"Las próximas elecciones legislativas en Moldavia serán un objetivo prioritario de la guerra híbrida de Moscú", ha reconocido la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas. La convocatoria está fijada para el 28 de septiembre. El primer ministro, Dorin Recean, teme que el Kremlin quiera implantar un gobierno títere que permita que puedan desplegarse en Transnistria unos 10.000 efectivos, donde ahora hay unos 1.500 efectivos, muchos de ellos locales.

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En una entrevista en el Financial Times, el primer ministro apunta que Rusia está realizando "un enorme esfuerzo por socavar la democracia moldava". Al Kremlin le incomoda mucho que el Gobierno de Chisinau esté volcado en impulsar su candidatura a la Unión Europea. "Quieren consolidar su presencia militar en la región de Transnistria".

Mapa de la Región de Transnistria en Moldavia

La República de Moldavia de Pridnestovia, que se conoce como Transnistria, cuenta con unos 470.000 habitantes. Tiene su propia moneda y su bandera. En un referéndum celebrado en 2006 más del 95% de los ciudadanos de esta región apoyaron su independencia, pero la decisión no fue reconocida internacionalmente.

Ni siquiera el Kremlin ha dado este paso. Es un territorio situado entre Ucrania y Moldavia, cuyo gobierno actual es claramente proeuropeo. Rusia cuenta con 1.500 efectivos desplegados en esta región separatista leal a Moscú. Estos soldados, que Rusia los llama fuerzas de paz, tienen bajo su custodia reservas de armas y municiones de la época soviética.

Los esfuerzos de interferencia de Moscú incluyen propaganda en redes y transferencias ilegales de dinero en efectivo a partidos y votantes. Según el primer ministro Recean, Rusia gastó el equivalente al 1 % del PIB de Moldavia en campañas de influencia en 2024. En octubre pasado, un referéndum sobre la adhesión a la UE se aprobó por solo unos miles de votos, tras una campaña muy potente del Kremlin. En las elecciones presidenciales unos 130.000 votantes recibieron fondos de Rusia.

Si Rusia tuviera 10.000 soldados en su enclave en Moldavia, la presión sobre el suroeste de Ucrania y sobre Rumanía sería enorme.

La UE, pendiente del proceso

La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, se ha reunido este miércoles con el primer ministro moldavo, Dorin Recean, y la comisaria europea de Ampliación, Marta Kos. Tanto Kallas como Kos han animado a Moldavia a mantener el "ritmo" y el "compromiso" con las reformas necesarias en su camino a la adhesión a la UE, según informa la agencia Efe.

 "Hoy hemos hablado de la guerra de Rusia contra Ucrania, que también se ha extendido repetidamente a Moldavia. Rusia ha violado el espacio aéreo moldavo, ha utilizado la energía como herramienta de chantaje y se ha entrometido en su democracia", dijo Kallas.

La jefa de la diplomacia europea ha recordado que la UE vigilará el proceso electoral en Moldavia para "garantizar la integridad" de la votación.

"Estamos ampliando el alcance y la escala de la misión de la alianza de la UE para impulsar la resiliencia de Moldavia. Contamos con un equipo especializado sobre el terreno que apoya a Moldavia en la lucha contra la financiación ilícita en el contexto electoral", ha señalado. Kallas se ha referido al despliegue de "un grupo de expertos, un equipo híbrido de respuesta rápida, para apoyar a Moldavia frente a la injerencia extranjera".

"Moldavia también puede contar con nosotros para garantizar unas elecciones justas, proteger su ciberespacio, brindarles herramientas para combatir la propaganda rusa y apoyar a los medios y periodistas independientes", ha concluido la comisaria de Ampliación.

Para Rusia todos los procesos electorales en el flanco oriental son escenarios que abren posibilidades para propagar sus narrativas o mover los hilos para emplazar en el poder a los políticos más antieuropeístas. Lo intentó en Rumanía con Georgescu, candidato a la Presidencia, y fracasó. Pero va a seguir y en Moldavia los rusos tienen mucho que ganar.

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