La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha llamado este viernes a "invertir masivamente" en redes energéticas, interconectores y almacenamiento eléctrico para bajar unos precios de la energía "estructuralmente altos" en la Unión Europea.

Fue uno de los puntos del ámbito de la competitividad que Von der Leyen ha tratado en una reunión en Bruselas con el nuevo canciller de Alemania, Friedrich Merz. "Hemos abordado el difícil tema de los precios de la energía. Tenemos precios de la energía muy elevados estructuralmente. Tenemos que bajarlo y para eso tenemos que invertir masivamente en interconectores, redes y almacenamiento", dijo la presidenta del Ejecutivo comunitario.

Asimismo, la presidenta de la Comisión Europea subrayó que la Unión no tiene problemas de abastecimiento energético, porque dispone de "muchas formas de producción, especialmente de energía baja en carbono". "Pero nos falta la capacidad para almacenarla y la red", subrayó tras la primera visita del canciller a Bruselas, coincidiendo con el Día de Europa, para reunirse con los presidentes de las principales instituciones comunitarias y con el secretario general de la OTAN.

El parlamento plantea tener reservas de gas

Estas declaraciones de Von der Leyen se producen un día después de que el Parlamento Europeo abogara por prolongar dos años la obligación de llenar las reservas estratégicas de gas de los países de la Unión Europea, pero con flexibilidad para que las recargas no disparen los precios, en línea con la posición de los Estados miembros.

La obligación de recargar los almacenes antes de los meses fríos de gran consumo de gas en la UE fue introducida en 2022, al calor de la manipulación de precios ligada a la invasión de Rusia en Ucrania, y la actual propuesta busca extender ese régimen desde 2025 hasta 2027. La Eurocámara dio su visto bueno con 425 votos a favor, 106 en contra y 43 abstenciones.

Los eurodiputados plantean reducir el objetivo de reservas del 90% al 83%, que podrá además alcanzarse en cualquier momento entre el 1 de octubre y el 1 de diciembre de cada año, mientras que el Consejo de la UE propone que el objetivo sea del 90%, pero que se pueda alcanzar "en cualquier momento entre el 1 de octubre y el 1 de diciembre, en lugar de la actual fecha límite del 1 de noviembre".