Hace apenas cinco semanas Trump parecía haberse rendido ante Putin tras su cita en Alaska. El presidente de Estados Unidos recibió al líder ruso incluso con aplausos y le trató como a un ganador, como al dirigente de una potencia global. Ahora Trump ha cambiado el juego. En un mensaje en sus redes sociales, afirma que Rusia lleva tres años y medio "luchando sin rumbo en una guerra que una auténtica potencia debería haber ganado n menos d una semana". Su proceder en Ucrania "le hace parecer un tigre de papel", a juicio de Putin. Además, afirma por primera vez que Ucrania podría recuperar todo su territorio. ¿Cree Trump que Zelenski tiene ahora mejores cartas? ¿A qué se debe este giro de guión?

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Hay quienes lo relacionan con la buena relación que tiene con el presidente francés, Emmanuel Macron, con quien habló poco antes de su discurso en la ONU. En la Asamblea General, Trump reconoció que creía que la guerra en Ucrania sería la más fácil de solucionar, dada su buena relación con Putin. Pero ha podido contribuir a pacificar otros siete conflictos mientras que no ha conseguido avances en Ucrania. Choca con la cerrazón del líder ruso, que no renuncia a ninguno de sus objetivos y, como ha confirmado su portavoz, Dmtri Peskov, no ve otra salida que seguir la guerra para conseguirlos. 

Tanto el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, como los líderes europeos son prudentes en relación a este cambio de posición de Donald Trump, quien dice A un día y B al día siguiente. Tanto es así que los rusos de momento tratan con cierta condescendencia las declaraciones del líder estadounidense. Sostienen, eso sí, que Rusia es un oso, y los osos no son de papel. Y mantienen que es imposible que Ucrania recupere todo su territorio, como especula Trump. Incluso Dmtri Medvédev asegura confiado que Trump "volverá", en alusión a que cambiara de nuevo de opinión y regresará a secundar las tesis del Kremlin. 

Putin cruza líneas rojas

Sin embargo, Trump es un jugador y ahora ve que ha llegado el momento de recurrir al palo con Putin. El líder ruso está tensando demasiado la cuerda tras no ofrece nada tras la cumbre de Alaska. Sus ataques sobre infraestructuras y población civil no han cesado en Ucrania. Además, está probando la capacidad de reacción de la OTAN con las incursiones en el espacio aéreo de países como Polonia, Rumanía o Estonia. Con drones en uso casos y con cazas en otros. Putin está cruzando una línea roja con la OTAN, y a pesar de las diferencias, Trump reconoce que se siente cerca de la Alianza. Especialmente desde que han aprobado subir el presupuesto de defensa al 5% y además han decidido adquirir armamento a EEUU con el que andar a Ucrania. 

Trump sigue dando un paso atrás cuando se trata de la ayuda directa a Ucrania, pero está encantado de que los europeos adquieran material militar a EEUU para asistir a Kiev. Por ello dice ahora que no descarta que esta coalición logre recuperar todos los territorios. En realidad, está diciendo a Putin que su respaldo a la hora de consolidar sus ganancias territoriales no está asegurado ya que él no ha cumplido. Ni siquiera ha aceptado un alto el fuego parcial. Con amigos así no se gana el Nobel de la Paz. 

En su intervención en la ONU, Trump también aludió a que había que aplicar aranceles a quienes compran a Rusia, como ya lo ha hecho con India, aunque no con China. También remarcó cómo Rusia puede seguir adelante en la guerra gracias al apoyo de China. Es posible que finalmente se haya dado cuenta de que cualquier alianza con Rusia refuerza a China, al contrario de lo que pensaba al principio. 

Trump quería arrancar a Rusia de la órbita de China, pero es tan débil que no se lo puede permitir. Rusia va a tener que aumentar el IVA del 20% al 22% y acaba con el sistema tributario simplificado para empresas medianas. Se trata de sostener su economía de guerra: un tercio del PIB lo dedica a defensa. Putin se resistía a hacerlo y si finalmente opta por medidas así es porque la situación empieza a ser crítica. 

Oportunidades de negocio

También Trump reprendió a los europeos por seguir comprando petróleo y gas a Rusia. “Me enteré hace poco y es incongruente que estén ayudando a financiar a Rusia por un lado y por otro la combatan”, dijo Trump. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, le dio la razón cuando se vieron en la sede de la ONU. Von der Leyen le explicó que se hará reducido mucho esa dependencia: en 2024 la UE ha comprado el 3% de su petróleo y el 19% a Rusia; en 2022 era el 45% de gas y el 27% de petróleo. España tiene una tarea pendiente, ya que Rusia es su segundo proveedor de gas. Está previsto que en 2027 ya no haya adquisiciones de energía a Rusia, si bien Eslovaquia y Hungría se niegan a prescindir de esta vía. A sus dirigentes no les importa si Rusia se beneficia. 

Donald Trump ve aquí oportunidades de negocio. Si la Unión Europea busca otros proveedores, EEUU estará preparado. De este modo, mientras Putin dice ser su amigo sin darle nada a cambio, es la Unión Europea junto al Reino Unido los que demuestran con la fuerza de los hechos que son unos aliados sólidos. Tiene mucho más que ganar junto a ellos en la causa ucraniana que si se deja querer por Putin, quien está dispuesto incluso a correr el riesgo de provocar una escalada con la OTAN en su huida hacia delante. 

Sin embargo, a pesar de las palabras de Trump, Ucrania difícilmente puede recuperar su territorio sin una intervención más directa de los aliados, quizá en forma de apoyo aéreo, lo que de momento se descarta. O bien, si colapsa Rusia, lo que de momento no está en el guion. Pero tampoco lo estaba cuando cayó la URSS. 

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