La presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, ha logrado superar la moción de censura promovida por el diputado ultranacionalista rumano Gheorghe Piperea, del grupo de Conservadores y Reformistas, a propósito del Pfizergate. De 553 votos emitidos, 175 han sido a favor, 360 en contra y 18 abstenciones. Para salir adelante se necesitaban dos tercios.

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Hace un año Von der Leyen, candidata del Partido Popular Europeo, fue elegida con una mayoría ajustada de 401 votos a favor, 284 votos en contra, 15 abstenciones y siete votos nulos. El total de votos emitidos fue de 707.

Es evidente que la presidenta de la Comisión Europea está perdiendo apoyos entre las fuerzas mayoritarias en el Parlamento Europeo: populares, socialistas, que se plantearon abstenerse, liberales y verdes, aunque tampoco han querido sumarse a la ultraderecha. Si se suman los ausentes, 167, y las abstenciones, se llega a 185 eurodiputados que no han querido mostrar su apoyo explícito a Von der Leyen. La Izquierda y parte de los verdes o han participado en la votación como protesta.

En el grupo de Conservadores y Reformistas ha habido disidencias como Hermanos de Italia, liderada por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Es conocida la buena química entre Von der Leyen y Meloni. Junto a ECR han votado los Patriotas, comandados el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que pedía la dimisión de Von der Leyen, y la Europa de las Naciones Soberanas, donde se integra Alternativa para Alemania (AfD).

El Pfizergate, un símbolo de un 'modus operandi'

El caso por el que se ha planteado la moción de censura se denomina Pfizergate y denuncia la falta de transparencia en las instituciones europeas en una cuestión tan clave como la pandemia. A mediados de mayo, el Tribunal General de la UE dio la razón a The New York Times que había denunciado al Ejecutivo de Bruselas por negarse a revelar el contenido de los mensajes que Von der Leyen intercambió con el CEO de la farmacéutica Pfizer, Albert Bourla. El diario supo de los mensajes tras una entrevista a Bourla en 2021.

Von der Leyen negociaba con el CEO de Pfizer, una de las empresas que logró una vacuna contra el coronavirus, un contrato de 35.000 millones de euros para el suministro de 900 millones de vacunas contra la COVID-19, con opción a 900 millones más.

La Justicia europea dictaminó que la Comisión no puede limitarse a afirmar que no tiene en su poder los documentos solicitados, "sino que debe presentar explicaciones creíbles que permitan al público y al Tribunal General entender por qué no pueden encontrarse esos documentos".

En su intervención el lunes, Von der Leyen dijo: "No es un secreto que estuve en contacto con fabricantes de vacunas. Era mi deber, al igual que lo fue consultar a los mejores epidemiólogos y autoridades sanitarias del mundo. Insinuar que los contratos fueron inapropiados o contrarios al interés europeo es simplemente falso". También recordó que los contratos fueron revisados y firmados por los Veintisiete, sin cláusulas secretas. En ese caso, ¿por qué tanto secretismo sobre los mensajes?

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