El presidente estadounidense, Donald Trump, ha enviado una carta a la Unión Europea informándole de que a partir del 1 de agosto impondrá aranceles del 30% a todos los bienes que procedan del grupo de países, un porcentaje mayor que el impuesto el pasado mes de abril, en el conocido como Día de la Liberación, cuando fueron del 20%. El anuncio lo ha dado a conocer a través de un mensaje publicado en su plataforma de redes sociales, Truth Social. El mismo porcentaje también se aplicaría a México, según aparece en otra carta diferente.

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La primera página de la carta que Trump ha enviado a la UE este sábado.

La carta sigue la misma estructura que otras que ya había enviado el estadounidense. "Querida presidenta", empieza, "es un gran honor para mí enviarle esta carta que demuestra la fuerza y el compromiso de nuestra Relación Comercial, y el hecho de que los Estados Unidos de América ha decidido continuar trabajando con la Unión Europea, a pesar de que tenemos uno de nuestros mayores déficits con vosotros" -hay que tener en cuenta que Trump también ha impuesto grandes aranceles en los últimos días a países con los que Estados Unidos tiene superávit comercial, como es el caso de Brasil-.

"En consecuencia, les invitamos a participar en la extraordinaria Economía de los Estados Unidos, el Mercado Número Uno en el Mundo, de lejos [las mayúsculas son originales de Trump]. Hemos tenido años para discutir nuestra Relación Comercial con la Unión Europea, y hemos concluido que debemos apartarnos de estos déficits enormes, persistentes y a largo plazo (...). Nuestra relación ha sido, desafortunadamente, nada recíproca. Empezando el 1 de agosto de 2025, impondremos a la Unión Europea un Arancel de solo el 30% a los productos de la UE enviados a Estados Unidos, aparte de todos los aranceles sectoriales".

"Los bienes desembarcados para evitar un arancel más alto estarán sujetos a un arancel más alto. Por favor, entiendan que el 20% es un número bastante más bajo de lo que necesitamos para eliminar el dispar Déficit Comercial que tenemos con la UE. Como saben, no habrá aranceles si la Unión Europea, o las empresas de la UE, deciden construir sus productos dentro de Estados Unidos y, de hecho, haremos todo lo posible para conseguir aprobaciones rápido, de forma profesional y rutinaria: en otras palabras, en cuestión de semanas".

La carta también incluye, como en el resto, una amenaza: "Si por cualquier motivo deciden incrementar sus aranceles y responder, entonces, cualquier número al que escojan subirlos, se añadirá al 30% que nosotros cobramos", asegura el presidente estadounidense, recortando que estos gravámenes no son una respuesta a otros, sino una manera de "corregir los muchos años de aranceles de la UE, barreras políticas y comerciales". "¡Este déficit es una amenaza enorme para nuestra economía y, además, para nuestra Seguridad Nacional!".

Estados Unidos ya había avisado de que cada país o grupo de países, como es el caso de la UE, recibirá una carta con los aranceles que tendrá que pagar a partir del primer día del mes de agosto -periodo que se ha extendido, puesto que hasta el pasado lunes estaba previsto que entrasen en vigor el pasado miércoles-. Pero no está claro si las cartas son un punto de partida para instar a una negociación a lo largo de las próximas semanas o si los gravámenes que recoge son ya inamovibles, una opción que ha ido perdiendo peso en los últimos días a juzgar por los comentarios en público de Trump. 

Una carta en medio de las negociaciones

La Unión Europea ha intentado cerrar un acuerdo con Trump esta semana, pero el presidente estadounidense avanzó el martes que podría enviar la ya famosa carta pronto, incluso aunque reconocía que las negociaciones estaban consiguiendo progresos. "Son muy duros, pero ahora están siendo buenos con nosotros… veremos qué pasa", dijo Trump sobre los europeos. "Probablemente estemos a dos días de enviarles una carta. Y una carta significa un acuerdo", aseguró, sembrando la confusión en Bruselas.

La Casa Blanca no ha aclarado si la carta a la UE supone el fin de las negociaciones que se estaban manteniendo o si a partir de este momento esas conversaciones podrán continuar y modificar la cifra que incluye la misiva. En algunos momentos, Trump ha sugerido que la cifra de cada carta es definitiva, asegurando que Estados Unidos no puede sentarse a negociar con 200 y que "una carta significa un acuerdo", aunque no lo sea, pero otros comentarios apuntan a que se trataría más bien de una vía de presión con la que conseguir un mejor punto de partida para continuar negociando las próximas semanas.

Por el momento, Washington ha mantenido prácticamente idénticos los aranceles que impone a los países a los que ya ha enviado cartas, en comparación con los que anunció para cada uno de esos países en abril. Hasta el día de hoy han recibido cartas Malasia (cuyos aranceles han subido del 24% al 25%), Filipinas (del 17% al 20%); Brunéi (del 24% al 25%) y también Indonesia (32%) y Tailandia (36%), que han mantenido los mismos, mientras que en el caso de otros países los gravámenes son ligeramente inferiores, como es el caso de Camboya (del 49% al 36%); Laos (del 48% al 40%); y Birmania (del 44% al 40%).

En paralelo, solo tres países han firmado acuerdos o preacuerdos arancelarios con Washington: Reino Unido, China y Vietnam. Trump también ha anunciado aranceles del 50% para Brasil, país al que Estados Unidos no castigó en abril con gravámenes recíprocos sino con un arancel base del 10%. Los nuevos aranceles son en este caso en represalia por el proceso judicial al que se está enfrentando el expresidente del país Jair Bolsonaro.

Sin noticias de los aranceles a productos españoles

De lo que no hay rastro en la carta de Trump es de la amenaza de imponer aranceles específicos a los productos españoles, como aseguró que haría en la rueda de prensa de la OTAN, cuando dijo que haría a España "pagar el doble" en un futuro "acuerdo comercial" por negarse a aumentar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB. "Me gusta España. Es un gran país y son gente grande. Pero es el único país que se niega a pagar. Quieren ir de gorra. Pero van a devolvernos el favor con el comercio, porque no voy a permitir que eso suceda. Es injusto para la OTAN", dijo.

Sin embargo, ni entonces ni ahora quedó claro de qué manera Trump podría castigar únicamente a España, que es parte de la Unión Europea y por tanto negocia las cuestiones comerciales con Estados Unidos como un bloque. Trump ya había dicho antes de llegar a La Haya que la OTAN tenía "problemas" con España por el tema del gasto, evidenciando que cargaría contra el país, pero en ningún momento ha concretado sus amenazas, más allá de esa referencia muy general a los aranceles.

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