En la batalla por la obtención de rendimientos positivos, como en tantas otras de la vida, nada más lícito que intentar fatigar todas las estrategias a nuestro alcance para lograr ese objetivo. Afinar estratagemas se convierte en una imperiosa necesidad cuando el terreno de operaciones de los mercados está hábilmente minado y comprende infinitas líneas de frente por las que los inversores deben procurar avanzar posiciones con el menor número de bajas posibles.

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