Putin ha apostado fuerte por la ofensiva del cuarto verano de guerra en Ucrania. Trata de desmoralizar a los ucranianos justo cuando vuelve a estar en duda que se mantenga la ayuda de Estados Unidos a Kiev. Sabe que los aliados europeos de Kiev tienen más voluntad que medios, pese a despliegues como la IV Conferencia sobre la Reconstrucción de Ucrania que tiene lugar este jueves y viernes en Roma. Sin embargo, el coste de la operación bélica rusa cada vez es mayor en vidas humanas.

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El balance de bajas rusas a diario es ahora mayor que en ningún otro momento de la guerra, según una investigación realizada por The Economist. No hay datos oficiales pero los cálculos realizados por el semanario británico apuntan que a finales de junio se había sobrepasado en total el millón de víctimas. Desde el 1 de mayo habrían muerto unos 31.000 rusos. Según UALosses, entre 73.000 y 140.000 soldados ucranianos habrían perdido la vida desde que empezó la guerra el 22 de febrero de 2022.

El elevado número de víctimas mortales rusas en los últimos dos meses y medio se debe a que los movimientos sobre el terreno se han acelerado. El avance ruso es el más rápido de los dos últimos años; aún así apenas supone 15 km2 al día. Además, son cada vez más intensos los ataques rusos con drones. Hay jornadas en las que se lanzan más de 700 drones sobre ciudades rusas. Kiev ha vuelto a ser objetivo de bombardeos. En el ataque del jueves, con 400 drones y 18 misiles, murieron dos personas y ha dejado 23 heridos.

"Se trata de una evidente escalada del terror por parte de Rusia: cientos de Shaheds cada noche, ataques constantes, ataques masivos contra ciudades ucranianas", ha dicho Zelenski, en alusión a los drones suicidas de diseño iraní que se han convertido en un arma clave en el arsenal del ejército ruso.

Zelenski ha instado a los aliados de Ucrania a acelerar la imposición de nuevas sanciones a Rusia. "Las sanciones deben imponerse más rápidamente y la presión sobre Rusia debe ser lo suficientemente fuerte como para que realmente sientan las consecuencias de su terror", ha escrito el presidente ucraniano en las redes sociales.

Una guerra costosa e interminable

El cálculo del Economist describe una situación que evoca imágenes como Vietnam. "Incluso al ritmo rápido de los últimos 30 días, Rusia necesitaría 89 años para conquistar toda Ucrania. Hasta febrero de 2028 no habrían ocupado lo que aún no dominan en las cuatro regiones que reclama como suyas Putin, Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiya", dice la investigación de la revista.

A pesar del coste humano, Putin está decidido a seguir adelante, aunque de vez en cuando insinúa que está dispuesto a negociar. Son maniobras disuasorias con las que entretiene a la diplomacia americana. A la hora de la verdad se salen por la tangente como cuando rechazan la oferta del Papa de albergar las negociaciones entre Putin y Zelenski con la excusa de que son dos países cristianos ortodoxos. Sorprende que aceptaran anteriormente conversaciones en Turquía y Arabia Saudí, los dos países musulmanes.

Para mantener la ofensiva Rusia ha aumentado el gasto en personal, ya que ha tenido que reclutar nuevos voluntarios debido a las numerosas bajas. En la primera mita de 2025 Rusia ha gastado cerca de dos billones de rublos, unos 22.000 millones de euros, en reclutar personal militar para su campaña en Ucrania, según el portal independiente Re: Russia. Es el doble de lo invertido entre julio de 2023 y junio de 2024. Si se sigue al mismo ritmo, a final de año el gasto llegará al 2% del PIB.

En estos seis meses Rusia ha reclutado unos 200.000 soldados. Son unos 10.000 más al más que los ucranianos, mucho más limitados por ser apenas 38 millones frente a los 144 millones de rusos. Además, los rusos son reclutados con engaños y promesas, o bien con represión, mientras que los ucranianos se ofrecen a luchar muchas veces de forma voluntaria.

Alemania y Noruega pagan tres Patriot

En la IV Conferencia sobre la Reconstrucción de Ucrania ha participado el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, muy preocupado por conseguir que EEUU reanude sus envíos de armas a Kiev, aunque sea pagando por ellos. Zelenski ha asegurado que ha recibido "señales muy positivas" de Washington.

Ucrania demanda, sobre todo, el sistema de defensa antiaérea Patriot. Son imprescindibles para hacer frente a los misiles rusos y necesitarían al menos una decena más los misiles correspondientes.

Los aliados europeos son clave para que Kiev vuelva a recibir los Patriot. Alemania y Noruega se han ofrecido a comprar Patriot a Estados Unidos y luego entregárselos a Ucrania. Serían dos sistemas Patriot por parte de Alemania y uno de Noruega.

El canciller alemán, Friedrich Merz, ha destacado e Roma cómo es fundamental que se incremente la presión contra Rusia para que Putin acceda a negociar. Ha pedido a Eslovaquia que levante su veto a la 18.ª ronda de sanciones de la UE contra Moscú.

La coalición de voluntarios, adelante

El premier británico, Keir Starmer, se ha mostrado satisfecho de la participación de EEUU en la reunión de la "coalición de voluntarios". Francia es el otro gran impulsor de esta iniciativa.

"Hemos anunciado planes para crear una nueva fuerza multinacional para Ucrania con sede en París, de modo que estemos preparados para apoyar un acuerdo de paz cuando se produzca", ha dicho Starmer.

"Mientras Putin da la espalda a la paz, nosotros estamos reuniendo más apoyo para Ucrania en este momento con el fin de defender a su pueblo y obligar a Putin a sentarse a la mesa de negociaciones", ha añadido.

El coste de la reconstrucción

En Roma se habla sobre la reconstrucción. El Instituto de Estudios Políticos Internacionales (ISPI), un grupo de expertos italiano, ha pronosticado, basándose en un estudio del Banco Mundial, que los costes de reconstrucción en cuatro regiones controladas en su mayor parte por Rusia (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiya) ascenderán a 160.000 millones de euros. Esas regiones podrían permanecer bajo control ruso en virtud de un futuro acuerdo de paz, aunque Kiev no está de acuerdo de momento.

El Banco Mundial prevé que un plan de reconstrucción y recuperación de diez años, que se aplicaría entre 2025 y 2035, requeriría inversiones de al menos 450.000 millones de euros.

La dificultad para diseñar escenarios realistas se debe en gran parte a la imprevisibilidad del curso de la guerra. Desde la última conferencia de recuperación, celebrada en Berlín en 2024, los daños a las infraestructuras energéticas han aumentado un 93%. Los sectores más afectados son la vivienda, el transporte, la energía y la minería.

La expansión de la guerra mediante drones y la ampliación del frente, que incluye las provincias de Dnipro y Sumy, también tiene un impacto en la economía. El elevado gasto bélico está provocando un aumento de la inflación, que recientemente alcanzó el 15 %. El crecimiento económico se está ralentizando, en parte debido al aumento de los ataques contra la industria y las infraestructuras.

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