. No sé si los turcos estarían incluidos o no, pero necesitamos un periodo intermedio. Se necesita pactar 10 años de tregua y la presencia de fuerzas internacionales, fuerzas de la ONU en la frontera para asegurarnos de que la teoría israelí de la seguridad no es válida. Así que esperemos y veamos. Pero es una situación difícil. Realmente hay que dar a Hamás un marco de tiempo para absorber y acomodarse. Simplemente no se les puede decir que desaparezcan. Eso no es factible. Tienes que comprometerlos de una forma u otra hasta que llegue un momento en que se cree una alternativa visiblemente aceptable.
P.- ¿Es la solución de los dos Estado realista hoy?
R.- Israel está tratando de hacer esto inviable mediante la construcción de asentamientos y el aumento del número de los colonos. Deberíamos volver a lo pactado en Oslo y Israel debería sacar a sus colonos de Cisjordania. Su Trump se siente realmente triste por Israel, Estados Unidos tiene mucho espacio. Puede cederlo.
P.- ¿Y la solución de un único Estado laico y democrático?
R.- Donde árabes y judíos vivan en paz y armonía. Pero eso ni siquiera es aceptado por los israelíes. Dijeron claramente que quieren un estado judío religioso, volviendo a las historias del Antiguo Testamento. Lo aceptable es la ley internacional, el sistema legal internacional. Esta es la tierra de los palestinos que ha sido ocupada durante mucho tiempo. Ya han tomado una gran parte de ella. Dejen la otra parte para que toda la zona pueda vivir en paz. Pongan fuerzas internacionales. Que sea un estado desarmado con relaciones especiales con Jordania. La segunda etapa podría ser una confederación entre Jordania y Palestina.
P.- ¿Mantiene el optimismo?
R.- Una cosa que me da esperanza es la resistencia del pueblo palestino. Con todos estos crímenes, genocidios cometidos, siguen firmes en su tierra, caminando kilómetros del sur al norte, volviendo a sus casas destruidas. Están muy apegados a su tierra. Todos los demás factores van en contra de este optimismo: Trump en la Casa Blanca con su equipo loco; Netanyahu con sus carniceros de extrema derecha; la debilidad de las naciones árabes; la fragmentación de la autoridad palestina. Que un pedazo de tierra sitiada de 365 kilómetros unas 35.000 personas hayan luchado contra una superpotencia militar durante 460 días sin rendirse. Han pagado un enorme precio en la parte civil y en las infraestructuras, pero no se rindieron.
P.- ¿Está en peligro el acuerdo de paz entre Jordania e Israel?
R.- No. Hasta que Israel practique la expulsión de los palestinos, Cisjordania. Si empuñando armaa recogen a la gente en autobuses y los tiran en el puente entonces el acuerdo estará en peligro.
P.- ¿Qué razones hay en estos momentos para mantener el acuerdo?
R.- Es un acuerdo internacional aprobado por nuestro parlamento. Aseguró las fronteras de Jordania que Israel ha reclamado políticamente. Define el reparto del agua en el norte de Jordania. Tiene en cuenta el papel de Jordania en Jerusalén. Así que no es fácil cortarlo. Y cuando tienes una alianza con un país como Estados Unidos que te da armas y dinero, no puedes plantearla. El acuerdo ha sido una palanca para enviar ayuda humana a Palestina. Romperlo es el último recurso y no veo que suceda.
P.- ¿Confía en los israelíes?
R.- No. Eso siempre ha estado en nuestras mentes. No confiamos en ellos. Mucha gente que ha tratado con ellos lo sabe. El rey ha forjado una sólida red política con Europa, con Estados Unidos y muchos otros países, para ayudarnos a no ser atacados. Cuando yo estaba en el Gobierno y trataba con los israelíes, había algunas personas razonables para abordar el acuerdo económico. Era un juego diferente. Israel estaba muy interesado en tener a Jordania como amigo. Quería integrarse en la región. Pensaron que Jordania sería la puerta para integrarse en la región y tenían razón. Pero no eran los extremistas de hoy.
Deberíamos volver a lo pactado en Oslo y Israel debería sacar a sus colonos de Cisjordania
P.- ¿Quién está ganando la partida?
R.- No creo que sea una respuesta blanca o negra. Puedes pensar que Israel ha ganado. Ha golpeado a Hizbulá. Irán está fuera de la región tras la caída de Bashar Asad. Ha conseguido destruir parte de las capacidades de Hamás y destruir la propia Gaza. Así que estos son factores en el lado probablemente ganador, pero creo que el factor principal es la llegada de los republicanos y de Trump a la presidencia. Por otro lado, Israel ha perdido militarmente. Su economía está sufriendo. Su gente en el norte todavía no ha regresado a sus casas. Y sufrieron un shock que les acompañará durante mucho tiempo. El segundo punto importante es que lo intentaron todo con Hamas y siguen allí, entregando a los rehenes. Siguen vivos renovando su energía y su personal. Ha colapsado la teoría israelí a nivel internacional de que Israel es la única democracia en la región y que es una víctima. En Occidente se entiende ahora la raíz del conflicto y los derechos de los palestinos.
P.- ¿Cree en la unidad de los árabes?
R.- Por desgracia, no. [Hay países como Emiratos Árabes Unidos que parecen jugar su propio juego] Hablan árabe, pero no sé si son árabes. Mohamed Bin Zayed ha tenido durante mucho tiempo la ambición de ser el líder de la región. Y luego vino Mohamed Bin Salman. Esta envidia entre ellos está allí todavía. No veo en el corto plazo una oportunidad para la unidad árabe pero sí existe unanimidad en la expulsión de los gazatíes. Pero cada país tiene sus propios problemas.
Te puede interesar