El Tribunal Supremo estadounidense ha decidido este martes que el Gobierno de Donald Trump puede prohibir a las personas trans servir en el Ejército. En su decisión, que ha enviado a los medios de comunicación, va sin firmar y en la que no se dan explicaciones al tratarse de una resolución de emergencia, los jueces llevan la contraria a tribunales inferiores, que habían bloqueado la orden que Trump firmó en su primer día en el cargo, el pasado 20 de enero.
En su primera tarde de nuevo como presidente, Trump firmó una serie de órdenes ejecutivas, y una de ellas revocaba otra del expresidente Joe Biden que permitía que las personas trans sirviesen en el Ejército. Una semana después, Trump emitió una segunda orden diciendo que la "adopción de una identidad de género inconsistente con el sexo de un individuo entra en conflicto con el compromiso de un soldado con un estilo de vida honorable, comprometido con la verdad y disciplinado".
"La solicitud presentada al Juez Kagan está concedida", dice el muy escueto comunicado sobre el caso "Estados Unidos, et. al. contra Shilling, Commander, et al". Las tres juezas progresistas, Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson han mostrado su disconformidad, pero tampoco han explicado sus argumentos.
Siete miembros del Ejército en activo intentaron bloquear la orden, que empezó a implementarse en febrero y que implica la expulsión de las personas transgénero de la institución.
Una de las demandantes es la comandante Emily Shilling, que empezó a transicionar en 2021 mientras trabajaba en la marina, y que ha sido una aviadora durante los últimos 19 años y ha combatido en Irak y Afganistán. Según recuerda el New York Times, el Ejército gastó 20 millones de dólares en su formación, que ahora no podrá aprovechar, como apuntó uno de los jueces que falló contra la medida.
"No hay ninguna prueba de que ella suponga, o haya supuesto, ningún daño para la unión de su unidad, para la letalidad del Ejército, o que sea mental o físicamente incapaz de continuar con su servicio", escribió el juez Benjamin H. Settle, del distrito de Tacoma, Washington, en su fallo en contra de la medida de Trump. "No hay pruebas de que Shilling sea poco honesta o egoísta, que le falte humidad o integridad. Aún así, pronto será destituida solo porque es transgénero".
"¡Otra ENORME victoria en el Tribunal Supremo!", lo ha celebrado la portavoz de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en X. "El presidente Trump y el secretario Pete Hegseth están restaurando un Ejército que se centre en estar preparado y en su letalidad, no en las políticas de diversidad, equidad e inclusión ni en la identidad de género woke".
Tras la decisión, y pese a que la resolución no es definitiva, miles de soldados que a día de hoy sirven en el Ejército estadounidense corren el riesgo de ser destituidos. Según el Pentágono, alrededor de 4.200 personas sufren "disforia de género", el término que usa la Administración, y muchos otros "han mostrado síntomas" de lo mismo, según su historial médico.
Fue el expresidente Barack Obama quien en 2016 levantó una prohibición que impedía que as personas trans sirviesen en el Ejército, con lo que empezaron a entrar en la institución el 1 de julio de 2017. Pero cuando Trump llegó al poder, pospuso esa fecha hasta 2018, antes de decidir dar la vuelta por completo a la política. Después, Joe Biden eliminó las restricciones de Trump solo días después de jurar el cargo. Y el pasado enero, cuando Trump fue reelegido, prometió que los derechos de las personas trans estarían entre sus principales objetivos, hasta hoy.
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