Los mercados han estado muy negativos con el sector automovilístico desde principios de año, a pesar de que los principales mercados de consumo (Estados Unidos, Reino Unido, Europa continental y China) han superado todos los meses las estimaciones del consenso. En lo que va de año, el sector cae un 10% en precio, registrando una rentabilidad relativa negativa de 7% frente al mercado bursátil en Europa. Entretanto, más del 50% de las casas de análisis han revisado al alza las estimaciones de beneficios por acción de las compañías del sector para este año y 2017.

Los inversores bajistas -que se benefician de la caída del valor de una compañía- justifican esta presión sobre la valoración en el sector con argumentos que no compartimos y que, además, no se han materializado durante los últimos 12 meses.

Quienes pronostican pérdida de valor en el sector de la automoción apuntan al riesgo del colapso de volúmenes en las ventas de vehículos en EEUU, la caída de la rentabilidad en este mercado y China, la supuesta crisis subprime en financiación de automóviles en EEUU y Reino Unido, la incertidumbre del Brexit, la competencia de nuevos actores que podrían desestabilizar el mercado con modelos eléctricos y autónomos y, cómo no, el impacto del Dieselgate. Como decíamos, no compartimos esta visión catastrofista.

Sin lugar a dudas, habrá mercados que en los que el sector baje ritmo, como EEUU, la mayoría de países europeos -a excepción de España e Italia- y China. Sin embargo, no se producirá un colapso en la demanda. Incluso si se produjera una caída, supuesto que consideramos poco probable si tenemos en cuenta la edad de las flotas en el mundo Occidental y la aceleración del ciclo de innovación en el resto del mundo, los ratios de utilización de capacidad instalada  siguen en niveles muy altos, alcanzado hoy en día niveles superiores al 80% en EEUU, Europa y China, frente a las tasas por debajo del 60% durante la última crisis.

Por tanto, pensamos que las compañías del sector seguirán aplicando criterios rígidos en cuanto a su estrategia de precios, y la industria no perderá dinero ni sacrificará caja, tal y como el mercado espera. Por ejemplo, la comunidad inversora descuenta que los negocios principales de Peugeot y Renault tienen un valor cero, pese a que generan alrededor de 2.000 millones de euros de caja al año.

Por otro lado, llama la atención que nadie se fije en otros mercados donde el consumo en general y más en concreto las ventas de automóviles están rebotando e, incluso, muestran clara evidencia de mejora como es el caso de Brasil, Rusia e Irán, donde Peugeot podría vender 30.000 unidades en 2017 y por encima de 500.000 a medio plazo en el sudeste asiático.

En definitiva, creemos que el bueno tono de la actividad económica en España ofrece un marco positivo a medio plazo, pero hay que ser selectivo a la hora de escoger con que instrumentos capturar esta oportunidad.


 

Marc Festa es analista de Alken Asset Management. Se incorporó a la firma  británica en 2008, como analista de sector de lujo y salud. En 2011 fue nombrado cogestor de carteras. Compagina esta responsabilidad con el análisis del sector automovilístico. Anteriormente fue analista en Exane BNP Paribas y consultor en BCG.