El debate sobre la necesidad de complementar la jubilación con planes de ahorro por fin se ha instalado en la sociedad española. Basta con observar que la tasa de sustitución (porcentaje de la pensión estimada en comparación con el último salario) pasará del 81,9% en 2013 al 49,7% en 2060.

En este escenario, se hace más que necesario ahorrar para la jubilación y un Plan de Pensiones, por su propia naturaleza, es un producto óptimo para realizar inversiones a largo plazo, tanto por su objetivo temporal como por otras características básicas y ventajas que ofrece a los ahorradores.

Gestoras y comercializadores deben trabajar para aumentar el conocimiento sobre cómo funcionan estos productos y sobre las ventajas que poseen.  En este sentido, la última encuesta a gestoras de planes realizada por el Observatorio Inverco pone de manifiesto algunos de los retos que se marcan las entidades y algunas propuestas válidas para incentivar la inversión en este producto de cara a los próximos años.

Desestacionalizar las aportaciones es una cuestión clave. Se trata de un tema puramente didáctico, por lo que habrá que incrementar los esfuerzos para explicar al partícipe que las aportaciones periódicas le permiten realizar un esfuerzo de ahorro menor y, desde el punto de vista de la rentabilidad, aprovechar las oscilaciones del mercado.

Precisamente, las gestoras indican que la tendencia es positiva pero, para incentivar las aportaciones periódicas, sería muy útil realizar campañas comerciales sobre sus ventajas.

Desde Inverco consideramos que es necesario incentivar las mejoras en la fiscalidad. El ahorro en planes de pensiones, como complemento para la jubilación, no está lo suficientemente incentivado, al menos si lo comparamos con el resto de países de nuestro entorno. Las gestoras creen que la fiscalidad en las aportaciones es la característica que más valora el partícipe sobre este producto de ahorro, seguida de la rentabilidad. Precisamente, mejorar la fiscalidad en la prestación y ampliar los límites en las aportaciones serían algunas de las formas óptimas para incentivar este instrumento de ahorro a largo plazo.

Otro de los ámbitos en los que se debe avanzar es en la promoción de los planes de empresas que, en la actualidad, sólo tienen un 11% de los trabajadores. ¿Cómo se puede hacer? La puesta en marcha de un sistema cuasi obligatorio de aportaciones de empresas o el subsidio del Estado a las empresas por aportaciones a planes son opciones a contemplar en el futuro.

Junto a ello, es relevante el envío de información sobre la pensión estimada. Las últimas reformas (de 2011 y 2013), en el régimen del sistema público de pensiones, no lograron aumentar la conciencia del ahorro a largo plazo, porque no se conocen sus efectos en las pensiones del futuro. De ahí que resulte fundamental el envío de la información a los futuros pensionistas sobre la pensión estimada.

También es interesante la puesta en marcha de nuevas herramientas y mecanismos que ofrezcan mayor información al partícipe y que fomenten el ahorro a largo plazo. Ya son muchas las gestoras que cuentan con algún mecanismo para realizar simulaciones del capital acumulado en el momento de la jubilación o para calcular la pensión pública estimada. Es fundamental el desarrollo de más herramientas útiles para que el ahorrador conozca el capital acumulado en el momento de la jubilación y la rentabilidad en el largo plazo.


Ángel Martínez-Aldama es director del Observatorio Inverco.