El ejército israelí ha abierto fuego este miércoles con munición real contra una delegación diplomática internacional que realizaba una visita oficial a la ciudad de Yenín, en la Cisjordania ocupada, para conocer in situ la situación humanitaria en el campamento de refugiados. El incidente, ocurrido el miércoles por la mañana en la entrada oriental del campamento, no ha causado heridos, pero ha generado una fuerte condena por parte de la comunidad internacional. Las Fuerzas de Defensa de Israel han confirmado haber disparado y han dicho "lamentar las molestias causadas".

La delegación, que representaba a más de 30 países, incluía diplomáticos de España, Francia, Gran Bretaña, Canadá, Rusia y de la Unión Europea, así como de Egipto, Jordania, Marruecos, China, Austria, Brasil, Bulgaria, Turquía, Lituania, Polonia, Japón, Rumanía, México, Sri Lanka, India, Chile y otros países. También han participado trabajadores nacionales e internacionales de Naciones Unidas.

Según testigos, los soldados israelíes dispararon de forma directa e intensa contra los diplomáticos y periodistas cuando se encontraban cerca de una puerta de hierro instalada por el ejército hebrero. La visita tenía como objetivo documentar las condiciones humanitarias derivadas de asedio israelí que se prolonga 121 días consecutivos, y que ha provocado la destrucción de más de 600 viviendas y el desplazamiento forzoso de unas 22.000 personas.

"Violación del derecho internacional"

En un comunicado oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Palestina ha condenado enérgicamente el ataque, calificándolo como una “atroz violación” del derecho internacional. "Condenamos, en los términos más enérgicos posibles, el atroz crimen cometido por las fuerzas de ocupación israelíes, que deliberadamente atacaron con fuego real a una delegación diplomática acreditada durante una visita de campo a la gobernación de Yenín”, indice la nota.

El comunicado subraya que este acto constituye una violación grave de la Convención de Viena de 1961 sobre Relaciones Diplomáticas y denuncia "el desprecio sistemático de Israel por las normas y obligaciones del derecho internacional". "Este acto deliberado e ilegal constituye una infracción flagrante y grave del derecho internacional y de los principios fundamentales de las relaciones diplomáticas. Refleja la impunidad profundamente arraigada con la que opera la ocupación israelí", desliza.

El ministerio ha responsabilizado plenamente y de forma directa al gobierno israelí por el asalto y ha pedido a la comunidad internacional —en especial a los países de origen de los diplomáticos atacados— a adoptar una postura clara y firme frente a esta grave violación. Asimismo, ha subrayado su llamada urgente a "proporcionar protección internacional al pueblo palestino y a todo el personal diplomático en el territorio palestino"

Versión del ejército israelí

En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han indicado que la entrada de la delegación fue previamente coordinada y que se les había proporcionado una ruta aprobada, la cual —según su versión— "fue ignorada". Las FDI han asegurado que los soldados realizaron “disparos de advertencia” al identificar que el grupo había ingresado en una “zona de combate activa” no autorizada.

Posteriormente, una vez aclarada la identidad de los diplomáticos, el comandante de la División de Judea y Samaria [Cisjordania ocupada, en el argot israelí], general de brigada Yaki Dolf, ha iniciado una revisión del incidente. El jefe de la Administración Civil israelí, general de brigada Hisham Ibrahim, ha ordenado establecer contacto inmediato con los países afectados y se ha comprometido a sostener reuniones informativas con los diplomáticos implicados. Las FDI, en su comunicado, han lamentado “las molestias causadas”.