Los resultados del tercer trimestre de 2017 han reafirmado que los ingresos bancarios no crecen o lo hacen muy tímidamente, fundamentalmente por la evolución plana o negativa del margen de intermediación. Esta debilidad de ingresos explica que los múltiplos de valoración en bolsa de las entidades financieras europeas se encuentren muy por debajo de los múltiplos medios del mercado europeo.

¿Quién quiere invertir en una industria en recesión de ingresos? A pesar de la debilidad de los ingresos bancarios, el resultado antes de impuestos del sector se ha visto beneficiado por la buena evolución de los costes de explotación y la caída de las provisiones para insolvencias y activos inmobiliarios. En este último caso, la buena evolución macroeconómica europea ha servido par mejorar la calidad crediticia del sector.

A partir de este momento, ¿qué podemos esperar en bolsa de los bancos en Europa? En nuestra opinión, 2018 será positivo para el sector financiero pero difícil de jugar en bolsa.

Por un lado, esperamos que el repunte de la rentabilidad de los bonos soberanos americanos y alemanes durante el año próximo impulse el comportamiento en bolsa del sector dada la alta correlación entre los precios de los bancos europeos en bolsa y la rentabilidad del Bund -el sector sube cuando la rentabilidad del Bund sube-.

Sin embargo, es posible que, tras ese repunte inicial, los bancos puedan sufrir un periodo de dos o tres trimestres de debilidad en bolsa hasta que los tipos cortos suban para ajustarse a la subida de los tipos largos. En nuestro escenario, es posible que el euribor a 12 meses empiece a repuntar en el tercer trimestre de 2018, una vez que el BCE anuncie el final del periodo de compras de activos en julio de 2018.

En ese momento (subida de los tipos cortos) es cuando comenzará el cambio de tendencia de los ingresos bancarios y, por tanto, subirán los múltiplos sectoriales de valoración. Éste es el momento que los inversores institucionales que invierten en el sector financiero esperan que se produzca, dada la fuerte apreciación que se produciría en las cotizaciones bancarias.

A pesar de que una subida de tipos, por pequeña que sea, sería agua de mayo para el sector, tampoco podemos pensar que vaya a resolver todas las amenazas que afectan a los bancos europeos.

Los bancos van a tener que incrementar las inversiones en digitalización, afrontar un nuevo marco de provisiones por insolvencias, adaptarse a los cambios que traerá Basilea IV y hacer frente a nuevos competidores. No obstante, a pesar de las amenazas existentes, el cambio de tendencia de los ingresos cambiará la percepción de muchos inversores sobre el sector y animará a que más inversores vuelvan a participar como accionistas en los negocios bancarios.


Luis Peña es gestor del fondo Spanish Banking Opportunities de Fidentiis Gestión.