Copernicus corrige su cartografía y enmienda los mapas de Marruecos y el Sáhara Occidental que hasta ahora publicaba unidos, considerándolos como un único territorio. Así lo ha reconocido a El Independiente el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), que este sábado publica una investigación sobre el transporte a larga distancia del polvo sahariano, del norte de África a Europa y el Caribe, en el que el mapa aparece modificado.
“La cuestión ya se abordó en visualizaciones de datos únicas y ahora se ve una línea punteada que marca el territorio del Sáhara Occidental”, señalan fuentes de Copernicus a este diario. Previamente, el servicio había señalado estar al tanto del problema técnico, que afectaba también a la Agencia Estatal de Meteorología al emplear su sistema de cartografía como una de sus referencias.
Historia de una rectificación
“Somos conscientes de este problema y estamos trabajando para solucionarlo. Las bibliotecas gráficas del software que utilizamos para producir las visualizaciones de datos no cuentan con la separación necesaria para el Sáhara Occidental. Estamos en contacto con el proveedor del software y trataremos de solucionar este problema lo antes posible”, indicaron recientemente a este diario desde Copernicus. “Este y otros mapas no constituyen ni implican una expresión de opinión por parte del ECMWF sobre el estatus del Sáhara Occidental, sus fronteras o su soberanía”, agregaron.
Ahora, sin embargo, se produce una modificación que, al introducir la línea discontinua, señala que el Sáhara Occidental -la ex colonia española- es un territorio no autónomo pendiente de descolonización ocupado ilegalmente por Marruecos desde 1975. El Sáhara es, de hecho, la última colonia de África sobre la que España sigue siendo la potencia “de iure” y que la ONU tiene entre sus asignaturas pendientes.
El pasado abril El Independiente denunció que la Aemet usaba en sus cuentas de redes sociales mapas en los que el mapa de Marruecos incluía el territorio del Sáhara. La información gráfica procedçia del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), un sistema creado por la Unión Europea e implementado por el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (European Centre for Medium-range Weather Forecast, ECMWF), un instituto de investigación que elabora predicciones meteorológicas numéricas a escala mundial y otros datos para los Estados miembros y la comunidad en general. La herramienta proporciona de forma abierta y gratuita información del clima pasado, presente y futuro.
Ahora, con la recién introducida corrección, Copernicus cumple con el derecho internacional. El Sáhara Occidental fue hasta 1975 la provincia número 53 de España y desde entonces es escenario de un conflicto que cumple a finales de este año el medio siglo. Actualmente el 80% del territorio está ocupado ilegalmente por Marruecos y el restante 20% es controlado por la República Árabe Saharaui Democrática, que administra los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia).
El uso de un mapa erróneo de Marruecos incluyendo el Sáhara Occidental no es un hecho aislado. En los últimos años Enaire -el gestor de navegación aérea de España-, el ministerio de Ciencia e incluso RTVE en sus telediarios han empleado este tipo de mapas. En todos los casos, tras la publicación de las informaciones en El Independiente, los organismos afectados han procedido a modificar la cartografía para adherirse al derecho internacional.
Del Sáhara al Caribe
Copernicus publica este sábado una investigación que arroja luz sobre varios episodios de transporte a larga distancia de polvo del Sáhara sobre el Atlántico y Europa durante el primer semestre de 2025. Las nubes de polvo del Sáhara han provocado un aumento de las concentraciones a nivel del suelo de partículas gruesas (PM10), lo que ha afectado a la calidad del aire en Europa y el Caribe, declara el centro son motivo del Día Internacional de la Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo, que se celebra este sábado.
“En lo que va de 2025, hemos observado repetidos transportes a larga distancia de polvo del Sáhara y altas concentraciones de PM10 que han llegado a Europa y el Caribe. Estos episodios pueden tener un impacto negativo en la calidad del aire a ambos lados del Atlántico y, por consiguiente, suponen un riesgo potencial para la salud humana. El trabajo que realizamos en el CAMS para pronosticar y supervisar de forma fiable estos episodios de transporte a larga distancia es esencial para que las partes interesadas comprendan mejor este fenómeno y desarrollen las medidas de mitigación más adecuadas”, señala Mark Parrington, científico sénior del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus.
Según la institución europea, “en febrero y marzo, los patrones de viento provocaron que las nubes de polvo se desplazaran hacia la costa noreste de Sudamérica”. A finales de abril, la mayor parte de las nubes de polvo habían llegado al Caribe y más allá.
Y en los meses siguientes siguió viajando. A finales de mayo y principios de junio, una gran nube se desplazó a través del Caribe y las Antillas Mayores hasta el golfo de México, lo que provocó un aumento de las concentraciones de PM10 en superficie en toda la región. “Las mediciones en superficie de PM10 en Guadalupe y Florida alcanzaron valores máximos de entre 80 y 150 μg/m3 y entre 60 y 120 μg/m3, respectivamente, que se reflejaron bien en las previsiones del CAMS. Las intrusiones de polvo han seguido cruzando el Atlántico a principios de julio y se prevé que la última nube alcance las Antillas Mayores y el Caribe en los próximos días, con concentraciones de PM10 en la superficie superiores a 60 μg/m3”, detallan.
El polvo sahariano también ha estado presente en toda Europa durante los primeros meses de 2025. En enero y febrero el Mediterráneo central y oriental sufrió varios brotes de polvo del Sáhara. Entre enero y mayo, numerosas columnas de polvo fueron transportadas a Italia y Grecia, provocando regularmente cielos brumosos y la llegada de polvo al suelo. Uno de los episodios más notables se produjo a principios de febrero, cuando un ciclón originado en el norte de África transportó polvo del Sáhara a través del Mediterráneo central hasta el sur de Italia y hacia el este hasta Grecia, lo que provocó un deterioro de la calidad del aire en la región.
En marzo, una gran nube que se desplazó por el Mediterráneo en primavera llegó a la península ibérica y Francia y se desplazó hacia el norte de Europa, hasta el norte de Francia, los países del Benelux y el Reino Unido. A mediados de abril, otro episodio transportó cantidades considerables de polvo del Sáhara a las regiones del sur de Europa, lo que provocó cielos visiblemente brumosos y amarillentos. En los primeros días de mayo, las previsiones globales y regionales del CAMS mostraron niveles elevados de concentraciones superficiales de PM10 en algunas partes de Europa occidental y el Mediterráneo.
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