La operación se llama Rising Lion y empezó a prepararse de forma clandestina hace ocho meses. Responde a la obsesión del primer ministro de Israel por liquidar el programa nuclear iraní, reforzada tras la matanza del 7 de octubre de 2023. Benjamin Netanyahu quiere que sea su legado, el fin del Irán nuclear. Va a arrastrar al presidente Donald Trump, que prometió a sus votantes un EEUU alejado de los conflictos, a una guerra que va a reconfigurar Oriente Próximo.  

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De momento, Israel ha asestado el mayor golpe al régimen iraní desde la revolución de 1979. Han participado unos 200 aviones de combate y también efectivos del Mossad sobre el terreno que han llevado a cabo operaciones de sabotaje. El objetivo era destruir el programa nuclear iraní.

"Desde el ataque terrorista de octubre 2023 el Gobierno israelí ha lanzado una ofensiva regional: contra Hamás para reocupar Gaza, incorporar Cisjordania en Israel, acabar para siempre con la solución de los dos estados, también ha buscado debilitar a Hizbulá en el Líbano, acabar con los ataques de los hutíes en Yemen, debilitar al nuevo gobierno sirio, tratar de expulsar la mayor cantidad posible de palestinos a países de la región o África, y eliminar el programa nuclear iraní. Y está dispuesto a hacer todo esto con el apoyo total o parcial de Estados Unidos y la moderada crítica europea", indica Mariano Aguirre Ernst, investigador asociado del CIDOB. 

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quiere que su legado sea el fin del programa nuclear iraní y el debilitamiento al máximo del régimen de los ayatolás. "Durante las últimas dos décadas, Irán ha sido la prioridad número uno para Netanyahu. Esto es lo más importante que ha hecho", afirma Aviv Bushinsky, que fue su jefe de gabinete en la década de 1990, en el Financial Times.

Netanyahu busca cómo hacerse perdonar algunos de sus errores del 7 de octubre. Aunque el programa nuclear solo se vea levemente afectado, cambiará cómo se valora al primer ministro en Israel. De momento ha conseguido que todo el espectro político le apoye. "No borrará su responsabilidad por los [fracasos] del 7 de octubre. Pero eliminará algunas manchas", dice Bushinsky.

"Una oportunidad histórica"

"Han visto que Irán es más débil de lo que se creía y más vulnerable en sus capacidades y así Netanyahu y sus aliados consideran que están ante una oportunidad histórica, que solo se da una vez en la vida", explica Kawa Hassan, experto en Oriente Próximo y norte de África del centro de análisis Stimson.

Israel sostiene que Irán está cerca de conseguir la bomba atómica. Serían nueve bombas las que ya tendría a punto el régimen de los ayatolás, de acuerdo con las autoridades isralíes. Un informe de 22 páginas desclasificado esta semana por el OIEA no afirmaba que Irán estuviera tan cerca de fabricar un arma nuclear. Decía que no había podido examinar algunos aspectos del programa nuclear civil de Irán y que creía que Teherán había incumplido repetidamente su obligación de cooperar, en particular en lo que respecta a su antiguo programa nuclear secreto.

El presidente francés, Emmanuel Macron, sostiene que es cierto que Irán continuaba desde hace meses enriqueciendo uranio, 40 veces más de lo autorizado. "No comparto la necesidad de una operación militar pero estos ataques van a reducir la capacidad de enriquecimiento de uranio de Teherán", ha dicho Macron.

La sexta ronda de negociaciones sobre el programa nuclear iraní, previstas para el domingo en Omán, han quedado suspendidas. ¿Era el objetivo de Netanyahu dinamitar esta salida diplomática?

Luz ámbar de Trump

EEUU no ha participado en esta operación, como aseguró el secretario de Estado, Marco Rubio en las primeras horas después del ataque, pero estaba al tanto. Así se explica que la víspera ordenara la salida de su personal no esencial en la embajada en Irak. Dos fuentes cercanas al Gobierno israelí aseguraron a Axios que Washington podría distanciarse en público pero en privado había dado luz verde.

El presidente, Donald Trump, ha dicho en sus redes sociales que ya advirtió a Irán que había un ultimátum de 60 días sobre la mesa para que llegara a un acuerdo sobre su programa nuclear. Trump sostiene que Irán ha de claudicar o Israel atacará aún con más fuerza. EEUU ha ordenado que dos de sus destructores se desplacen hacia el Mediterráneo oriental. La buena noticia para Trump es que el precio del petróleo Brent ha subido más del 7%, si bien las bolsas han caído.

Los israelíes han alcanzado instalaciones nucleares, como Natanz, y militares. En la tarde del viernes han atacado la planta nuclear subterránea de Fordó y Teherán. También han alcanzado Isfahán, en el corazón del programa nuclear iraní.

En la primera oleada de ataques han muerto al menos seis científicos nucleares y la cúpula militar ha quedado descabezada. Han caído el jefe del Estado Mayor, el comandante Mohammad Baqeri, y el jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hossein Salami. Los dos ya han sido reemplazados. Y no son los únicos, casi toda la cúpula de la Guardia Revolucionaria ha muerto en las primeras horas de los ataques.

El Líder Supremo, Ali Jameneí, ha prometido venganza. Jamenei ha dicho que a Israel le espera "un destino amargo". En una carta al secretario general de la ONU, el ministro iraní de Exteriores, Abbas Aragchi, considera los bombardeos como “una declaración de guerra”. El ministro ha denunciado que "estas acciones crueles representan actos de agresión y crímenes de guerra". Primero Irán ha lanzado un centenar de drones y a última hora del viernes han sido decenas de misiles que han caído en distintas zonas de Israel. En Tel Aviv hay 40 heridos. Y no se descarta que pueda vengarse con ataques a objetivos estadounidenses.

De presidente de paz a presidente de guerra

Recordemos que Trump anunció que sería "un presidente de paz". La guerra puede adquirir una dimensión aún mayor. Ahora todo esto puede cambiar. Es posible que Washington simplemente no tenga otra opción y tenga que entrar en el conflicto del lado de los israelíes. "Si la respuesta de Irán es muy fuerte sobre Israel, EEUU intervendría en apoyo de su aliado. EEUU intervendrá si cree que Israel está bajo amenaza y eso cambiará la dinámica de la guerra", señala el analista Kawa Hassan. Sin embargo, descarta que Rusia, aliado de Irán, o China, vayan a ir más allá de declaraciones de condena.

Esta dinámica tendría efectos en EEUU probablemente. En una publicación realizada antes del ataque, el influyente periodista estadounidense vinculado al movimiento MAGA, Tucker Carlson, advirtió sobre la implicación de Trump en el conflicto de Oriente Próximo. En su opinión, esto supondría una traición al electorado de Trump, que llevó a la reelección de su candidato porque este se presentaba como un "líder de paz" que, a diferencia de Joe Biden, retiraría a Estados Unidos de los conflictos en el extranjero. Es cierto que los MAGA apoyan a Israel pero, sobre todo, quieren una América grande de nuevo y empantanarse en una guerra no parece la mejor manera de construir una nación próspera.

Si Netanyahu sueña con pasar a la Historia por haber jibarizado al peor enemigo de Israel y por haber reducido su programa nuclear a la más mínima expresión, ha visto que es el momento para lanzarse. Como apunta Hassan, "Irán está solo, depende solo de sí mismo y ha de plantearse cómo contestar y cómo garantizar el futuro del régimen". Sin embargo, Netanyahu sabe que en caso de necesidad, Trump, aún sacrificando su querencia aislacionista, acudiría al rescate.

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